"Edificios de tofu" atizarían inflación en China
| Lunes 26 mayo, 2008
“Edificios de tofu” atizarían inflación en China
Tokio – “Edificios de tofu”. Así es como los chinos de zonas rurales llaman desde hace tiempo a las estructuras levantadas con notable rapidez. De afuera parecen pasables, pero no son mucho más sólidas que la cuajada de leche de soja colocada en la mesa de la cena anoche.
No es una novedad que en el auge de la construcción en China se ha dado preferencia a la rapidez sobre la calidad. Pero se necesitó el devastador terremoto de este mes en Sichuan para subrayar la idea, y con pruebas dolorosas y gráficas. El desastre costó por lo menos 51.000 vidas y desplazó a 12 millones de personas hasta ahora.
Los economistas se afanan por establecer qué significa la tragedia para la economía de más rápido crecimiento entre las principales del mundo. Para los estrategas de Pekín que tratan de frenar la inflación, las opiniones iniciales no serán una buena nueva.
“El principal impacto de la crisis será inflacionario en el corto plazo y positivo para la inflación en el mediano”, dice Glenn Maguire, economista jefe de Société Générale para Asia, desde su despacho en Hong Kong.
Eso no es lo que uno quiere oír cuando trata de evitar que una economía se recaliente.
Sichuan es una provincia mediterránea que representa aproximadamente 0,2% de las exportaciones chinas. Sin duda, las interrupciones en el abastecimiento y distribución de productos agrícolas en China son importantes.
Maguire señala que la región es responsable del 7,3% de la oferta de arroz en el país y del 4,2% de la de trigo. También es importante en la ganadería porcina, impulsora clave de las presiones inflacionarias en los últimos 12 meses.
Los precios al consumidor en China subieron 8,5% en abril, un ritmo de aumento cercano al más veloz desde 1996. La inflación podría acelerarse a 9% en el próximo par de meses, según Sherman Chan, economista en Sydney para Moody's Economy.com.
Los efectos indirectos son mucho más importantes y más difíciles de predecir. Podrían atizar la inflación más de lo que calculan los economistas en los próximos 12 meses.
Una súbita oleada de temor avanza por el país de 1.300 millones de habitantes. Al ver cuán fácilmente escuelas, hospitales y otras estructuras vitales se derrumbaron en Sichuan, probablemente los funcionarios se apresurarán a exigir que los edificios cumplan con el código de construcción.
Esto puso de relieve la carrera armamentista de la construcción que ha originado buena parte del crecimiento económico chino. Una docena de ciudades desparramadas por todo el país quieren ser las próximas Dalian, Shanghai o Shenzhen. Quieren autopistas de seis carriles, aeropuertos internacionales, hoteles Grand Hyatt, grandes universidades, hospitales modernos y teatros de ópera. Este auge de la construcción torna la economía china en algo difícil de controlar.
Sin embargo, es de esperar que haya una masiva revisión antes por el tema del terremoto. Una vez establecida la cantidad total de muertos en el terremoto, los funcionarios gubernamentales de la región de Sichuan tendrán que responder por lo sucedido.
El banco central chino puede elevar las tasas todo lo que quiera, pero no servirá de mucho. Los funcionarios de Pekín pueden anunciar todas las medidas administrativas que deseen: el crecimiento chino tiene mayores probabilidades de acelerarse que de disminuir. También vale la pena considerar los niveles de deuda. “Todos los bancos están anunciando que prestarán más a las regiones afectadas”, dice Chan, de Economy.com.
“Es una gran cosa lo que hacen los bancos, ayudar a las áreas afectadas, pero si uno lo mira desde el punto de vista de un inversor, se preocupará. Esta gente tendrá problemas para pagar y los bancos les están prestando más”.
A medida que avanza el 2008, resulta claro que este no es el año mágico que los jerarcas del Partido Comunista imaginaron. Eligieron el 8 de agosto para iniciar las Olimpíadas de Pekín por una razón. El ocho es un número auspicioso para los chinos y el 8/8/08 parecía una fecha afortunada para iniciar la fiesta de presentación en sociedad del país.
Este año no ha sido ni remotamente el que esperaba el presidente Hu Jintao. Comenzó con inusuales tormentas de nieve que paralizaron muchas partes del vasto territorio. La represión en el Tíbet provocó condenas globales y un caótico relevo de la antorcha olímpica.
Tokio – “Edificios de tofu”. Así es como los chinos de zonas rurales llaman desde hace tiempo a las estructuras levantadas con notable rapidez. De afuera parecen pasables, pero no son mucho más sólidas que la cuajada de leche de soja colocada en la mesa de la cena anoche.
No es una novedad que en el auge de la construcción en China se ha dado preferencia a la rapidez sobre la calidad. Pero se necesitó el devastador terremoto de este mes en Sichuan para subrayar la idea, y con pruebas dolorosas y gráficas. El desastre costó por lo menos 51.000 vidas y desplazó a 12 millones de personas hasta ahora.
Los economistas se afanan por establecer qué significa la tragedia para la economía de más rápido crecimiento entre las principales del mundo. Para los estrategas de Pekín que tratan de frenar la inflación, las opiniones iniciales no serán una buena nueva.
“El principal impacto de la crisis será inflacionario en el corto plazo y positivo para la inflación en el mediano”, dice Glenn Maguire, economista jefe de Société Générale para Asia, desde su despacho en Hong Kong.
Eso no es lo que uno quiere oír cuando trata de evitar que una economía se recaliente.
Sichuan es una provincia mediterránea que representa aproximadamente 0,2% de las exportaciones chinas. Sin duda, las interrupciones en el abastecimiento y distribución de productos agrícolas en China son importantes.
Maguire señala que la región es responsable del 7,3% de la oferta de arroz en el país y del 4,2% de la de trigo. También es importante en la ganadería porcina, impulsora clave de las presiones inflacionarias en los últimos 12 meses.
Los precios al consumidor en China subieron 8,5% en abril, un ritmo de aumento cercano al más veloz desde 1996. La inflación podría acelerarse a 9% en el próximo par de meses, según Sherman Chan, economista en Sydney para Moody's Economy.com.
Los efectos indirectos son mucho más importantes y más difíciles de predecir. Podrían atizar la inflación más de lo que calculan los economistas en los próximos 12 meses.
Una súbita oleada de temor avanza por el país de 1.300 millones de habitantes. Al ver cuán fácilmente escuelas, hospitales y otras estructuras vitales se derrumbaron en Sichuan, probablemente los funcionarios se apresurarán a exigir que los edificios cumplan con el código de construcción.
Esto puso de relieve la carrera armamentista de la construcción que ha originado buena parte del crecimiento económico chino. Una docena de ciudades desparramadas por todo el país quieren ser las próximas Dalian, Shanghai o Shenzhen. Quieren autopistas de seis carriles, aeropuertos internacionales, hoteles Grand Hyatt, grandes universidades, hospitales modernos y teatros de ópera. Este auge de la construcción torna la economía china en algo difícil de controlar.
Sin embargo, es de esperar que haya una masiva revisión antes por el tema del terremoto. Una vez establecida la cantidad total de muertos en el terremoto, los funcionarios gubernamentales de la región de Sichuan tendrán que responder por lo sucedido.
El banco central chino puede elevar las tasas todo lo que quiera, pero no servirá de mucho. Los funcionarios de Pekín pueden anunciar todas las medidas administrativas que deseen: el crecimiento chino tiene mayores probabilidades de acelerarse que de disminuir. También vale la pena considerar los niveles de deuda. “Todos los bancos están anunciando que prestarán más a las regiones afectadas”, dice Chan, de Economy.com.
“Es una gran cosa lo que hacen los bancos, ayudar a las áreas afectadas, pero si uno lo mira desde el punto de vista de un inversor, se preocupará. Esta gente tendrá problemas para pagar y los bancos les están prestando más”.
A medida que avanza el 2008, resulta claro que este no es el año mágico que los jerarcas del Partido Comunista imaginaron. Eligieron el 8 de agosto para iniciar las Olimpíadas de Pekín por una razón. El ocho es un número auspicioso para los chinos y el 8/8/08 parecía una fecha afortunada para iniciar la fiesta de presentación en sociedad del país.
Este año no ha sido ni remotamente el que esperaba el presidente Hu Jintao. Comenzó con inusuales tormentas de nieve que paralizaron muchas partes del vasto territorio. La represión en el Tíbet provocó condenas globales y un caótico relevo de la antorcha olímpica.