Detenga el comportamiento abusivo
| Miércoles 01 octubre, 2014
HARVARD
Detenga el comportamiento abusivo
El comportamiento abusivo en el trabajo es producto de tres papeles claros: el gerente, que se aprovecha del débil; la víctima, que no se defiende ella misma, y el testigo, que no hace nada para detenerlo. Sin importar cuál sea su papel, puede desorganizar esta dinámica enfermiza comportándose distinto.
1. Si es el gerente: Pregúntese si está desquitando sus frustraciones con la persona que menos probabilidad tiene de defenderse. Encuentre una mejor forma de canalizar su estrés, para no proyectarse sobre su equipo.
2. Si es la víctima: Defiéndase. No resistirse solo invita a más agresión. La próxima vez, diga algo fuerte como: “Creo que podemos resolver esto sin alzar la voz”.
3. Si es el testigo: Haga algo. Acérquese a su compañero de equipo para brindarle apoyo, consejo y asesoría. Intente atenuar el comportamiento abusivo en las reuniones. Si alguien interrumpe constantemente a esta persona, pida a todos que la escuchen.
Abra conversaciones difíciles con la frase final
Muchos tememos iniciar conversaciones difíciles, como dar una retroalimentación negativa o malas noticias, así que inadvertidamente a menudo hacemos que el encuentro sea más incómodo dándole vueltas al punto principal.
En cambio, inicie con la frase final: sea directo y vaya a la conclusión desde la primera oración. Esto no es crueldad ni rudeza innecesaria; terminar pronto con el momento “vergonzoso” de hecho es mucho más considerado que alargar la conversación. Este enfoque reduce la ansiedad de todos y el riesgo de un malentendido. Y hay que considerar otra cosa más: frecuentemente sobrestimamos lo difícil que es para los demás escuchar lo que tenemos que decirles. Recuerde que las personas son resistentes, y reconozca cuando su propia incomodidad está evitando que ocurra una conversación.
Cambie de tareas cuando se sienta atorado
Ocasionalmente todos nos sentimos mentalmente bloqueados. Seguimos dándole vueltas al problema en la cabeza, pero simplemente nos seguimos dando con la misma pared.
La persistencia tenaz de hecho puede estrechar su enfoque, así que si ha estado luchando más de 15 minutos con un mismo pensamiento, desbloquee su cerebro cambiando de tarea.
A veces las mejores ideas no aparecen cuando nos obligamos a trabajar más duro; nos sorprenden cuando miramos para otro lado. Una distracción puede reavivar nuestra creatividad. Cuando nos olvidamos de un problema, nuestra perspectiva se expande. Y en el futuro, en lugar de reservar una cantidad de tiempo para trabajar en un proyecto creativo, programe sesiones más cortas y menos frecuentes.
TEMAS DE CONVERSACIÓN
Producción creativa depende del estímulo inicial
En una serie de experimentos, la novedad de la producción creativa de las personas se vio afectada por la novedad de la materia prima a la que fueron expuestas inicialmente, dice Justin M. Berg, de la Escuela Wharton. Por ejemplo, los estudiantes a los que se les pidieron ideas de productos para la librería de una universidad tendieron a producir ideas calificadas más altas en innovación (3,82 contra 3,05 en una escala de siete puntos en novedad) si antes se les mostraba una caña de pescar en lugar de una pizarra. A la inversa, la producción de ideas de los participantes tendió a ser más útil y menos novedosa si inicialmente vieron elementos menos novedosos, señala Berg.
Gente es más egoísta luego de hacer operaciones matemáticas
Los participantes de una investigación que habían estado 15 minutos resolviendo problemas matemáticos fueron cuatro veces más propensos a mentir para obtener beneficios personales en un juego de ética que los que habían respondido aleatoriamente preguntas de razonamiento verbal seleccionadas de un examen estandarizado, dice un equipo liderado por Long Wang, de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong. El acto de calcular parece desplazar las preocupaciones sociales y morales de las personas, resultando en un comportamiento de mayor interés propio y hasta inmoral. Estímulos como fotografías familiares que provocan pensamientos sobre valores sociales parecen disminuir estos efectos negativos, dicen los investigadores.
Editora: Melissa González