Dia del Gamer: abriendo nuevos horizontes en la realidad humana

Gino Alonso Marín León

Ingeniero en Desarrollo de Software

Estudiante de la Maestría en Ingeniería de Software con Énfasis en Inteligencia Artificial Aplicada, Universidad CENFOTEC

gmarinl@ucenfotec.ac.cr

El 29 de agosto celebramos el Día Internacional del Gamer. Para muchas personas, los videojuegos permiten vivir historias, visitar lugares exóticos y conocer personajes únicos que de otro modo serían inaccesibles. En estos mundos virtuales, los jugadores exploran culturas, enfrentan desafíos inesperados y se sumergen en narrativas envolventes. Estas experiencias se comparan con leer un libro o ver una película, pero con un nivel de interactividad que hace que cada aventura sea única y personal.

Una persona con formación en ingeniería de software posee herramientas que le permiten disfrutar los videojuegos desde una perspectiva diferente. Preguntas como ¿Cómo funcionan las mecánicas de este juego? o ¿Cómo resolvieron los programadores este problema? son comunes en la mente de un ingeniero de software que disfruta de los videojuegos.

Tiene sentido para el ingeniero plantearse estas preguntas, ya que su especialidad es encontrar soluciones efectivas y precisas. Descubrir cómo los desarrolladores de videojuegos construyen mundos inmersivos se convierte en un reto que un ingeniero no puede rechazar.

Otros ingenieros en software llevan esto a otro nivel. Algunos videojuegos permiten modificaciones, o "mods", que permiten a un ingeniero crear nuevas experiencias y contenido. Esto no solo es divertido, sino también una oportunidad para poner a prueba su creatividad y habilidades técnicas. Los ingenieros pueden transformar un juego existente, explorando posibilidades que los desarrolladores originales quizás no consideraron, contribuyendo activamente a la comunidad de jugadores.

El fenómeno de los videojuegos no solo atañe a quienes se dedican al software, sino que también ha encontrado un lugar en la educación. Hoy existen juegos diseñados para enseñar pensamiento crítico y lógico de manera interactiva. Minecraft Education es un ejemplo destacado, concebido para estimular el desarrollo cognitivo en un entorno virtual, fomentando creatividad, colaboración y resolución de problemas, preparando a los estudiantes para enfrentar desafíos del mundo real.

Los videojuegos, como otras ramas de la tecnología, están en constante evolución. Hoy, muchos videojuegos aprovechan la inteligencia artificial en distintos niveles. Algunos juegos desafían al jugador a distinguir entre humanos y robots de IA solo a través de chats, mientras que otros usan IA para dar 'vida' a personajes, creando experiencias más interactivas. Las posibilidades son innumerables, y esto apenas comienza.

Quedan muchas historias por escribir sobre videojuegos, no solo en los guiones de los juegos, sino también en las historias de amor, compañerismo y amistad que los rodean. Esto podría deberse a que los videojuegos en línea crean un ambiente ideal para personas con dificultades en la interacción social, según un estudio del Departamento de Estudios de Comunicación de la Universidad de Münster en Alemania.

Una de estas historias es la de Rhovan y Delora, quienes se casaron en la vida real tras conocerse en un videojuego. Lo que comenzó como una simple interacción virtual se transformó en conversaciones más profundas, y con el tiempo, su relación se fortaleció, llevando a encuentros en la vida real. Finalmente, decidieron compartir una vida juntos, demostrando que las relaciones formadas en línea pueden ser tan reales y duraderas como las tradicionales.

El ámbito de los videojuegos se extiende rápidamente, alcanzando espacios y audiencias antes inimaginables. Hoy existen plataformas en línea donde los jugadores pueden seguir a creadores de contenido de videojuegos a través de streaming. Además, los eSports han ganado relevancia, organizando torneos con patrocinadores de gran prestigio, equiparando su importancia a la de los deportes tradicionales, y atrayendo a miles de espectadores tanto en línea como en eventos presenciales.

Los beneficios de los videojuegos pueden extenderse mucho más allá de los contextos sociales o educativos, impactando en la salud cognitiva. Dos estudios destacan estos efectos positivos. Uno realizado en la Universidad de Rochester mostró una mejoría en la materia gris del cerebro de los jugadores regulares, sugiriendo que los videojuegos fortalecen funciones cognitivas clave. Otro estudio, realizado por universidades de Japón e Indonesia, encontró que los videojuegos pueden incrementar la velocidad de procesamiento cerebral, permitiendo a los jugadores tomar decisiones más rápidamente y procesar información visual de manera más eficiente.

Otro estudio, realizado en el Hospital Psiquiátrico Rey Juan Carlos en Móstoles, España, sugiere que los videojuegos pueden complementar el tratamiento de la depresión. Ofrecen un sistema de recompensas que mejora el estado de ánimo, proporcionando un sentido de logro y motivación crucial en el tratamiento de la depresión. Sin embargo, se enfatiza que su uso debe ser equilibrado y supervisado profesionalmente.

Los estudios indican beneficios en la salud social y cognitiva, pero todos coinciden en que, para obtener esos beneficios, el uso de videojuegos debe ser equilibrado y moderado.

En resumen, participar en la cultura gamer me ha permitido explorar mundos inaccesibles, vivir aventuras que trascienden lo cotidiano y conocer personas maravillosas. Como ingeniero de software, he podido aplicar mis habilidades para crear mis propias experiencias y profundizar mi aprecio por los videojuegos. La cultura gamer me ha ofrecido un espacio donde puedo ser tanto un jugador como un creador, expandiendo los límites de lo que es posible en el mundo digital.

Ser gamer es participar en una revolución silenciosa que está moldeando el futuro del entretenimiento, la educación y la interacción social. Es un espacio donde la tecnología y la creatividad se desdibujan, permitiendo que cada persona haga su propia contribución. ¡A jugar!