Empresarios nacionales enfrentan a chinos
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 12 noviembre, 2008
Al menos tres compañías plantearon quejas ante Embajada por presunta mala calidad de metales
Empresas nacionales se enfrentan con chinas por calidad de materiales
Ernesto José Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Embarques presuntamente incompletos o incorrectos, material oxidado y deforme, son las quejas que plantearon tres empresas metalmecánicas nacionales sobre materias primas recibidas desde China.
Diseños Metalmecánicos, S.A. (Dimmsa), Industrias H7 y Taller Técnico Industrial Villanea generaron pedidos independientes a firmas radicadas en el país asiático, para abastecer sus procesos productivos, por más de ¢150 millones.
No obstante, a pesar de haber cumplido con los requisitos de pago de un 30% del valor de la orden por adelantado, lo recibido en sus empresas presuntamente no era lo pactado.
“Realizamos un primer pedido de 20 toneladas de láminas. Nos enviaron un material sin especificación, ni en espesor, ni en dimensiones, ni en acabado, que se recibió completamente herrumbrado. Ya entonces habíamos hecho un segundo pedido, para el cual depositamos por adelantado un 30% del valor, y al recibir este primer embarque solicitamos su detención, explicó Erick García, gerente general de Dimmsa.
Los pedidos de esta firma al proveedor identificado como Chandong Tiaxingin Railway Engineering Company totalizaban 40 toneladas de acero laminado, las que por lo general se transportan en bultos separados dentro de un contenedor. De acuerdo con la versión del empresario, dichos requerimientos de empacado, presuntamente no se cumplieron.
La proveedora china es representada en Costa Rica por Delta Servicios Técnicos, S.A. Al intentar conocer el criterio de la empresa respecto a lo denunciado, se informó que por problemas de salud el representante no podría referirse.
Por su parte, en Talleres Villanea hace dos meses hicieron una requisición de 150 toneladas de tubería cuadrada para la construcción de estructuras a la misma empresa china, de las cuales aparentemente solo les enviaron 65 toneladas.
“Cuando descargamos el contenedor, nada coincidía con lo solicitado; el grosor del tubo era distinto, el material venía en mal estado, herrumbrado y golpeado. Invertimos un total de $176 mil y nunca recibimos lo que habíamos pedido. Para nuestro negocio, cualquier pieza que haya sufrido por el herrumbre, debe ser descartada por completo”, agregó Martín Dabdub, asesor de Exportaciones de Villanea.
El problema con las compras ya incluso traspasó la frontera empresarial para llegar a la política, pues el tema ha tenido injerencia tanto en Comercio Exterior como en la Embajada China en Costa Rica.
“No hay verdaderas relaciones comerciales entre los países. Aquí nadie responde por los negocios que se hagan entre empresas costarricenses y las de China. La última persona con la que se conversó fue con el agregado comercial de China, quien nos dijo que este tipo de disputas había que solucionarlas entre las partes”, puntualizó García.
Al consultar lo acontecido al cuerpo diplomático de la República China, Mao Furong, agregado comercial, confirmó lo expresado por los empresarios nacionales.
“La Embajada no puede inmiscuirse en asuntos comerciales, para eso están otras instancias como el Consejo Nacional de Fomento Comercial Internacional de China (CCPIP, por sus siglas en inglés). Nosotros hemos recibido numerosas quejas por este mismo motivo, pero no hay nada que podamos hacer”, explicó el funcionario.
En la sede del CCPIP, ubicada en Sabana Sur, no respondieron las consultas hechas sobre este tema.
Finalmente, el caso de Industrias H7 tiene que ver con el acero recibido, del proveedor Ase Metals N.V., en 2007.
“El acero que recibimos nunca fue embalado, porque venía totalmente descubierto y herrumbrado dentro del contenedor. Al reclamar, nos ofrecieron $20 por tonelada, cuando habíamos pagado $680, y además nos dijeron que no sabían por qué en Costa Rica hacíamos tantos problemas con la calidad”, adujo Víctor Alvarado, gerente de Producción de la firma.
Los problemas con proveedores chinos surgen en momentos en que ambos países hablan de la posibilidad de un acuerdo comercial.
Empresas nacionales se enfrentan con chinas por calidad de materiales
Ernesto José Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Embarques presuntamente incompletos o incorrectos, material oxidado y deforme, son las quejas que plantearon tres empresas metalmecánicas nacionales sobre materias primas recibidas desde China.
Diseños Metalmecánicos, S.A. (Dimmsa), Industrias H7 y Taller Técnico Industrial Villanea generaron pedidos independientes a firmas radicadas en el país asiático, para abastecer sus procesos productivos, por más de ¢150 millones.
No obstante, a pesar de haber cumplido con los requisitos de pago de un 30% del valor de la orden por adelantado, lo recibido en sus empresas presuntamente no era lo pactado.
“Realizamos un primer pedido de 20 toneladas de láminas. Nos enviaron un material sin especificación, ni en espesor, ni en dimensiones, ni en acabado, que se recibió completamente herrumbrado. Ya entonces habíamos hecho un segundo pedido, para el cual depositamos por adelantado un 30% del valor, y al recibir este primer embarque solicitamos su detención, explicó Erick García, gerente general de Dimmsa.
Los pedidos de esta firma al proveedor identificado como Chandong Tiaxingin Railway Engineering Company totalizaban 40 toneladas de acero laminado, las que por lo general se transportan en bultos separados dentro de un contenedor. De acuerdo con la versión del empresario, dichos requerimientos de empacado, presuntamente no se cumplieron.
La proveedora china es representada en Costa Rica por Delta Servicios Técnicos, S.A. Al intentar conocer el criterio de la empresa respecto a lo denunciado, se informó que por problemas de salud el representante no podría referirse.
Por su parte, en Talleres Villanea hace dos meses hicieron una requisición de 150 toneladas de tubería cuadrada para la construcción de estructuras a la misma empresa china, de las cuales aparentemente solo les enviaron 65 toneladas.
“Cuando descargamos el contenedor, nada coincidía con lo solicitado; el grosor del tubo era distinto, el material venía en mal estado, herrumbrado y golpeado. Invertimos un total de $176 mil y nunca recibimos lo que habíamos pedido. Para nuestro negocio, cualquier pieza que haya sufrido por el herrumbre, debe ser descartada por completo”, agregó Martín Dabdub, asesor de Exportaciones de Villanea.
El problema con las compras ya incluso traspasó la frontera empresarial para llegar a la política, pues el tema ha tenido injerencia tanto en Comercio Exterior como en la Embajada China en Costa Rica.
“No hay verdaderas relaciones comerciales entre los países. Aquí nadie responde por los negocios que se hagan entre empresas costarricenses y las de China. La última persona con la que se conversó fue con el agregado comercial de China, quien nos dijo que este tipo de disputas había que solucionarlas entre las partes”, puntualizó García.
Al consultar lo acontecido al cuerpo diplomático de la República China, Mao Furong, agregado comercial, confirmó lo expresado por los empresarios nacionales.
“La Embajada no puede inmiscuirse en asuntos comerciales, para eso están otras instancias como el Consejo Nacional de Fomento Comercial Internacional de China (CCPIP, por sus siglas en inglés). Nosotros hemos recibido numerosas quejas por este mismo motivo, pero no hay nada que podamos hacer”, explicó el funcionario.
En la sede del CCPIP, ubicada en Sabana Sur, no respondieron las consultas hechas sobre este tema.
Finalmente, el caso de Industrias H7 tiene que ver con el acero recibido, del proveedor Ase Metals N.V., en 2007.
“El acero que recibimos nunca fue embalado, porque venía totalmente descubierto y herrumbrado dentro del contenedor. Al reclamar, nos ofrecieron $20 por tonelada, cuando habíamos pagado $680, y además nos dijeron que no sabían por qué en Costa Rica hacíamos tantos problemas con la calidad”, adujo Víctor Alvarado, gerente de Producción de la firma.
Los problemas con proveedores chinos surgen en momentos en que ambos países hablan de la posibilidad de un acuerdo comercial.