Disturbios vuelven a Brasil

Cerca de dos mil personas volvieron a salieron el jueves a las calles de Río de Janeiro para protestar por el aumento del precio de los pasajes en autobús,
Mientras ayer viernes un grupo de Policías Federales (PF) colgó  de manera simbólica sus esposas en Sao Paulo en protesta por "la falta de apoyo" a su trabajo y para reclamar mejores condiciones de trabajo por parte del Gobierno brasileño.
Cerca de cien agentes se concentraron frente a las puertas de la superintendencia de la institución, en el barrio de Lapa, para reivindicar al Gobierno una mejor estructura laboral.
"Necesitamos una reestructuración de nuestra carrera, un cambio en diferentes departamentos de la PF. Hay un grado de desmotivación muy alto y un elevado índice de suicidios", dijo el presidente del Sindicato de los Servidores Públicos Civiles Federales del Departamento de la PF de Sao Paulo, Alexandre Santana Sally.
Por su parte, la protesta iniciada desde el jueves contra el alza en las tarifas comenzó sobre las 18.20 hora local del jueves en forma pacífica en el centro de la ciudad, se intensificó cuando los manifestantes entraron en masa en la estación central de Río de Janeiro, según pudo constatar Efe.
Bajo las consignas "FIFA paga mi billete", "El Mundial no se va a hacer" y "Cuánto cuesta mi derecho de ir y venir", algunos de los manifestantes arrancaron varios tornos de la estación e invitaron a los presentes a pasar los controles sin pagar.
A pesar de que el tema central de las protestas era el incremento de los pasajes, algunos de los manifestantes se movilizaron en contra de la organización del Mundial de Fútbol Brasil 2014.
En el interior de la estación, la Policía Militar (PM) lanzó bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, lo que provocó confusión y desconcierto entre las personas que no participaban en la protesta y que querían regresar a sus respectivos hogares.
Fuera de la estación se produjeron varios enfrentamientos entre las autoridades y algunos grupos de manifestantes. Según medios locales, un periodista que realizaba la cobertura de la protesta fue herido.
"Estamos aquí para protestar contra el aumento del precio. Se está llevando a cabo una política segregacionista. Se está retirando a las personas de donde viven para colocar infraestructura para el Mundial y los Juegos (Olímpicos de 2016) que luego el pueblo no aprovecha", afirmó a Efe la estudiante de filología Luna Fuaná.
Aunque el aumento del billete fue el detonante, miles de personas en todo Brasil salieron a las calles para pedir mejores servicios públicos, como educación y sanidad, y criticar el gasto en infraestructuras para eventos futbolísticos.
También un camarógrafo de televisión herido este jueves en las protestas registradas en Río de Janeiro por el aumento del precio del transporte se encuentra hospitalizado en estado grave, informó ayer la cadena de televisión para la que trabaja.
El camarógrafo Santiago Andrade estaba cubriendo las protestas en el centro de Río de Janeiro para el canal de televisión Band cuando fue alcanzado por un artefacto explosivo.
Según el canal, se desconoce si el artefacto fue lanzado por la policía o por los manifestantes.

Brasilia, Río de Janeiro/EFE