El “vintage” original
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 13 septiembre, 2013
El “vintage” original
Un vino vintage 2005, es aquel cuyas uvas se cosecharon ese año, así de sencillo.
Me temo que hoy día la palabra “vintage” evoca, especialmente entre los llamados “fashion victims”, alguna creación de firmas como Louis Vuitton, Loewe, Hermès, Dior, Bulgari y demás nombres míticos de la moda, diseño y complementos de lujo. El bolso “Kelly” es, quizá, el máximo ejemplo de “vintage”.
Me explican que la expresión se usa para referirse a ese tipo de cosas de calidad que van teniendo ya sus años, pero que todavía no entran en el capítulo de “antigüedades”. Algo “vintage” es algo chic (¿alguien usa todavía esta bella y breve expresión?), con una clase que no es que no le haga pasar de moda, sino que lo convierte en un icono intemporal de lo elegante.
Traduciendo al cristiano: una cosa “vintage” es, no lo duden ustedes, una cosa cara o, como se dice en estos tiempos en los que nadie llama a nada por su nombre, “exclusiva”.
Vayamos ahora al terreno enogastronómico. “Vintage” es, pura y llanamente, vendimia. Si a ustedes les dan un vino (no de Oporto) “vintage 2005” les están suministrando un vino cuyas uvas se cosecharon (se vendimiaron) ese año. Así de sencillo.
Compliquemos las cosas. Una añada, que es lo mismo, también se puede llamar “millésime”: un “Château Perico millésime 2007” es un vino de esa etiqueta correspondiente a esa vendimia precisamente.
Lo interesante, lo distintivo, es que los “millésimes” y los “vintages” que vale la pena conocer y se cotizan son los de unos vinos que, normalmente, salen al mercado sin indicación de añada... porque son mezcla (“coupage”) de vinos de diversas cosechas. Los más famosos: el champaña y el Oporto.
Un champaña “millesimé” (ojo a la tilde) es aquel en cuya etiqueta se especifica el año de su vendimia. Ha de estar elaborado exclusivamente con uvas de esa añada, y esa añada, además, ha de ser de altísima calidad, que justifique su elaboración por separado sin necesidad de ayudas.
Madrid/Efe