Economistas fustigan al Banco Central
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Domingo 30 marzo, 2008
Credibilidad y autoridad de la entidad se erosionan a juicio de analistas
Economistas fustigan al Banco Central
• El régimen de bandas como transición a metas de inflación se percibe largo y dañino
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Un grupo de economistas criticó el régimen de bandas cambiarias y el periodo de transición hacia un esquema de flotación administrada, por considerar que está durando mucho y generando efectos indeseables para la economía.
La experiencia de países que aplicaron las bandas es que las abandonaron cuando percibieron que no servían o mantenían “obstinadamente” el tipo de cambio pegado en el límite inferior, como ocurre en Costa Rica, dijeron los analistas.
El periodo de cambio de un régimen de bandas hacia una flotación administrada se está haciendo muy prolongado, lo que genera efectos indeseables, dijo Jorge Guardia, ex presidente del Banco Central. “Hay incertidumbre y la liquidez que ha generado está “recalentando” la economía, y la expansión crediticia amenaza la estabilidad financiera, precisó Guardia.
Más riguroso fue Juan Muñoz, economista, quien afirmó que no creía en el sistema de bandas y que el país debería discutir seriamente la conveniencia de dolarizarse.
Al coro de críticas se sumó Rodrigo Bolaños, ex presidente del Banco Central, quien tomó parte con Muñoz y Guardia ayer en un seminario sobre el régimen cambiario organizado por la Academia de Centroamérica y la Cámara de Comercio Costarricense-Norteamericana (Amcham).
Los panelistas coincidieron que “mientras hay una yegua que amansar”, deberían analizarse otras opciones, incluida la dolarización de la economía.
Las críticas, de que el régimen está agregando incertidumbre a la toma de decisiones de los empresarios, fueron planteadas de frente a Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central y expositor principal del seminario.
Al bloque de críticas se sumó Luis Loría, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Costa Rica, quien considera que se ha erosionado la autoridad en materia monetaria en tanto que la credibilidad en el Banco Central ha disminuido.
Las banderas de alerta en varios indicadores económicos han pasado de amarillo a rojo al empezarse a hacer evidentes los impactos negativos sobre la economía real que han desatado la incertidumbre que rodea la crisis cambiaria y el manejo de la política monetaria, en general, señaló.
Rodrigo Bolaños indicó que el régimen ha ayudado a que se dé un panorama que no le gusta ni al Banco Central, como tasas reales negativas, un tipo de cambio pegado al piso de la banda, problemas de toda suerte para el control monetario, y crecimiento del crédito que amenazan con deteriorar la calidad de las carteras de crédito del sistema financiero.
A pesar de todo, Gutiérrez insistió en que el Central no renunciará a consolidar el esquema de metas de inflación, como su objetivo principal, el cual se anunciará, dijo en son de broma, un 30 de febrero.
Aun así, admitió de sus críticos que la situación económica internacional está generando incertidumbre y dificultando el proceso de transición.
Entre las dificultades que afectan el proceso, Gutiérrez señaló que se están endureciendo las condiciones de préstamo de recursos a los países emergentes, la virtual recesión de Estados Unidos y la reducción de las tasas de interés.
El jerarca reconoció que esto último está afectando la operación del Banco Central puesto que la entidad sigue comprando una fuerte cantidad de divisas, está acumulando más reservas y enviando más colones a la economía.
En términos generales son complicaciones para controlar mejor la inflación, concluyó.
Economistas fustigan al Banco Central
• El régimen de bandas como transición a metas de inflación se percibe largo y dañino
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Un grupo de economistas criticó el régimen de bandas cambiarias y el periodo de transición hacia un esquema de flotación administrada, por considerar que está durando mucho y generando efectos indeseables para la economía.
La experiencia de países que aplicaron las bandas es que las abandonaron cuando percibieron que no servían o mantenían “obstinadamente” el tipo de cambio pegado en el límite inferior, como ocurre en Costa Rica, dijeron los analistas.
El periodo de cambio de un régimen de bandas hacia una flotación administrada se está haciendo muy prolongado, lo que genera efectos indeseables, dijo Jorge Guardia, ex presidente del Banco Central. “Hay incertidumbre y la liquidez que ha generado está “recalentando” la economía, y la expansión crediticia amenaza la estabilidad financiera, precisó Guardia.
Más riguroso fue Juan Muñoz, economista, quien afirmó que no creía en el sistema de bandas y que el país debería discutir seriamente la conveniencia de dolarizarse.
Al coro de críticas se sumó Rodrigo Bolaños, ex presidente del Banco Central, quien tomó parte con Muñoz y Guardia ayer en un seminario sobre el régimen cambiario organizado por la Academia de Centroamérica y la Cámara de Comercio Costarricense-Norteamericana (Amcham).
Los panelistas coincidieron que “mientras hay una yegua que amansar”, deberían analizarse otras opciones, incluida la dolarización de la economía.
Las críticas, de que el régimen está agregando incertidumbre a la toma de decisiones de los empresarios, fueron planteadas de frente a Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central y expositor principal del seminario.
Al bloque de críticas se sumó Luis Loría, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Costa Rica, quien considera que se ha erosionado la autoridad en materia monetaria en tanto que la credibilidad en el Banco Central ha disminuido.
Las banderas de alerta en varios indicadores económicos han pasado de amarillo a rojo al empezarse a hacer evidentes los impactos negativos sobre la economía real que han desatado la incertidumbre que rodea la crisis cambiaria y el manejo de la política monetaria, en general, señaló.
Rodrigo Bolaños indicó que el régimen ha ayudado a que se dé un panorama que no le gusta ni al Banco Central, como tasas reales negativas, un tipo de cambio pegado al piso de la banda, problemas de toda suerte para el control monetario, y crecimiento del crédito que amenazan con deteriorar la calidad de las carteras de crédito del sistema financiero.
A pesar de todo, Gutiérrez insistió en que el Central no renunciará a consolidar el esquema de metas de inflación, como su objetivo principal, el cual se anunciará, dijo en son de broma, un 30 de febrero.
Aun así, admitió de sus críticos que la situación económica internacional está generando incertidumbre y dificultando el proceso de transición.
Entre las dificultades que afectan el proceso, Gutiérrez señaló que se están endureciendo las condiciones de préstamo de recursos a los países emergentes, la virtual recesión de Estados Unidos y la reducción de las tasas de interés.
El jerarca reconoció que esto último está afectando la operación del Banco Central puesto que la entidad sigue comprando una fuerte cantidad de divisas, está acumulando más reservas y enviando más colones a la economía.
En términos generales son complicaciones para controlar mejor la inflación, concluyó.