El deterioro ambiental en Osa
| Lunes 10 enero, 2011
El deterioro ambiental en Osa
Nos causa profunda preocupación el deterioro que se sigue dando en la Península de Osa, y que no se detiene. En otro artículo había señalado que en dicha península se ha determinado un grave impacto ambiental producto de las crecientes construcciones, especialmente de casas, que fue confirmado por parte del Tribunal Ambiental Administrativo y la Universidad de Costa Rica en este paraíso, rico en múltiples especies de árboles y animales.
Sobre el particular, el Tribunal Ambiental Adscrito al Ministerio de Ambiente y Energía señaló que los daños se dan por corta de árboles, movimientos de tierras para crear terrazas y apertura de caminos en la alta montaña. Estudios técnicos, como el de la Escuela de Biología de la UCR, han demostrado que el desarrollo inmobiliario en Osa ha generado graves consecuencias; una de ellas es la destrucción de la biodiversidad marina y terrestre provocada, especialmente, por las construcciones en las filas montañosas de Osa, las cuales provocan deforestación y fragmentación de bosques primarios y secundarios, así como la eliminación casi completa de plantas remanentes y sus animales asociados en áreas descubiertas de bosque.
Asimismo, en lo que se refiere a los efectos sobre la biodiversidad acuática, existen evidencias directas de aumento en la sedimentación de ecosistemas acuáticos, como los arrecifes de coral del Parque Nacional Marino Ballena, producto de las descargas de sedimentos del litoral costero cercano. Esa sería también la amenaza sobre el recurso hídrico, particularmente en la cantidad y calidad del agua para las comunidades humanas y silvestres, debido a la destrucción de manantiales, disminución de la recarga de acuíferos profundos y la contaminación del agua por sedimentos, daño a la vida en ríos y en el área costera.
Cabe destacar que diferentes organizaciones han evidenciado el desarrollo desmedido e irresponsable en el cantón de Osa, que pone en peligro la biodiversidad y la belleza escénica de la zona. Por otra parte, la Contraloría General de la República ha emitido disposiciones para la Municipalidad de Osa que señalan la forma desordenada y descoordinada en que se están aprobando los instrumentos de control de desarrollo turístico en el cantón de Osa.
Es importante recordar que la Península de Osa, con sus 160 mil hectáreas de extensión, se ubica en el Pacífico Sureste de Costa Rica (Pacífico Central y Sur) y está comprendida entre el Golfo Dulce y el Océano Pacífico y cerca de un tercio de las especies de árboles en Costa Rica se han registrado en la región, incluyendo la mitad de las especies de árboles amenazadas en el país. La variedad de fauna es increíblemente rica; las especies registradas en la región representan entre el 50% y el 30% de todas las especies conocidas en el país.
En el primer semestre de este año se tramitaron permisos para construir por más de 87 mil metros cuadrados. El presidente del Tribunal Ambiental indicó: ”Hemos determinado que hay un proceso muy rápido de degradación ambiental por los desarrollos inmobiliarios y complejos hoteleros que se están instalando en la zona”.
Lic Bernal Monge Pacheco
Consultor
Nos causa profunda preocupación el deterioro que se sigue dando en la Península de Osa, y que no se detiene. En otro artículo había señalado que en dicha península se ha determinado un grave impacto ambiental producto de las crecientes construcciones, especialmente de casas, que fue confirmado por parte del Tribunal Ambiental Administrativo y la Universidad de Costa Rica en este paraíso, rico en múltiples especies de árboles y animales.
Sobre el particular, el Tribunal Ambiental Adscrito al Ministerio de Ambiente y Energía señaló que los daños se dan por corta de árboles, movimientos de tierras para crear terrazas y apertura de caminos en la alta montaña. Estudios técnicos, como el de la Escuela de Biología de la UCR, han demostrado que el desarrollo inmobiliario en Osa ha generado graves consecuencias; una de ellas es la destrucción de la biodiversidad marina y terrestre provocada, especialmente, por las construcciones en las filas montañosas de Osa, las cuales provocan deforestación y fragmentación de bosques primarios y secundarios, así como la eliminación casi completa de plantas remanentes y sus animales asociados en áreas descubiertas de bosque.
Asimismo, en lo que se refiere a los efectos sobre la biodiversidad acuática, existen evidencias directas de aumento en la sedimentación de ecosistemas acuáticos, como los arrecifes de coral del Parque Nacional Marino Ballena, producto de las descargas de sedimentos del litoral costero cercano. Esa sería también la amenaza sobre el recurso hídrico, particularmente en la cantidad y calidad del agua para las comunidades humanas y silvestres, debido a la destrucción de manantiales, disminución de la recarga de acuíferos profundos y la contaminación del agua por sedimentos, daño a la vida en ríos y en el área costera.
Cabe destacar que diferentes organizaciones han evidenciado el desarrollo desmedido e irresponsable en el cantón de Osa, que pone en peligro la biodiversidad y la belleza escénica de la zona. Por otra parte, la Contraloría General de la República ha emitido disposiciones para la Municipalidad de Osa que señalan la forma desordenada y descoordinada en que se están aprobando los instrumentos de control de desarrollo turístico en el cantón de Osa.
Es importante recordar que la Península de Osa, con sus 160 mil hectáreas de extensión, se ubica en el Pacífico Sureste de Costa Rica (Pacífico Central y Sur) y está comprendida entre el Golfo Dulce y el Océano Pacífico y cerca de un tercio de las especies de árboles en Costa Rica se han registrado en la región, incluyendo la mitad de las especies de árboles amenazadas en el país. La variedad de fauna es increíblemente rica; las especies registradas en la región representan entre el 50% y el 30% de todas las especies conocidas en el país.
En el primer semestre de este año se tramitaron permisos para construir por más de 87 mil metros cuadrados. El presidente del Tribunal Ambiental indicó: ”Hemos determinado que hay un proceso muy rápido de degradación ambiental por los desarrollos inmobiliarios y complejos hoteleros que se están instalando en la zona”.
Lic Bernal Monge Pacheco
Consultor