El Parque Nacional Manuel Antonio en peligro
José Antonio Salazar Alvarez jsalazar697@yahoo.com | Miércoles 25 enero, 2023
José Antonio Salazar Alvarez
Ex-administrador
Parque Nacional Manuel Antonio
Un Parque Nacional es una Area Silvestre Protegida cuyo objetivo principal es la protección de la biodiversidad. Esta categoría de manejo de las áreas protegidas permite, limitadamente y previa planificación cuidadosa, la visitación turística y la investigación científica.
La visitación turística debe respetar una serie de lienamientos de planificación estratégica, que permiten ubicar el "Area de Uso Público" en una zona del parque, que no interfiera, o lo haga mínimamente, con la biodiversidad que busca pretegerse. Por eso los lineamientos que se deben seguir, deben ampararse en investigaciones y estudios científicos que permiten determinar que áreas son adecuadas para ello. Uno de los aspectos más importantes es lo que se ha llamado "Capacidad de Carga" o "Límite de Carga Aceptable". En base a ello, se delimita el área y se emiten una serie de leyes y regulaciones obligatorias, que deben acatar los visitantes. Asímismo, la Administración del área protegida, debe asegurarse de tener recursos y las herramientas de planificación, que le permitan manejar esa visitación y poder controlarla. Con ello, nos aseguraremos de no destruir el recurso natural presente y que la actividad humana, sea la menor carga posible para la estabilidad de los ecosisitemas.
Estos parámetros deben aplicarse en todas las áreas silvestres protegidas que estén clasificadas bajo la categoría de Parque Nacional.
Este manejo ha permitido, que nuestras áreas silvestres protegidas hayan sobrevivido por más de 50 años. Especialmente los Parques Nacionales.
Por los motivos antes señalados, es alarmante la situación que enfrenta en este momento el Parque Nacional Manuel Antonio. Sufre esta importante área protegida, el embate político y comercial, de algunos neófitos con poder, que creen que pueden "manejarlo" invocando necesidades comerciales y turísticas, sin respetar siquiera la legislación existente. Su objetivo es comercial solamente. A mayor visitación, mayores ingresos monetarios. El respeto por la biodiversidad no importa. Y esto debe llamarnos a reflexión.
Costa Rica ha labrado nacional e internacionalmente una sólida reputación de país conservacionista, que respeta el medio ambiente. Gracias a ello, la "industria verde" es hoy día, practicamente, la que mayor cantida de divisas "limpias" aporta a nuestra economía. Antes de la pandemia se situaba en el 5% del PIB. Más que el café, la carne, el banano y otros rubros. La recuperación va a pasos agigantados.
Con un tesoro semejante, cabe esperar, que el Estado Costarricense priorice esta fuente de ingresos, recursos, riqueza y empleo. Que proteja adecuadamente estas, las verdaderas "Joyas de la abuela".
Desafortunadamente no es así. Tristemente vemos, como los encargados de llevar a cabo esta importantísima gestión, no parecen reunir los requisitos necesarios. Reflejado en el pobre manejo que se hace de ellas.
Igualmente, no se le dan a las áreas protegidas los recursos humanos y materiales, para que su manjeo sea compatible con las exigencias objetivas. Basta examinar el presupuesto que el gobierno ha destinado al MINAE, que repercute negativamente en estas Áreas . Este rubro, sumado a la indiferencia y voracidad de un sector privado, que no quiere cooperar, lo mismo que Insituciones como el ICT, que se desentienden de las necesidades reales de esas áreas, hacen muy difícil llevar a cabo una gestión exitosa.
El problema es que urge invertir mucho más recursos en esta la principal "industria" de nuestro país. Recordemos que las áreas silvestres protegidas nos dan agua y aire limpio, divisas, empleo, investigación científica, recreación y una serie de beneficios ambientales que solo ellas pueden suministrar. Además, y esto no se puede ignorar, ofrecen el único granito de arena, que nuestro país aporta, contra el Calentamiento Global y el Cambio Climático. Tenemos un serio compromiso de sobrevivencia propia y con el planeta. En ello podríamos decir sin exagerar, nos va la vida.
Siguiendo los líneamientos anteriores, alarma la superficialidad, desconocimiento y falta de compromiso político, ambiental y comercial, con que se quiere manejar el Parque Nacional Manuel Antonio.
Pudimos leer recientemente, en reportajes de los periódicos "Universidad" y "La República", acerca de las actuaciones del Ministro del Ambiente, Sr. Tattenbach y dos diputados de la provincia de Puntarenas.
De manera apresurada, tratan de solventar, lo que ellos consideran una emergencia, y que hay que resolver de inmediato. Me refiero a la visitación turística y a la "Capacidad de carga" de este lugar.
.Pero no tiene nada que ver esa prisa, con las necesidades ambientales, de personal y gestión de esa importante área protegida. El motivo de la prisa, es solamente complacer a los comericantes de la zona y permitir una visitación masiva al parque, no importando la "capacidad de Carga" del mismo, ni la capacidad de gestión del personal residente.
Lo alarmante de esto, además de inaceptable, es ver la actuación del señor ministro del Ambiente y la ignoranacia con que actúan los señores diputados.
No dudo de su buena intención, pero no se trata de "soplar y hacer botellas". Estamos hablando de un Parque Nacional. De una Area Silvestre protegida por ley y cuidadosamente reglamentada, en lo que se refiere al uso público. La "capacidad de carga" de estas áreas no se inventa y menos se agranda o achica con disposiciones burocráticas. De hacerlo así, estamos condenando este Parque Nacional al colapso, afectando los ecosistemas presentes y destruyendo pulatinamente, lo que hace 50 años se trató de resguardar y manjear. Precisamente, para favorecer a perpetuidad la biodiversidad de la zona y, ofrecer, un sitio equilibrado, de recreo sano a la población costarricense y foránea.
Vale la pena recordar, que este Parque Nacional nació gracias a la población de Quepos, y al calor de la lucha de muchos jóvenes, que decidieron que el Estado costarricense debía proteger ese hermoso paraje a perpetuidad, para goce de propios y extraños. Y la verdad, simpre ha sido así. Y se ha manejado exitosamente, a pesar de que año a año se enfrentan los mismos problemas. Sobretodo la visitación masiva en ciertas épocas del año.
Pero para consolidar el éxito en el manejo adecuado de este Parque Nacional, logrando el equilibrio necesario entre desarrolo y conservación, se debe actuar sabiamente en su gestión. Y siempre, amparado en las leyes de su creación y su reglamentación. Sin olvidar por supuesto, que la dotación de recursos debe ser la adecuada según sus exigencias. Forzar visitación agregada en base a acuerdos burocráticos, no es ninguna solución. Obviamente se necesitan algunas reformas sencillas, que permitan regular el ingreso, sin violar la reglamentación existente.
Así por ejemplo, la venta de entradas "en línea" no funciona en este lugar, donde la entrada de personas debe ser cuidadosamente vigilada. Por 50 años, la fórmula de "primero en llegar, primero en entrar" sigue siendo la idónea. Es justa, no descrimina y permite gradualmente, que las personas realmente interesadas en conocer una Area Silvestgre Protegida, puedan ingresar. La capacidad de gestión del personal residente es fundamental.
Es necesario que controle suidadosamente el ingreso y egreso de los visitantes.
Se mantiene así el número a que obliga la ley. Igualmente la presión sobre el recurso es poca y el personal encargado del cuido y vigilancia interno, podrá llevarlo a cabo. Caso contario, imperará el caos y desaparecerá la capacidad de gestión de ese personal residente. La basura y el desorden en los servicios sanitarios se hará inmanejable. Además, de que será imposible controlar el uso de agua potable, sumamente escasa en ese Parque Nacional.
Todo esto parece que lo ignoran o lo han olvidado las autoridades del MINAE, como han olvidado, que este Parque Nacional protege la mayor población de monos tití, subespecie Saimiri Oerstedii Citrinellus, que según investigaciones de la Dra. Grace Wong de la UNA, es endémica y habita los remanentes de bosque de la región.
Esto primates ven todos los días amenazada su sobrevivencia, precisamente por el turismo, el irrespeto y pérdida de su hábitat y a la falta de cooperación de algunos comerciantes y hoteleros, que siguen alimentando a estos animales. El mono tití NO es una mascota. El goce del turista no está en ayudar a extinguir una especie. Y menos de primates.
Si a lo anterior sumamos un turismo masivo, el área protegida debe ser y es su único refugio seguro. Caso contrario, estaremos forzando más aún su desaprición.
Aunque es explicable la ignorancia de los diputados de la zona, no lo es la del Ministro, que debería tener quien lo asesore.
Hay mecanismos para evitar que se sobrepasen los límites que anteriores estudios de capacidad de carga del Parque señalaban, y que situaban la visitación turística, en 600 personas entre semanas y 800 sábados, domingos y días feriados. Así quedó estipulado en el primer reglamento del área. Luego, sin explicación y justificación, se aumentó el número de visitantes a dos mil. Hay que entender básicamente, que este lugar es un Parque Nacional y que su designación no fue antojadiza. Solo entendiéndolo, se puede respetar la integridad del mismo.
Por ese motivo también, no se puede, alegremente, sumarle visitantes y, lo peor, multiplicar áreas de servicos sanitarios, sin considerar su ubicación e ignorando la compósición de sus suelos.
El suelo de la zona de playa y sus alrededores, que es donde se concentran la mayoría de visitantes, no permiten la absorción adecuada de desechos humanos. Facilmente puede volverse a la problemática de hace pocos años, cuando debido a esto, los excrementos humanos rebozaban por doquier, lo que llevó a cerrar el parque y a que se perdiera la "bandera Azul ecológica" que anualmente este Parque ganaba. Nadie quiere repetir esta amarga experiencia. Pero parece que la codicia promueve nuevamente esta desgracia.
La basura y la caca humana, el pisoteo y la bulla, son los principales factores de afectación de una visitación masiva a este Parque Nacional, que por naturaleza es sumamente frágil. Además, su extensión es muy pequeña y no permite la improvisación. Por eso, hablar de aumentar la visitación, sin medir sus consecuencias es irresponsable. Solo conduce a perjudicar gravemente la biodiversidad del Area Protegida y transformarla, contradictoriamente, en una área saturada y repelente, para quienes quieren disfrutar de su naturaleza única.
Es también una violación "oficial" al Artículo 50 de nuestra Constitución. Para visitación masiva y escandalosa, la región ofrece, fuera del parque, playas extensas y posibilidades comerciales diversas y abundantes.
La Cámara de Comercio de Aguirre conoce los antecedentes de la creación y manejo de este Parque Nacional y su naturalerza frágil. Deberían ser los más interesados, de que este tesoro perdure. Responsablemente, sumarse de primeros a un manejo adecuado. Caso contrario, muy pronto podrían enfrentar una área silvestre protegida vacía, que se consume poco a poco, porque su biodiversidad perdida, no permite la sucesión del bosque y sus habitantes. Sin ningún atractivo para el visitante. Y esto sin hablar del impacto internacional de perder, por negligencia y mala gestión, un Parque Nacional.
Además, es necesario y muy importante recordar, que este Parque Nacional no es solo el área de playas conocidas como "Espadilla Sur, "Manuel Antonio" y "Puerto Escondido". Hay 700 hectáreas más de playas, manglares y bosques, que no se están protegiendo y menos manejando. Recordemos que el límite sur del Parque se extiende hasta la boca del río Portalón.
Ofrece esta área protegida, una zona extensa de playa y manglares remanentes llamada Playa Rey, que se debería manejar, abriendo la posiblidad de ofrecerla al visitante y descongestionar las playas mencionadas, con ese largo litoral, de también increíble belleza.
Pero en ves de ello, el MINAE-SINAC, ha abandonado ilegalmente esa importante área, que se extiende desde la desembocadura del Río Naranjo, pasando por la boca del río Savegre, cuya cuenca baja está comprendida entre los límites de este Parque Nacional, hasta la susodicha boca del río Portalón. El manejo de esta zona, es obligatoria y fundamental para la sobrevivencia integral de este Parque Nacional.
Playa Rey se sumó al Parque Nacional Manuel Antonio después de una larga lucha. Es un corredor litoral, estudiado anteriormente por la Universidad de Costa Rica, que posee características especiales para el recreo regulado y la investigación científica. Es también zona de desove de la tortuga lora (Lepidochelis olivacea) y otras especies de quelonios.
Abarca la cuenca baja del río Savegre, considerada la cuenca más limpia del país. Naciendo en la cordillera de Talamanca, su cuenca superior y media, cubierta en su mayoría de bosque, aporta innumerables riquezas a la región. Se constituye también, junto a los ríos Naranjo, Portalón y Savegre, en corredores biológicos; cordillera-costa, de especial valor, para la biodiversidad de la región. Cuidarla, protegerla y manejarla es urgente.
En abandono muchos años, solo esperemos que el precario y la depredación no la hayan dañado y sean aún recuperable. Aquí sí tienen el Sr. Ministro y los diputados, una situación urgente a resolver de inmediato. Una posibilidad real de ayudar al desarrollo planificado de la zona. Igualmente la Cámara de Turismo de Aguirre.
Un uso y manjeo de esta bella y rica región, redundará en beneficio no solo del cantón y la visitación turística, sino que ampliará enormemente, las posibilidades de que las comunidades vecinas, se vean beneficiadas con un desarrollo verdaderamente sostenible de la zona.
Como podemos ver, actuar sobre factores desconocidos de la naturaleza y existencia de un Parque Nacional, ignorando el "Sitio y Situación" en que está inmerso, es muy grave y lleva a una destrucción gradual del recurso que se pretende proteger.
El Parque Nacional Manuel Antonio no es solamente un sitio de playas bonitas. Encierra un enorme tesoro regional y la gran responsabilidad, de ser el único sitio real de conservación, en una región seriamente afectada por la deforestación y el desarrollo socioeconómico. Ofrece eso sí, integralmente, grandes posibilidades de aprovechamiento sostenible de su riqueza. Pero esta "explotación" debe ser cuidadosa y respetuosa de su entorno y de las leyes, que por 50 años han mantenido ese equilibrio vital para su sobrevivencia.
Sr. Ministro. Señores diputados. Comunidad de Aguirre. País en general.
Por años, algunos polítiicos y comerciantes de la región, han querido meter manos en este Parque Nacional y su manejo. Obviamente para llevar "agua a sus molinos". Deben ustedes entender, que su ingerencia en aspectos técnicos, es inaceptable en el manejo de una área protegida, cobijada bajo esta categoría. Permitirlo o promoverlo, solo llevará a la perversión de un sistema que por más de 50 años ha sido exitoso y se ha convertido en ejemplo internacional de conservación sostenible de los recursos naturales. No sean ustedes los que comiencen a erosionarlo y destruirlo con acciones antojadizas.
Si quieren ayudar, promuevan y logren el financiamiento adecuado. El aumento de personal y equipo y se retome, la capacitación del personal residente, largamente abandonado por los gobiernos de turno.
Si quieren mantener a perpetuidad esta riqueza y los beneficios ecosistémicos que genera, deben adoptar el modelo sostenible que las leyes y los estudios científicos señalan. No está el país, la región ni el planeta, para atender arrebatos políticos populistas, sin enfrenatar las graves consecuencias que de ellos se derivan.