El sistema educativo no basta
| Sábado 11 febrero, 2012
El sistema educativo no basta
Cuando se pregunta a los empleadores, privados o públicos, acerca de su nivel de satisfacción con los profesionales egresados de las universidades nacionales, en general las quejas sobre las competencias técnicas son mínimas. Sin embargo, existe insatisfacción por una gran cantidad de habilidades que son raras de encontrar, tales como liderazgo, capacidad de comunicación oral y escrita, pensamiento lógico matemático, trabajo en equipo, idiomas y deseos de aprender, entre otras.
Al analizar este tema con las universidades, se dice que esta situación es producto de deficiencias en la formación durante la educación secundaria. Los colegios, por su parte, dicen que los estudiantes vienen mal preparados de la escuela y las maestras señalan que es en las casas donde no se les enseñan a los niños las habilidades básicas para convivir y aprender junto con otros compañeros.
De esta cadena de traslado de responsabilidades, lo que se concluye es que el sistema educativo difícilmente sustituye la primera responsabilidad que tienen los padres de educar a sus hijos en valores esenciales como compartir, respetar a las autoridades, puntualidad, cumplir con las tareas, priorizar el bienestar colectivo sobre el individual y dar las gracias.
Esta responsabilidad de los padres es irreemplazable y constituye la plataforma para mejores profesionales y sobre todo, mejores ciudadanos. Adicionalmente, se sabe que un alto porcentaje de lo que aprenden los jóvenes hoy en día es por medios no formales como la televisión, Internet, los juegos, el autoaprendizaje, tutores y la misma convivencia con compañeros y amigos. Estos medios constituyen ahora elementos esenciales en los ecosistemas de aprendizaje.
Pareciera entonces, que el actual sistema educativo no basta para formar todas las destrezas, habilidades y actitudes que los sectores productivos requieren de los profesionales modernos. Para alcanzar una formación integral será imprescindible que, empezando por casa, cada quien asuma su responsabilidad y que a lo largo del proceso educativo se puedan complementar los sistemas tradicionales con los esquemas de educación no formal. Aquí está el gran reto.
Keilor Rojas Jiménez
Viceministro de Ciencia y Tecnología
keilor.rojas@micit.go.cr
Cuando se pregunta a los empleadores, privados o públicos, acerca de su nivel de satisfacción con los profesionales egresados de las universidades nacionales, en general las quejas sobre las competencias técnicas son mínimas. Sin embargo, existe insatisfacción por una gran cantidad de habilidades que son raras de encontrar, tales como liderazgo, capacidad de comunicación oral y escrita, pensamiento lógico matemático, trabajo en equipo, idiomas y deseos de aprender, entre otras.
Al analizar este tema con las universidades, se dice que esta situación es producto de deficiencias en la formación durante la educación secundaria. Los colegios, por su parte, dicen que los estudiantes vienen mal preparados de la escuela y las maestras señalan que es en las casas donde no se les enseñan a los niños las habilidades básicas para convivir y aprender junto con otros compañeros.
De esta cadena de traslado de responsabilidades, lo que se concluye es que el sistema educativo difícilmente sustituye la primera responsabilidad que tienen los padres de educar a sus hijos en valores esenciales como compartir, respetar a las autoridades, puntualidad, cumplir con las tareas, priorizar el bienestar colectivo sobre el individual y dar las gracias.
Esta responsabilidad de los padres es irreemplazable y constituye la plataforma para mejores profesionales y sobre todo, mejores ciudadanos. Adicionalmente, se sabe que un alto porcentaje de lo que aprenden los jóvenes hoy en día es por medios no formales como la televisión, Internet, los juegos, el autoaprendizaje, tutores y la misma convivencia con compañeros y amigos. Estos medios constituyen ahora elementos esenciales en los ecosistemas de aprendizaje.
Pareciera entonces, que el actual sistema educativo no basta para formar todas las destrezas, habilidades y actitudes que los sectores productivos requieren de los profesionales modernos. Para alcanzar una formación integral será imprescindible que, empezando por casa, cada quien asuma su responsabilidad y que a lo largo del proceso educativo se puedan complementar los sistemas tradicionales con los esquemas de educación no formal. Aquí está el gran reto.
Keilor Rojas Jiménez
Viceministro de Ciencia y Tecnología
keilor.rojas@micit.go.cr