El Colegio Lincoln
| Sábado 28 junio, 2008
El Colegio Lincoln
Como Director General del Colegio Lincoln no puedo guardar silencio respecto al artículo de la señora Macarena Barahona publicado en LA REPUBLICA el sábado 21 de junio pasado, pues estaría confirmando y avalando lo dicho en el mismo, cuando en mucho se aleja de la verdad.
El Colegio Lincoln es administrado por una asociación que por su naturaleza opera sin fines de lucro y que se financia con las cuotas de ingreso que aportan sus asociados. Es una asociación cuyo único objetivo es brindar una educación multicultural y de alta calidad. Así está establecido tanto en sus estatutos como en la Visión y Misión de la institución.
Tiene razón la señora Barahona en indicar que por la generosidad del señor Challe la educación se vio beneficiada, pues en ese terreno el campus del Colegio Lincoln permaneció durante 54 años, permitiendo educar a cientos de graduados.
Sin embargo, la reubicación de la institución siempre se hizo fiel al espíritu de la generosidad y visión de don André, y con la aprobación de su viuda, doña Mary, y su hija Jenny. Además, el terreno de Moravia fue vendido al colegio por don André en 1952, por una suma simbólica, para que el Colegio Lincoln fuera libre de seguir su Visión y Misión educativa en el futuro.
En marzo de 2007 el Colegio Lincoln inauguró sus instalaciones en Barrio El Socorro en San Miguel de Santo Domingo de Heredia, las cuales fueron financiadas en parte con la venta del terreno de Moravia, pues para el resto se recurrió a un financiamiento. Todo el proceso de demolición y posterior venta del terreno se dio dentro del marco legal. No existía restricción legal o condición que impidiera lo anterior y obedeció única y exclusivamente a la necesidad que tenía la institución de mejorar en beneficio de sus estudiantes.
Así las cosas, se tomaron las decisiones para reubicar el centro educativo en una sede que hoy día permite un mejor entorno para el aprendizaje, y de esa manera, sustenta y fortalece el programa educativo, lo cual sí es motivo de un gran festín para toda la comunidad costarricense.
Jack J. Bimrose
Director General Colegio Lincoln
Como Director General del Colegio Lincoln no puedo guardar silencio respecto al artículo de la señora Macarena Barahona publicado en LA REPUBLICA el sábado 21 de junio pasado, pues estaría confirmando y avalando lo dicho en el mismo, cuando en mucho se aleja de la verdad.
El Colegio Lincoln es administrado por una asociación que por su naturaleza opera sin fines de lucro y que se financia con las cuotas de ingreso que aportan sus asociados. Es una asociación cuyo único objetivo es brindar una educación multicultural y de alta calidad. Así está establecido tanto en sus estatutos como en la Visión y Misión de la institución.
Tiene razón la señora Barahona en indicar que por la generosidad del señor Challe la educación se vio beneficiada, pues en ese terreno el campus del Colegio Lincoln permaneció durante 54 años, permitiendo educar a cientos de graduados.
Sin embargo, la reubicación de la institución siempre se hizo fiel al espíritu de la generosidad y visión de don André, y con la aprobación de su viuda, doña Mary, y su hija Jenny. Además, el terreno de Moravia fue vendido al colegio por don André en 1952, por una suma simbólica, para que el Colegio Lincoln fuera libre de seguir su Visión y Misión educativa en el futuro.
En marzo de 2007 el Colegio Lincoln inauguró sus instalaciones en Barrio El Socorro en San Miguel de Santo Domingo de Heredia, las cuales fueron financiadas en parte con la venta del terreno de Moravia, pues para el resto se recurrió a un financiamiento. Todo el proceso de demolición y posterior venta del terreno se dio dentro del marco legal. No existía restricción legal o condición que impidiera lo anterior y obedeció única y exclusivamente a la necesidad que tenía la institución de mejorar en beneficio de sus estudiantes.
Así las cosas, se tomaron las decisiones para reubicar el centro educativo en una sede que hoy día permite un mejor entorno para el aprendizaje, y de esa manera, sustenta y fortalece el programa educativo, lo cual sí es motivo de un gran festín para toda la comunidad costarricense.
Jack J. Bimrose
Director General Colegio Lincoln