En Costa Rica se da una crisis moral y ética
| Lunes 12 julio, 2010
En Costa Rica se da una crisis moral y ética
Nuestro país además de dejar de ser la “Suiza Centroamericana”, hace varios años, concepción utilizada por el recordado humanista cartaginés Mario Sancho, se ve inmerso en una gran crisis de valores como la honradez, la transparencia y la honestidad.
Es necesario que hagamos un alto en el camino y no nos preocupemos sino que nos ocupemos para enfrentar la situación tan crítica por la que atravesamos. En el sector público se hacen nombramientos por argollas políticas y clientelismo político, y se nombra en puestos gerenciales y de juntas directivas a personas que no tienen el adecuado conocimiento y preparación, en algunos casos para pagar favores políticos.
En el caso de la Asamblea Legislativa se nombra, por el solo hecho de ser familia de los diputados, aunque se indiquen varias razones para justificarlo. Se abusa de los fondos públicos y se hace un mal uso o pagos en exceso, y algunos casos por tecnicismos y omisiones del marco legal, abusan y sigue abusando en el uso de los recursos públicos, y no son sancionados.
Se llega a la función pública a servirse y no a servir. Ya los ejemplos de hombres de valía como el recordado presidente don Cleto González, que no aceptó una pensión, y salió de la función pública con menos recursos que cuando entró, ya no se presentan en nuestro país.
La crisis moral y pérdida de valores llega a situaciones extremas de estudiantes que agreden a maestros y profesores y todos los días se dan agresiones a mujeres. Se agrava esa crisis moral con el narcotráfico, y la cultura del dinero fácil, y trabajar lo menos.
Siento nostalgia y tristeza por lo que se está viviendo en Costa Rica en todos los ámbitos. Actualmente matan a una persona por robarle un celular o una bicicleta. La corrupción se sigue dando en el sector público y también en el privado.
La sociedad costarricense vive una crisis de valores, como nunca, y muchos quieren hacerse ricos o tener dinero, con la ley del mínimo esfuerzo, buscan el dinero fácil del narcotráfico y de los negocios ilícitos.
Del recordado Jorge Debravo “Debemos buscar un mejor destino para el hombre”, para lo cual es fundamental el aporte de todos los costarricenses en definir nuestro destino y que no sean unos pocos los que lo definan.
Se debe dar un cambio sustancial en la cultura de los costarricenses para que la transparencia y la rendición de cuentas sean parte del quehacer de los costarricenses, con una actitud proactiva que permita un actuar regido por principios éticos y morales. Una persona es ética cuando se orienta por principios y convicciones. La moral forma parte de la vida concreta. Trata de la práctica real de las personas que se expresan por costumbres, hábitos y valores aceptados.
El recordado humanista Juan Pablo II comentó acerca de la moral: “Por tanto, una simple ‘moral de intenciones’ o ‘de actitudes’ que no valorase el objeto, las obras en las que se plasman las actitudes e intenciones, sería una moral mutilada y, por tanto, falsa, como un folio rasgado por cualquiera de sus lados ya no es un folio”.
Bernal Monge Pacheco
Consultor
Nuestro país además de dejar de ser la “Suiza Centroamericana”, hace varios años, concepción utilizada por el recordado humanista cartaginés Mario Sancho, se ve inmerso en una gran crisis de valores como la honradez, la transparencia y la honestidad.
Es necesario que hagamos un alto en el camino y no nos preocupemos sino que nos ocupemos para enfrentar la situación tan crítica por la que atravesamos. En el sector público se hacen nombramientos por argollas políticas y clientelismo político, y se nombra en puestos gerenciales y de juntas directivas a personas que no tienen el adecuado conocimiento y preparación, en algunos casos para pagar favores políticos.
En el caso de la Asamblea Legislativa se nombra, por el solo hecho de ser familia de los diputados, aunque se indiquen varias razones para justificarlo. Se abusa de los fondos públicos y se hace un mal uso o pagos en exceso, y algunos casos por tecnicismos y omisiones del marco legal, abusan y sigue abusando en el uso de los recursos públicos, y no son sancionados.
Se llega a la función pública a servirse y no a servir. Ya los ejemplos de hombres de valía como el recordado presidente don Cleto González, que no aceptó una pensión, y salió de la función pública con menos recursos que cuando entró, ya no se presentan en nuestro país.
La crisis moral y pérdida de valores llega a situaciones extremas de estudiantes que agreden a maestros y profesores y todos los días se dan agresiones a mujeres. Se agrava esa crisis moral con el narcotráfico, y la cultura del dinero fácil, y trabajar lo menos.
Siento nostalgia y tristeza por lo que se está viviendo en Costa Rica en todos los ámbitos. Actualmente matan a una persona por robarle un celular o una bicicleta. La corrupción se sigue dando en el sector público y también en el privado.
La sociedad costarricense vive una crisis de valores, como nunca, y muchos quieren hacerse ricos o tener dinero, con la ley del mínimo esfuerzo, buscan el dinero fácil del narcotráfico y de los negocios ilícitos.
Del recordado Jorge Debravo “Debemos buscar un mejor destino para el hombre”, para lo cual es fundamental el aporte de todos los costarricenses en definir nuestro destino y que no sean unos pocos los que lo definan.
Se debe dar un cambio sustancial en la cultura de los costarricenses para que la transparencia y la rendición de cuentas sean parte del quehacer de los costarricenses, con una actitud proactiva que permita un actuar regido por principios éticos y morales. Una persona es ética cuando se orienta por principios y convicciones. La moral forma parte de la vida concreta. Trata de la práctica real de las personas que se expresan por costumbres, hábitos y valores aceptados.
El recordado humanista Juan Pablo II comentó acerca de la moral: “Por tanto, una simple ‘moral de intenciones’ o ‘de actitudes’ que no valorase el objeto, las obras en las que se plasman las actitudes e intenciones, sería una moral mutilada y, por tanto, falsa, como un folio rasgado por cualquiera de sus lados ya no es un folio”.
Bernal Monge Pacheco
Consultor