Economía Circular vive en las Municipalidades
Luis Miguel Araya redaccion@larepublica.net | Miércoles 09 noviembre, 2022
Luis Miguel Araya
Gestor de Proyectos Ambientales, Especialista en Residuos Sólidos y Desarrollo Sostenible
Acercar al sector municipal a la Economía Circular después de más de 10 años de publicada la Ley para la Gestión Integral de Residuos Sólidos -GIRS en Costa Rica, es un esfuerzo y desafío que asumió la Fundación ALIARSE que decidió diseñar un proceso de acercamiento a las municipalidades el cual denominó Vivencias Municipales de Economía Circular y fue implementado con el apoyo del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), la Dirección del Cambio Climático (DCC) y la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL).
Este proceso, surge de un alto en el camino, de cuestionamientos sobre los modelos actuales de Gestión Integral de Residuos Sólidos (GIRS), de pensar e idear soluciones que representen nuevos modelos de negocio y que a su vez busquen adaptarse a las necesidades actuales de un mundo que avanza a velocidades sin precedentes; involucrando a todos los actores presentes en las diferentes cadenas de valor de la GIRS.
Si bien es cierto la economía circular es un modelo que trasciende más allá del tema de residuos, somos conscientes que en el acercamiento a las municipalidades nos encontraríamos con realidades que propician que los primeros pasos de estas instituciones hacia modelos de circularidad sean con enfoque de GIRS. Es por esta razón que Vivencias Municipales de Economía Circular tenía como objetivo promover la implementación de proyectos de economía circular a nivel territorial-municipal, que potencien la GIRS.
También desde un enfoque de GIRS, la Economía Circular podría plantear soluciones innovadoras y transformacionales que impacten directamente en la búsqueda de modelos de desarrollo sostenible de los territorios. No obstante, se sabe que existen importantes retos y barreras que se deben enfrentar y que, al menos para Costa Rica, las municipalidades se encuentran en la primera línea de acción y son las instituciones llamadas a liderar los procesos de transición a estos nuevos modelos planteados.
El proceso dio inicio con el apoyo del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal, la Dirección de Cambio Climático y la Unión Nacional de Gobiernos Locales; en un contexto de recuperación del sector residuos que se vio altamente afectado por la COVID-19 y donde las Municipalidades no escaparon de esta realidad, pero también en un momento donde las condiciones representan una oportunidad de resiliencia ante futuras situaciones sociales, económicas o ambientales que se puedan presentar.
En abril se dio inicio con el proceso de acercamiento con todas las municipalidades, visitando las 6 regiones del país en un total de 11 talleres, los cuales permitieron por medio de procesos de construcción conjunta, cocrear un mapa general de las capacidades del sector municipal para la implementación de proyectos enfocados en Economía Circular, además de conocer las principales limitantes y oportunidades con las que hoy en día se enfrentan las municipalidades para desarrollar modelos de circularidad en los territorios.
El sector municipal es el principal actor en el país capaz de implementar proyectos que potencien la GIRS con un enfoque de economía de economía circular; cuenta con capacidades técnicas y recursos económicos disponibles para dar sus primeros pasos en el tema, pero estas capacidades se ven limitadas en la medida que se requiera aumentar el impacto de los proyectos en sus territorios.
La construcción conjunta que las Alianzas Público-Privadas permiten, lo convierten en el mecanismo idóneo para generar modelos de circularidad con impactos significativos en el desarrollo sostenible de las regiones; articular esfuerzos permite que las fortalezas de un actor puedan cubrir las debilidades del otro y viceversa, por lo que sin duda alguna el alcance de objetivos comunes se vuelve una tarea más sencilla.
Adicionalmente, todas las nuevas iniciativas con un enfoque de circularidad deben representar modelos de negocio sostenibles en el tiempo, que integren a todos los actores presentes en la cadena de valor y contemplen inversión en investigación local-regional, de manera tal que sean modelos atractivos para que tanto inversionistas y cooperantes accedan a financiar estas propuestas.
Por último y no menos importante, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), representan metas comunes tanto para el sector público como el privado; visualizar qué indicadores impacta cada uno de los proyectos en desarrollo o de las propuestas por desarrollar, representa una oportunidad de trabajo conjunto entre distintos actores que, a su vez permite aumentar el impacto y minimizar los riesgos asociados. Es importante alinearse con la Agenda 2030, debido a que en el corto plazo representa una enorme oportunidad para el desarrollo y financiamiento de proyectos locales y regionales.
Vivencias Municipales de Economía Circular, representó una oportunidad de reencuentro postpandemia, un espacio para hacer un alto y repensar nuevas soluciones en los territorios, encaminadas a generar modelos transformacionales y resilientes a los cambios y retos que día con día nuestros gobiernos locales se enfrentan. Pero más allá de lo que fue; pretende ser un punto de partida para la implementación de proyectos enfocados en economía circular, que permitan propiciar modelos de desarrollo sostenible en los territorios a partir de la articulación público-privada.