Descuidos peligrosos
La educación debe resultar interesante e incluir el fomento a la vocación por carreras técnicas y áreas de formación que despierten el pensamiento, la creatividad y la innovación
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 16 noviembre, 2011
Aunque ha crecido el empleo en el país eso no significa que este sea de calidad. Son más los costarricenses que trabajan, pero lo hacen en una cantidad menor de horas semanales, muy por debajo de sus capacidades, lo cual repercute en el número de afiliados que suma el sistema de seguridad social.
En el origen de esto pueden estar diversas causas que deben corregirse con políticas destinadas a ese fin, porque la situación, reflejada en la Encuesta Nacional de Hogares, no es buena para el país y denota un faltante de dichas políticas que se viene arrastrando desde hace varios años aunque las consecuencias resalten hoy.
Entre esas causas está la educación, desde dos vertientes, no solo como agente proveedor de conocimientos sino como medio para fomentar una cultura con conciencia sobre la importancia del empleo formal y sobre los cambios en los procesos productivos generadores de diferentes necesidades, entre ellas, las carreras técnicas y las formaciones que despiertan la creatividad y la innovación. Ambas cosas han sido descuidadas. Ninguna orientación se ha dado en la última década para alertar a familias y estudiantes sobre lo importante de detectar vocaciones hacia carreras técnicas y mucho menos acerca de la necesidad de complementarlas con acercamientos a las diversas disciplinas del arte y el diseño como grandes disparadores de la creatividad.
Seguramente surgirán a futuro nuevas carreras que hoy ni existen en el panorama educativo en general.
De lo único que se ha hablado y se habla es de la necesidad del idioma inglés, pero incluso esto no repercute bien sobre el sistema educativo porque al no haber un proyecto país que incorpore a la educación, quienes mejor dominan ese idioma con frecuencia optan por trabajar en un call center con mejor salario que el que obtendrían dedicándose a la docencia en un centro educativo.
Esto aumenta las carencias de buen nivel sobre el aprendizaje de ese idioma.
En general, la falta de proyecto país produce incoherencia y desaprovechamiento en muchos sentidos.
La pujanza económica ha de ir de la mano con políticas educativas acertadas y que permitan la movilidad social.
La existencia de porcentajes tan altos de los llamados “ni ni” (menores de 30 años que ni estudian ni trabajan) en las sociedades de hoy, denota no solo la falta de empleo sino la desmotivación ante programas y métodos educativos incapaces de despertar el amor por el conocimiento y la imaginación.