El Cooperativismo es un motor de desarrollo
| Viernes 23 abril, 2010
El Cooperativismo es un motor de desarrollo
El desafío del cooperativismo para el siglo XXI está en impulsar la construcción de un nuevo modelo económico, social y político, que siga privilegiando al ser humano por encima del capital.
Es una doctrina social con filosofía propia y principios y valores básicos. Como sistema socieconómico su objetivo principal no es el lucro, sino brindar un servicio y su ley fundamental es la igualdad entre sus miembros, ya que todos tienen los mismos deberes y derechos.
Recientemente, Coopemex fue intervenida por la Superintendencia General de Entidades Financieras, por aparente manejo irregular de fondos públicos, que estuvo a punto de crear un estampida de socios del sector cooperativista.
Cabe destacar que la reacción solidaria de los cooperativas no se hizo esperar, buscando alianzas y soluciones en beneficio de los socios para que puedan recuperar sus ahorros y mantener la confianza en el sistema.
La cooperación es un valor, y también la base fundamental de la cultura de la humanidad, en ella funda su finalidad que son el ennoblecimiento y el bien común.
Los fines sociales de la cooperación se enmarcan en la búsqueda de la transformación integral de la sociedad, promoviendo su defensa, un desarrollo ordenado y participativo, para demostrar con hechos la importancia de ser solidarios.
Se cree que el cooperativismo nació en Inglaterra en 1844 y llegó a Costa Rica 80 años más tarde, en la década de los años 20, cuando se crearon algunas cooperativas gracias al impulso de extranjeros y nacionales que habían conocido el modelo Cooperativo en Europa.
Sin embargo, no fue hasta el 26 de agosto de 1943 cuando en Costa Rica se emite la primera legislación en materia Cooperativa, incluyéndose en el Código de Trabajo un capítulo dedicado a las asociaciones cooperativas.
Esto supone que el cooperativismo surgió como un sistema que logró con mucho éxito la generación de empleos, y la distribución de ganancias entre los asociados, claro está, inspirados en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, equidad, honestidad y solidaridad.
El periodo de esplendor del cooperativismo costarricense se dio en las décadas del 70 y del 80, pues el proyecto del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales empezaba a dar sus frutos. En 1963 el sector contabilizaba 67 cooperativas activas. Al terminar los años 70, el número ascendió a 350.
No obstante, la década de los 90, fue un periodo realmente difícil para el sector, porque se inició con aproximadamente 400 cooperativas activas y se terminó con cerca de 300 asociaciones, a pesar de que el número de asociados creció.
En 1998 el sector fue golpeado por la crisis internacional, año en que fueron intervenidos el Banco Federado (propiedad de Fedecrédito R.L), y Bancoop R.L además de otras que se disolvieron por falta de liquidez.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos el Río Pacuare
El desafío del cooperativismo para el siglo XXI está en impulsar la construcción de un nuevo modelo económico, social y político, que siga privilegiando al ser humano por encima del capital.
Es una doctrina social con filosofía propia y principios y valores básicos. Como sistema socieconómico su objetivo principal no es el lucro, sino brindar un servicio y su ley fundamental es la igualdad entre sus miembros, ya que todos tienen los mismos deberes y derechos.
Recientemente, Coopemex fue intervenida por la Superintendencia General de Entidades Financieras, por aparente manejo irregular de fondos públicos, que estuvo a punto de crear un estampida de socios del sector cooperativista.
Cabe destacar que la reacción solidaria de los cooperativas no se hizo esperar, buscando alianzas y soluciones en beneficio de los socios para que puedan recuperar sus ahorros y mantener la confianza en el sistema.
La cooperación es un valor, y también la base fundamental de la cultura de la humanidad, en ella funda su finalidad que son el ennoblecimiento y el bien común.
Los fines sociales de la cooperación se enmarcan en la búsqueda de la transformación integral de la sociedad, promoviendo su defensa, un desarrollo ordenado y participativo, para demostrar con hechos la importancia de ser solidarios.
Se cree que el cooperativismo nació en Inglaterra en 1844 y llegó a Costa Rica 80 años más tarde, en la década de los años 20, cuando se crearon algunas cooperativas gracias al impulso de extranjeros y nacionales que habían conocido el modelo Cooperativo en Europa.
Sin embargo, no fue hasta el 26 de agosto de 1943 cuando en Costa Rica se emite la primera legislación en materia Cooperativa, incluyéndose en el Código de Trabajo un capítulo dedicado a las asociaciones cooperativas.
Esto supone que el cooperativismo surgió como un sistema que logró con mucho éxito la generación de empleos, y la distribución de ganancias entre los asociados, claro está, inspirados en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, equidad, honestidad y solidaridad.
El periodo de esplendor del cooperativismo costarricense se dio en las décadas del 70 y del 80, pues el proyecto del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales empezaba a dar sus frutos. En 1963 el sector contabilizaba 67 cooperativas activas. Al terminar los años 70, el número ascendió a 350.
No obstante, la década de los 90, fue un periodo realmente difícil para el sector, porque se inició con aproximadamente 400 cooperativas activas y se terminó con cerca de 300 asociaciones, a pesar de que el número de asociados creció.
En 1998 el sector fue golpeado por la crisis internacional, año en que fueron intervenidos el Banco Federado (propiedad de Fedecrédito R.L), y Bancoop R.L además de otras que se disolvieron por falta de liquidez.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos el Río Pacuare