Logo La República

Jueves, 25 de abril de 2024



INVERSIONISTA


El dilema de la devaluación

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 28 septiembre, 2015




Un tipo de cambio alto ayudaría a competir con varios países latinoamericanos

El dilema de la devaluación

Devaluar el colón generaría inflación, que afectaría a la gente con ingreso fijo


RESUMEN EJECUTIVO
Devaluar o no el colón frente al dólar, es el dilema que enfrentamos con el tipo de cambio.
En la actualidad, varios países competidores de Costa Rica en turismo, comercio y atracción de inversión extranjera directa, se han abaratado por una depreciación de hasta el 50% desde principios del año.
Por esto, los afectados por la pérdida de competitividad —exportadores, así como, empresas turísticas y multinacionales— presionan para que el Banco Central devalúe el colón.
Por otro lado, la devaluación sería contraproducente, al impulsar una inflación que afecta a las personas con menos capacidad de incrementar sus ingresos, y que de todas formas tendría poco efecto, ya que los precios tienden a subir cuando se infla la oferta monetaria.

La presión a favor de un incremento en el tipo de cambio viene sobre todo por el hecho de que Costa Rica compite en turismo y exportaciones de servicios con México, Colombia y Chile, cada uno los cuales se hizo barato este año, ya que el valor de esas monedas cayó respecto al dólar.
El colón devaluado podría ayudar a lidiar con este reto, sobre todo al ser este un buen momento para depreciar, ya que el nivel actual de la inflación es bajo.
Con eso, los exportadores podrían pensar en mayor inversión, lo que disminuiría el desempleo y contribuiría al crecimiento de la economía, mientras haya una mayor atracción de inversión extranjera directa.
Por otro lado, es posible que depreciar el tipo de cambio sea inútil, ya que para hacerlo el Banco Central tendría que comprar dólares, para lo cual debe imprimir colones.
Cuando esto sucede, el valor del colón cae, con tres consecuencias.
Primero, la inflación aumenta, en cuyo caso se termina perdiendo lo que ganamos en competitividad con el ajuste del tipo de cambio, ya que los precios y salarios en breve tiempo se incrementan, o sea volvemos a la misma situación en la que estábamos antes de iniciar todas estas maniobras.
Asimismo, las personas que no pueden aumentar sus ingresos, como los pensionados y trabajadores, se convierten en víctimas de un mayor costo de vida.
Además, el Banco Central —más bien, los costarricenses, a quienes pertenece— pierde dinero, al comprar dólares a un precio por encima del mercado.
Es cierto que en el último año hemos perdido competitividad con respecto a países como Colombia, Chile o México, que se hicieron más baratos.
Pero el valor de esas monedas cayó respecto al dólar, no porque los países manipularon sus monedas, sino porque bajaron los precios de los productos básicos —cobre, cinc, petróleo y madera— que ellos exportan.
Cuando se inicie el próximo auge económico, el precio de los productos básicos de todas formas se incrementará, revirtiendo la depreciación que se vive hoy en los pesos de Colombia, Chile y México.







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.