Divorcio de Berlusconi ayudaría a medios italianos
| Sábado 09 mayo, 2009
Divorcio de Berlusconi ayudaría a medios italianos
Roma -- El veredicto es claro en cuanto a quién es el ganador hasta el momento de la pelea entre el primer ministro italiano Silvio Berlusconi y su esposa, Veronica, por el divorcio: los medios de comunicación.
La tendencia de Berlusconi a ventilar sus problemas maritales en público podría ser un bienvenido alivio para un sector, afectado por una caída en la circulación y la publicidad. La aparición de Berlusconi el 5 de mayo en el programa “Porta a Porta” atrajo una audiencia récord, y las ventas de los periódicos han aumentado.
“No solo es el divorcio del siglo, sino que las armas que se están usando son nuevas”, dijo en una entrevista Antonio Noto, director de la encuestadora romana IPR Marketing. “Los diarios y los programas se han convertido en granadas de mano”.
Berlusconi, de 72 años, lleva ventaja. Hizo una fortuna de US$6.500 millones formando Mediaset SpA a partir de un puñado de emisoras locales que transformó en una cadena nacional con tres estaciones de televisión. Como primer ministro tiene autoridad sobre la estatal RAI SpA, con lo que su influencia se extiende al 90% de las noticias transmitidas por televisión.
Es dueño del 50% de Mondadori Editore SpA, de Segrate, empresa editora de la revista de noticias Panorama. Cuando entró a la política en 1993 vendió el diario nacional Il Giornale a su hermano Paolo.
Los Berlusconi han extendido sus entrevistas y declaraciones más allá del negocio familiar a media docena de organizaciones de noticias.
La edición online de Corriere della Sera de Milán recibió 1,4 millones de visitas únicas, probablemente un máximo histórico según Nielsen Media Research, el día que Berlusconi dijo al diario que su matrimonio había terminado. El diario es propiedad de la empresa de Milán RCS MediaGroup SpA, cuyos principales accionistas son Mediobanca SpA de Milán, el mayor banco de inversión de Italia, y la familia Agnelli, que controla Fiat SpA, con sede en Turín.
Las acciones de Mediaset, con sede en Milán, han subido alrededor del 7% desde que su esposa criticó al primer ministro a fines del mes pasado, tendencia que coincidió con el alza registrada en el índice S&P/MIB. Gruppo Editoriale L’Espresso SpA de Roma, que publica el diario La Repubblica, al que Berlusconi ha acusado de encabezar una conspiración para poner a su esposa en su contra, ha subido alrededor del 6%.
“Los medios están en una situación difícil por la crisis, y ciertamente esto no es malo para ellos”, dijo Jack Neele, administrador de fondos de Robeco NV de Róterdam, que supervisa el equivalente a US$147 mil millones y no posee acciones de empresas italianas de medios de comunicación. “Esto genera atención de los medios, y si se venden más diarios y la circulación aumenta, podría tener consecuencias en el ingreso publicitario”.
Los Berlusconi no son la primera pareja famosa de políticos en poner fin a su matrimonio utilizando los medios. El alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, se divorció de su segunda esposa, Donna Hanover, en una conferencia de prensa transmitida por televisión en 2000.
Para Berlusconi, un circo mediático podría ser una distracción de los asuntos de Estado en un momento en que el desempleo está aumentando y la economía está cayendo en su peor recesión posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Roma -- El veredicto es claro en cuanto a quién es el ganador hasta el momento de la pelea entre el primer ministro italiano Silvio Berlusconi y su esposa, Veronica, por el divorcio: los medios de comunicación.
La tendencia de Berlusconi a ventilar sus problemas maritales en público podría ser un bienvenido alivio para un sector, afectado por una caída en la circulación y la publicidad. La aparición de Berlusconi el 5 de mayo en el programa “Porta a Porta” atrajo una audiencia récord, y las ventas de los periódicos han aumentado.
“No solo es el divorcio del siglo, sino que las armas que se están usando son nuevas”, dijo en una entrevista Antonio Noto, director de la encuestadora romana IPR Marketing. “Los diarios y los programas se han convertido en granadas de mano”.
Berlusconi, de 72 años, lleva ventaja. Hizo una fortuna de US$6.500 millones formando Mediaset SpA a partir de un puñado de emisoras locales que transformó en una cadena nacional con tres estaciones de televisión. Como primer ministro tiene autoridad sobre la estatal RAI SpA, con lo que su influencia se extiende al 90% de las noticias transmitidas por televisión.
Es dueño del 50% de Mondadori Editore SpA, de Segrate, empresa editora de la revista de noticias Panorama. Cuando entró a la política en 1993 vendió el diario nacional Il Giornale a su hermano Paolo.
Los Berlusconi han extendido sus entrevistas y declaraciones más allá del negocio familiar a media docena de organizaciones de noticias.
La edición online de Corriere della Sera de Milán recibió 1,4 millones de visitas únicas, probablemente un máximo histórico según Nielsen Media Research, el día que Berlusconi dijo al diario que su matrimonio había terminado. El diario es propiedad de la empresa de Milán RCS MediaGroup SpA, cuyos principales accionistas son Mediobanca SpA de Milán, el mayor banco de inversión de Italia, y la familia Agnelli, que controla Fiat SpA, con sede en Turín.
Las acciones de Mediaset, con sede en Milán, han subido alrededor del 7% desde que su esposa criticó al primer ministro a fines del mes pasado, tendencia que coincidió con el alza registrada en el índice S&P/MIB. Gruppo Editoriale L’Espresso SpA de Roma, que publica el diario La Repubblica, al que Berlusconi ha acusado de encabezar una conspiración para poner a su esposa en su contra, ha subido alrededor del 6%.
“Los medios están en una situación difícil por la crisis, y ciertamente esto no es malo para ellos”, dijo Jack Neele, administrador de fondos de Robeco NV de Róterdam, que supervisa el equivalente a US$147 mil millones y no posee acciones de empresas italianas de medios de comunicación. “Esto genera atención de los medios, y si se venden más diarios y la circulación aumenta, podría tener consecuencias en el ingreso publicitario”.
Los Berlusconi no son la primera pareja famosa de políticos en poner fin a su matrimonio utilizando los medios. El alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, se divorció de su segunda esposa, Donna Hanover, en una conferencia de prensa transmitida por televisión en 2000.
Para Berlusconi, un circo mediático podría ser una distracción de los asuntos de Estado en un momento en que el desempleo está aumentando y la economía está cayendo en su peor recesión posterior a la Segunda Guerra Mundial.