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¡Empresarios defraudadores, lavadores, sinvergüenzas!

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 24 junio, 2016


¡Se ha divulgado hasta la saciedad que los intereses ganados en el exterior son una forma de defraudación fiscal y no lo es!


Sinceramente

¡Empresarios defraudadores, lavadores, sinvergüenzas!

No me cabe la menor duda de que hay empresarios sinvergüenzas. Que hay defraudación, la hay, y la misma deriva mayormente de la economía informal de miles de profesionales y comerciantes e industriales que trabajan sin emitir recibos, sin llevar contabilidades, sin recolectar el impuesto de ventas ni pagar renta.
El Ministerio de Hacienda ha estimado que la defraudación en el país es de cerca de un 3% del PIB. Estos cálculos son basados en proyecciones y no son más que adivinanzas, pero corresponden a índices europeos que ellos mismos no han podido reducir.
El Ministerio de Hacienda ha estimado que la elusión que consiste en el conjunto de transacciones económicas y de comercio que no están gravadas por las leyes de impuesto, como vender la casa de habitación, llega a cerca de un 5% del PIB. Este también es un índice internacional pero que en los países aquellos no han podido bajarlo. Pagar el impuesto mínimo permitido dentro de la ley no solo es legal, es esperable y es lógico.
Sobre estas dos proyecciones la izquierda ha ido construyendo el imaginario social de que la clase empresarial, las empresas extranjeras y todos los que no viven del presupuesto nacional son un atado de defraudadores, legitimadores de capitales y de redomados sinvergüenzas.
En nuestro país el impuesto de renta es cedular y territorial. Valga decir que la renta que se paga conforme a la ley es aquella generada dentro del país. Las empresas deben declarar y pagar por las utilidades generadas y ganadas dentro de las fronteras del territorio nacional.
Se ha señalado desde las alturas políticas y desde las bancadas de la izquierda que los ahorros personales que miles de costarricenses mantienen en el exterior buscando seguridad política y personal es una herramienta de evasión. ¡No lo es! Depositar ahorros en el extranjero es una herramienta empresarial para ganar seguridad, enfrentar las crisis que con frecuencia se viven en la existencia, y ganar mejores intereses cuando se puede, mejorando los ingresos personales. Las empresas también hacen eso.
¡Se ha divulgado hasta la saciedad que los intereses ganados en el exterior son una forma de defraudación fiscal y no lo es! Las ganancias obtenidas en el exterior pagan sus impuestos en los países en el exterior. Si esos ahorros estuvieran en el mercado “offshore” no pagarían impuestos en lugar alguno. ¡No es defraudación! Los impuestos sobre renta se pagan en Costa Rica sobre lo ganado en Costa Rica.
Construir un imaginario social y día tras día repetir la misma especie, de que las empresas con negocios en el exterior no son sino un amasijo de ladrones, siento que no es sino la columna vertebral de la propaganda política de la izquierda para 2018. Ellos saben bien que lo dicho es cierto en casos excepcionales, pero que las empresas registradas pagan y están razonablemente controladas. Así contrapesan las gollerías sindicales.
El país queda enterado de que algunos quieren romper el tejido social, que no importa la verdad sino las imágenes transmitidas. El país queda enterado de que hay un propósito político avieso detrás de este imaginario social construido.


Emilio R. Bruce
Profesor
ebruce@larepublica.net

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