El sombrío panorama español
Alfredo Puerta alfredo.puerta@estrategia-financiera.net | Lunes 25 junio, 2012
El sombrío panorama español
El Banco Central Europeo en su intento por mantener a flote la economía de la zona ha inyectado al sistema bancario cerca de un billón de euros y adicionalmente ha emitido bonos por el orden de los 212 mil millones de euros; sin embargo, sus recursos no son ilimitados y la reciente crisis bancaria que azota al mercado español, podría requerir mucho más de los 100 mil millones de euros que ya han sido utilizados para recapitalizar la banca de ese país.
Los analistas consideran que los recursos no solo deben venir por la vía del sector público, sino también por la privada, ya que esta puede generar mayores retornos y complementar el apoyo de los gobiernos, que pudiera perderse dados los bajos incentivos que el mercado ofrece.
Hay que tomar en cuenta que los bancos en la zona euro apenas ofrecen un retorno del 0,3% anual, lo que para muchos no representa una real oportunidad de mercado, pero aun en los mercados más estables, el interés que se puede encontrar en la banca no es mucho más atractivo que esto.
De hecho el efecto de esta ayuda, ha tenido una duración muy corta ya que los inversionistas han comenzado a salir de los títulos de deuda de España e Italia, haciendo que su precio cayera y que su rendimiento se ubicara cerca del 6% a finales de la semana pasada, reflejando la mayor expectativa de riesgo.
El temor en los mercados financieros es que el gobierno español ha subestimado el monto de ayuda que necesita el sistema bancario dos veces este año, lo que crea la duda de si este está realmente preparado para afrontar el reto que implica el manejo de la crisis. En especial por la actitud asumida por el primer ministro español Mariano Rajoy luego de obtener la ayuda, que dejó un sinsabor, en especial entre los inversionistas y reguladores de Alemania.
Adicionalmente, se teme por la capacidad de este país de afrontar el reto que implica asumir las exigencias del plan de repago de la ayuda en que han entrado Portugal, Grecia e Irlanda, lo que puede limitar el uso de sus recursos y sobre todo poner a prueba la capacidad de sus ciudadanos de lidiar con el sacrificio que esto implica.
Toda esta situación ha levantado nuevamente los rumores acerca de una potencial salida de la zona euro de algunos de los países antes mencionados, lo que se suponía superado.
El efecto para las economías latinoamericanas radica en que los bancos españoles que operan en estos mercados ven sus posiciones más limitadas y la intención de los inversionistas de hacer negocios con ellos puede disminuir dado que su solidez puede ponerse en duda.
Si bien es cierto que todavía es muy temprano para conocer realmente los efectos de la crisis, los inversionistas deberían considerar tener mayor cautela en la zona euro.
Alfredo Puerta, MBA
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