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El futuro del comercio entre China y América Latina y el Caribe

José Pablo Rodríguez eterms@gmail.com | Lunes 07 marzo, 2022

Jp

José Pablo Rodríguez

Director Regional en Asia

Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER)

El impresionante surgimiento como potencia económica y comercial de la República Popular China en las últimas décadas, es un fenómeno que tiene implicaciones de carácter global. En el caso específico del intercambio comercial entre China y América Latina y el Caribe, según cifras publicadas por el Atlantic Council, este mostró una fuerte expansión pasando de USD 12 mil millones a inicios de este milenio, a sumar cerca de USD 315 mil millones veinte años después. Se proyecta que este mismo comercio alcanzaría alrededor de los USD 700 mil millones para el año 2035.

​Realizar proyecciones al 2035 permite jugar con potenciales escenarios en materia de flujos comerciales de la región y en el contexto actual, tratar de vislumbrar las transformaciones e implicaciones geopolíticas de dichos cambios. La línea se demarca en esa fecha pues en varios círculos se especula que China, podría ya para entonces haberse convertido en la primera economía del mundo por encima de los Estados Unidos. Esto es precisamente lo que hicieron desde el Atlantic Council basándose a su vez en los modelos desarrollados para este fin por parte del Pardee Center for International Futures de la Universidad de Denver. Algunas de las preguntas que responde dicho reporte titulado: “China-Lac Trade: Four Scenarios in 2035”, son principalmente: ¿Cómo serán los flujos comerciales entre América Latina y el Caribe y China, cuando esta última se convierta en la primera potencia económica del mundo? ¿Cuál será el rol que jugarán los Estados Unidos y China en América Latina y el Caribe? ¿Cuál será la tendencia en materia de exportaciones latinoamericanas a China? ¿Cómo se comportarán las exportaciones Chinas a la región latinoamericana en el futuro?

​El primer dato que salta a la vista es que, en menor o mayor medida, los cuatro escenarios presentados por el Atlantic Council muestran una profundización e incremento en los flujos de comercio entre China y América Latina y el Caribe, alcanzando el intercambio total cerca de los USD 700 mil millones al 2035. Las diferencias más importantes entre los cuatro escenarios tienen que ver con la participación relativa de las dos potencias comerciales (Estados Unidos y China) en las importaciones de la región Latinoamericana y del Caribe así como la participación de las exportaciones de la región de cara a China.

​Los escenarios planteados por el reporte son cuatro. El primero titulado “el camino actual”, que asume que para el 2035 y a pesar del crecimiento chino, los Estados Unidos se mantendrían como el principal socio comercial de América Latina y el Caribe. El comercio entre China y América Latina y el Caribe incrementará 1.8 veces la tasa de expansión del comercio global para alcanzar los USD 700 mil millones, más del doble de las cifras del 2020.

​El segundo escenario llamado “socios en flujo” es más agresivo y presupone un mundo en el que China, en el 2035, ya ha superado a los Estados Unidos como la primera economía del mundo. El desarrollo resultará en un grado históricamente bajo de dependencia comercial de América Latina y el Caribe con los Estados Unidos. En el 2020, América Latina y el Caribe era aproximadamente tres veces más dependiente de Estados Unidos para las exportaciones que de China. Para el 2035, Estados Unidos va detrás de China en un 1.2%. China como destino de exportación representaría más del 40% de las exportaciones de países como Brasil, Chile y Perú.

​En un tercer escenario, seríamos testigos de lo que describen como “el fin de la bonanza agrícola”. La composición sectorial de las exportaciones de América Latina y el Caribe a China cambiaría en los próximos trece años. En particular, se observaría una disminución constante en la participación de los envíos de bienes agrícolas. Este escenario tiene implicaciones importantes para los gobiernos y las empresas, ya que los productos agrícolas representaron alrededor de un tercio de las exportaciones de la región a China en el 2020. Paralelamente, el comercio de commodities de la región con China, como productos básicos de metales y minerales, seguirá aumentando, pero a un ritmo más lento. En el 2035, China podría representar el 45% de las exportaciones totales de commodities de América Latina y el Caribe, en comparación con el 3% en el año 2000.

​El cuarto escenario se describe como un “un acto de cuerda floja”. Surge un nivel sin precedentes de dependencia comercial entre China y América Latina y el Caribe, en gran parte impulsado por las crecientes importaciones de la región desde China. Para el año 2035, un mayor número de países de la región tendría a China, en lugar de a Estados Unidos, como su principal origen de importaciones. Además, este escenario también apunta a déficits comerciales históricamente altos para la región en sus relaciones con China, tema espinoso que podría despertar grandes debates políticos.

​Es complejo proyectar lo que pasará en el mundo en tan solo un año, no digamos ahora en los próximos trece años. Sin embargo, este tipo de ejercicios permiten introducir escenarios para entender mejor en dónde estaremos y tomar decisiones de política pública para sacar mejor provecho de los cambios estructurales en los flujos globales de comercio e inversión. El caso de China, no importa desde qué perspectiva se le mire, seguirá teniendo un gran impacto en los flujos comerciales de América Latina y el Caribe y también, en la histórica participación en los flujos comerciales de la región con los Estados Unidos.

*Es Máster en Gerencia y Negociaciones Internacionales y tiene una especialización en Liderazgo de Talentos y Equipos.

Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la visión u opinión de la organización para la que trabaja.






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