El rumbo que lleva Costa Rica
| Viernes 22 julio, 2011
El rumbo que lleva Costa Rica
Nuestro país vive ingobernabilidad y crisis de gran magnitud como la de la Caja Costarricense de Seguro Social, la del sector agrícola y también serias dificultades en el sector educativo, además del deterioro en la infraestructura vial.
Todo eso aunado a otros problemas como el incremento de la pobreza, la desigualdad social y un aumento en la inseguridad ciudadana. Se da una pérdida de valores que incide en muchos de los aspectos que afectan a Costa Rica.
Es necesario que se haga un alto en el camino, y se de un amplio diálogo en el sector público, sector privado, la sociedad civil, la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo que permita al país salir adelante.
La ingobernabilidad tiene varias aristas, un Poder Ejecutivo que no tiene claro sobre las acciones que debe realizar para enfrentar la problemática actual y sobre el modelo de desarrollo, una crisis fiscal dado que los ingresos no alcanzan para atender todos los gastos y se ha tenido que recurrir al financiamiento para atender gastos corrientes. La Asamblea Legislativa entrabada, sin el adecuado diálogo y consenso sobre los grandes proyectos nacionales.
Se ejecutan gastos excesivos, y algunos innecesarios en el sector público en viajes, alquiler de edificios, publicidad, es decir, se pretende aprobar un paquete tributario, sin que haya austeridad en el gasto.
Tampoco hay adecuada programación de actividades y falta una adecuada vinculación entre los planes de mediano y largo plazo, los planes anuales operativos y los planes operativos institucionales y su contenido económico en los presupuestos.
Se hacen promesas políticas para combatir la inseguridad ciudadana, la red de cuido, traslado de recursos y competencias a las municipalices sin contar con los recursos suficientes para cumplir con esas promesas.
Es fundamental realizar un plan de acción, con prioridades bien definidas que considere aspectos como una reforma del sector público, donde existen más de 300 entidades, con duplicación de funciones y programas, como lo demuestra el hecho de la gran cantidad de entes que atienden a los sectores más desprotegidos y no han logrado buenos resultados.
Hay un sector público entrabado e ineficiente.
En el caso de la Caja de Seguro Social, es esa una situación que involucra aspectos financieros, la estructura de la entidad, aspectos salariales y de plazas mal manejadas y sin los adecuados controles.
Las listas de espera para citas y operaciones , que en algunos casos duran varios años, no se da la adecuada vinculación entre los compromisos de gestión , planes anuales operativos y presupuestos, ineficientes controles sobre la contratación de servicios que se hace con el sector privado.
Nuestro país debe ser capaz de afrontar retos o desafíos de tanta trascendencia como políticas destinadas a una mejor distribución de la riqueza para disminuir la pobreza, volver a contar con seguridad ciudadana, elevar la calidad de la educación, prevenir y revertir el deterioro del medio ambiente, recuperar la pérdida de valores, enmendar el abandono del sector agrícola, proveer una adecuada infraestructura vial acorde con la época actual, llevar a cabo la apertura de las telecomunicaciones y de los seguros y una justa reforma fiscal.
Bernal Monge Pacheco
Consultor
Nuestro país vive ingobernabilidad y crisis de gran magnitud como la de la Caja Costarricense de Seguro Social, la del sector agrícola y también serias dificultades en el sector educativo, además del deterioro en la infraestructura vial.
Todo eso aunado a otros problemas como el incremento de la pobreza, la desigualdad social y un aumento en la inseguridad ciudadana. Se da una pérdida de valores que incide en muchos de los aspectos que afectan a Costa Rica.
Es necesario que se haga un alto en el camino, y se de un amplio diálogo en el sector público, sector privado, la sociedad civil, la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo que permita al país salir adelante.
La ingobernabilidad tiene varias aristas, un Poder Ejecutivo que no tiene claro sobre las acciones que debe realizar para enfrentar la problemática actual y sobre el modelo de desarrollo, una crisis fiscal dado que los ingresos no alcanzan para atender todos los gastos y se ha tenido que recurrir al financiamiento para atender gastos corrientes. La Asamblea Legislativa entrabada, sin el adecuado diálogo y consenso sobre los grandes proyectos nacionales.
Se ejecutan gastos excesivos, y algunos innecesarios en el sector público en viajes, alquiler de edificios, publicidad, es decir, se pretende aprobar un paquete tributario, sin que haya austeridad en el gasto.
Tampoco hay adecuada programación de actividades y falta una adecuada vinculación entre los planes de mediano y largo plazo, los planes anuales operativos y los planes operativos institucionales y su contenido económico en los presupuestos.
Se hacen promesas políticas para combatir la inseguridad ciudadana, la red de cuido, traslado de recursos y competencias a las municipalices sin contar con los recursos suficientes para cumplir con esas promesas.
Es fundamental realizar un plan de acción, con prioridades bien definidas que considere aspectos como una reforma del sector público, donde existen más de 300 entidades, con duplicación de funciones y programas, como lo demuestra el hecho de la gran cantidad de entes que atienden a los sectores más desprotegidos y no han logrado buenos resultados.
Hay un sector público entrabado e ineficiente.
En el caso de la Caja de Seguro Social, es esa una situación que involucra aspectos financieros, la estructura de la entidad, aspectos salariales y de plazas mal manejadas y sin los adecuados controles.
Las listas de espera para citas y operaciones , que en algunos casos duran varios años, no se da la adecuada vinculación entre los compromisos de gestión , planes anuales operativos y presupuestos, ineficientes controles sobre la contratación de servicios que se hace con el sector privado.
Nuestro país debe ser capaz de afrontar retos o desafíos de tanta trascendencia como políticas destinadas a una mejor distribución de la riqueza para disminuir la pobreza, volver a contar con seguridad ciudadana, elevar la calidad de la educación, prevenir y revertir el deterioro del medio ambiente, recuperar la pérdida de valores, enmendar el abandono del sector agrícola, proveer una adecuada infraestructura vial acorde con la época actual, llevar a cabo la apertura de las telecomunicaciones y de los seguros y una justa reforma fiscal.
Bernal Monge Pacheco
Consultor