Elecciones y poder en declive
| Viernes 29 agosto, 2014
Es bueno ver que, lentamente, las izquierdas o populismos autoritarios se van moderando
Elecciones y poder en declive
Sin dudas 2014 es un año que, en materia de política y elecciones, confirma la tendencia histórica global de lenta, pero firme, disminución del poder político en favor de las personas. Costa Rica y El Salvador abrieron el calendario electoral el 2 de febrero, con el costarricense Luis Guillermo Solís, del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana, triunfando en el ballotage del 5 de abril con el 77,9% de los votos. En El Salvador, el candidato oficialista Salvador Sánchez Cerén, del izquierdista FMLN, también se impuso en segunda vuelta el 9 de marzo por solo el 0,22%.
Luego siguió Panamá, el 4 de mayo, donde triunfó el opositor Juan Carlos Varela, del conservador Partido Panameñista Auténtico. Por último, en Colombia, Juan Manuel Santos consiguió la reelección, también con ballotage. En todos los casos es llamativa la abstención.
En Colombia superó el 50%. En Costa Rica se acercó al 43% en la segunda vuelta y en El Salvador, en la primera, fue del 45%. La excepción fue Panamá con un 76,77% de participación, aunque vale recordar que el voto es obligatorio.
Otras tres elecciones sucederán en octubre: el 5 en Brasil, el 12 en Bolivia, y el 26 en Uruguay. En Brasil, la sorpresa no es poca. La perspectiva de que la presidenta Dilma Rousseff sea derrotada ha alentado una corriente alcista en la Bolsa. Sucede que Marina Silva, candidata presidencial tras la muerte del socialista Eduardo Campos, ganaría la Presidencia en una segunda vuelta, según Ibope. Rousseff sería la más votada en primera vuelta, 34%, seguida por Silva, 29%. Con estos resultados, habría un ballotage, el 26 de octubre, y Silva, con el 45%, se convertiría en presidenta en lugar de Rousseff que obtendría el 36%.
En Bolivia, Evo Morales sería reelecto fácilmente. En Uruguay, el ex presidente Tabaré Vázquez, del oficialista Frente Amplio, lidera las encuestas pero la distancia se acorta con Luis Lacalle Pou, del Partido Blanco, previéndose una segunda vuelta.
En cuanto a Evo, existen fundadas objeciones referidas a la inconstitucionalidad de su tercera reelección consecutiva, sin embargo fue declarada válida por el Tribunal Constitucional. Morales, preside un país con una economía relativamente estable y en crecimiento. Durante su gobierno, ha logrado controlar la Asamblea Legislativa y los poderes Judicial y Electoral. Y los candidatos oficialistas se mantienen en el poder, durante la campaña, abusando de los medios públicos con fines proselitistas.
Tres cosas se ven claras. Primero, la creciente abstención refleja el hartazgo de la gente con “el poder”, lo que obliga a los “poderosos” a moderarse so pena de sufrir la condena social. Segundo, cada vez resulta más claro que la “independencia de poderes”, que pretenden algunos, es utópica y parece lógico que ninguna parte del Estado —ejecutivo, legislativo o judicial— sea independiente de la otra y menos de la parte que financia. Y tercero, es también utópico creer que la política sea incorrupta: utilizar una posición dentro del gobierno es corrupción desde que desvía para sí recursos que deberían favorecer a todos.
Por otro lado, es bueno ver que, lentamente, las izquierdas o populismos autoritarios se van moderando al ritmo de las personas que van notando que “el monopolio de la violencia” —el Estado— lejos de ser el salvador, más bien, pareciera que muchas veces entorpece.
Alejandro A. Tagliavini
Miembro Consejo Asesor, Center on Global Prosperity, Oakland, California
alextagliavini (@alextagliavini