El sector turístico: ¿durmiendo en los laureles?

Como periodista de turismo monitoreo las noticias del sector y como mujer orgullosamente “tica” se me hincha la boca cuando les cuento a los extranjeros que San José fue la primera ciudad en América Latina en tener luz eléctrica, junto con París y New York (ciudades turísticas que no invierten en publicidad, sino en reportajes de prensa); además, les digo que no tenemos ejército, que invertimos en educación y que el 25% de nuestro territorio está protegido en forma de parques nacionales. Un listado de legados, que visionarias generaciones anteriores lograron a pesar de que no éramos un país boyante.
Me alegré también cuando nos dejaron de confundir con Puerto Rico, al obtener el Premio Nobel de la Paz. El camino para convertirnos en un destino sin ingredientes artificiales, como bien apuntó el eslogan, se dio casi que en automático. Todo iba, como dicen, Pura Vida.
Costa Rica lleva décadas empunchada en el turismo, superando al café como principal fuente de ingresos, según el Instituto de Turismo. Panamá, en una carrera más corta también ha logrado venderse turísticamente.
Sin embargo, me sorprendí al leer en la prensa europea: “Panamá apuesta por el turismo de negocios, con la proyección de su segundo Centro de Convenciones” mientras que la prensa nacional publica:“Costa Rica contará con su primer Centro de Convenciones”. ¿Quién empezó primero?, ¿quién tuvo visión y quién acción? o ¿quién ambas?
Ojo, Panamá aún sin construir el centro, aprovechó su presencia en la feria turística EIBTM, celebrada en Barcelona, España, para hacer bulla anticipada con la prensa.
El nuevo centro de 57 mil m2, cuya inversión ronda los $194 millones y que tiene capacidad para recibir a 20 mil personas, colocará a Panamá entre los destinos top para congresos en América Latina. Estratégicamente, estará cerca del Biomuseo de la Diversidad, otra gran noticia que, sin duda, publicarán los principales medios del mundo en 2013. Por otro lado, el centro de convenciones nuestro, de 15 mil m2 estará en Barreal de Heredia, lugar que es un caos vial para llegar a restaurantes, hoteles y oficentros del quehacer de los negocios.
Me encuentro con otro titular: “La Transat, no vendrá a Costa Rica” porque para el ICT no es trascendental y carece del capital. Pero, la organización señala que como beneficio mediático Costa Rica aparecería en 7.500 medios, cuyas menciones están valoradas en $28 millones. Retomo: recurso utilizado por París y New York.
Aparte del buen trabajo de contados líderes del sector, falta unión. El discurso de que tenemos más especies de mariposas que Estados Unidos ya no es suficiente, pues aún se descuida la infraestructura de los parques nacionales. Creo que el romanticismo ya cumplió su conquista y la no sana relación precio–calidad crece de boca en boca. Mientras tanto, el ICT se encapricha en su burocracia. Me pregunto qué dirían los visionarios de antaño.

Gail Fernández

Directora Revista Andar de Viaje