El arte de forzar el computador al límite
| Lunes 01 agosto, 2011
El arte de forzar el computador al límite
El “overclock” es una disciplina que fuerza la capacidad de un dispositivo al poner en marcha gran cantidad de programas al mismo tiempo con la ayuda de nitrógeno líquido
El argentino Nacho Arroyo es un apasionado de la tecnología que se ha convertido en una estrella del “overclock”, una disciplina que fuerza al límite la capacidad del computador al poner en marcha gran cantidad de programas al mismo tiempo con la ayuda de nitrógeno líquido.
Como aclaración, nada mejor que un ejemplo: la frecuencia de trabajo de un computador se mide en hercios y Arroyo es capaz de hacer funcionar su procesador a 6.100 megahercios, cuando su velocidad nominal es de 3.200 megahercios, según aseguró.
Claro que forzar la máquina de esta manera lleva consigo un aumento alarmante de su temperatura, así que debe recurrir a métodos externos de refrigeración para evitar que el procesador se dañe.
En sus inicios, Arroyo utilizaba “refrigeraciones comunes como aire y agua”, pero hace un año comenzó a emplear nitrógeno líquido, “un método más extremo”, definió.
Las demostraciones de “overclocking” que se realizan en eventos tecnológicos resultan así de lo más vistoso, con los procesadores desmontados por partes y el vapor del nitrógeno rezumando cada vez que los expertos enfrían sus máquinas.
Arroyo forma parte de la elite de “overclockers” y es toda una estrella en estos acontecimientos, y no es para menos: él mismo se define como “el número uno de Latinoamérica y el 19 mundial” de esta disciplina.
Buenos Aires / EFE
El “overclock” es una disciplina que fuerza la capacidad de un dispositivo al poner en marcha gran cantidad de programas al mismo tiempo con la ayuda de nitrógeno líquido
El argentino Nacho Arroyo es un apasionado de la tecnología que se ha convertido en una estrella del “overclock”, una disciplina que fuerza al límite la capacidad del computador al poner en marcha gran cantidad de programas al mismo tiempo con la ayuda de nitrógeno líquido.
Como aclaración, nada mejor que un ejemplo: la frecuencia de trabajo de un computador se mide en hercios y Arroyo es capaz de hacer funcionar su procesador a 6.100 megahercios, cuando su velocidad nominal es de 3.200 megahercios, según aseguró.
Claro que forzar la máquina de esta manera lleva consigo un aumento alarmante de su temperatura, así que debe recurrir a métodos externos de refrigeración para evitar que el procesador se dañe.
En sus inicios, Arroyo utilizaba “refrigeraciones comunes como aire y agua”, pero hace un año comenzó a emplear nitrógeno líquido, “un método más extremo”, definió.
Las demostraciones de “overclocking” que se realizan en eventos tecnológicos resultan así de lo más vistoso, con los procesadores desmontados por partes y el vapor del nitrógeno rezumando cada vez que los expertos enfrían sus máquinas.
Arroyo forma parte de la elite de “overclockers” y es toda una estrella en estos acontecimientos, y no es para menos: él mismo se define como “el número uno de Latinoamérica y el 19 mundial” de esta disciplina.
Buenos Aires / EFE