El vía crucis de una ley
Si la anterior Asamblea aprobó una Ley de Tránsito inconveniente, lo menos que merecían los ciudadanos era que se reformara en corto tiempo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 03 diciembre, 2010
La Ley de Tránsito avanza por el carril más lento, de acuerdo con una nota de este medio hoy. Tras casi siete meses de discusión no se sabe en realidad cuándo será aprobada ya que probablemente estaría dictaminada en marzo de 2011.
El largo camino que ha transitado este proyecto da para creer que hubo tiempo de sobra para analizar con detenimiento todos los puntos, a pesar de lo cual los diputados consideran que deben darse mucho tiempo más aún, para llegar a someterlo a votación en plenario.
Mientras tanto, los costarricenses siguen bajo las cláusulas de una ley que los mismos congresistas han admitido que fue aprobada a la carrera y presenta problemas.
La realidad indica que al país le urge una buena ley de tránsito. Si la anterior Asamblea aprobó una inconveniente, lo menos que merecían los ciudadanos es que se reformara en lo necesario pero en corto tiempo.
Temas que han generado controversia como la cantidad de alcohol en la sangre que se debería o no permitir, el sistema de puntos en las licencias, entre otros, han sido muy estudiados y aplicados en otros lugares del mundo y ya se sabe de sus resultados. Si aquí se quería contar con un estudio y conclusiones nacionales ya hubo tiempo suficiente para que esto estuviera totalmente claro.
A principios de 2009 nos preguntábamos en este mismo espacio sobre la capacidad de la Asamblea Legislativa para dictar leyes correctamente debido a la cantidad de errores aparentemente cometidos al redactar la Ley de Tránsito que hoy, tanto tiempo después, aún nos tiene esperando.
Hoy nos preguntamos si tenemos un Congreso capaz de aprobar leyes sin errores en tiempo razonable, especialmente en un caso como este en que, mientras tanto, rige la ley anterior (con las reconocidas fallas) y se siguen cobrando las altas multas que establece.
Pero si había una aceptación de la mayoría de que no es una buena ley, los costarricenses se preguntan hasta cuándo tendrán que circular por las calles con sus vehículos sometidos a una mala ley de tránsito debido a la lentitud del Legislativo para corregirla.