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Derivados y bandas atizan la polémica

Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Lunes 07 abril, 2008




A pesar de que se lleva varios meses con bandas, autoridades monetarias no han aprobado seguros
Derivados y bandas atizan la polémica

• Economistas creen que el pecado original del Banco al aplicar las bandas fue no saber el tipo real de equilibrio

Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net

La apreciación del colón, junto con la ausencia de instrumentos extranjeros que permitan a los inversionistas protegerse de la especulación de la moneda, son los puntos que cada vez levantan más polémica.
Por una parte los esfuerzos del Banco Central se orientan a que el tipo de cambio nominal del mercado mayorista abandone el piso de la banda y que desaparezcan las fuerzas especulativas que se han observado hasta ahora.
Por otra parte, analistas y representantes de bancos consideran que esta estrategia del ente emisor de poner el tipo de cambio a fluctuar no está dando resultados.
Este criterio es compartido por economistas como Juan Muñoz y bancos como el Citibank, quienes han comunicado que esperan que se eliminen las bandas para el tercer trimestre de este año.
“El periodo de cambio de un régimen de bandas hacia una flotación administrada se está haciendo muy prolongado, lo que genera efectos indeseables. Hay incertidumbre y la liquidez que ha generado está recalentando la economía
y la expansión crediticia amenaza la estabilidad financiera”, dijo Jorge Guardia, ex presidente del Banco Central.
La tesis fue compartida por Muñoz, quien aseveró que “el sistema de bandas no funciona y al Central se le ha salido el control monetario de las manos, por lo que debería considerar seriamente la dolarización”.
El ingreso de divisas no mermará y eso pone en duda la estrategia del Central, a juicio de los expertos.
“Creemos que se ha erosionado la autoridad en materia monetaria en tanto que la credibilidad en el Banco Central ha disminuido”, señaló Luis Loría, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Costa Rica.
Las banderas de alerta en varios indicadores económicos han pasado de amarillo a rojo y han desatado la incertidumbre que rodea la crisis cambiaria y el manejo de la política monetaria.
Las complicaciones para la política monetaria y cambiaria de Costa Rica tampoco se han dejado esperar, como resultado de la parte recesiva del ciclo económico estadounidense y la respuesta de las autoridades moneta
rias de ese país ante la crisis.
La baja en los tipos de interés de corto plazo en los mercados internacionales crea nuevas oportunidades de arbitraje frente a los tipos de interés en moneda local y por lo tanto conduce a nuevos ingresos de capital especulativo, impulsados por el mismo Banco Central, reconoció en un informe la firma Aldesa.
Esta firma financiera no descarta que el Banco Central decida ajustar el piso de la banda o permitir la flotación del colón, aspecto que considera sería la consecuencia final de la pérdida de credibilidad en la banda debido a los constantes cambios.
Como parte de esta situación los economistas advierten que solo se ha pasado de un régimen de mini devaluaciones a uno de mini revaluaciones y anticipan que el dólar seguirá perdiendo valor frente al colón al menos por un tiempo.
Ciertamente hay mucha gente pendiente de la reacción del Banco Central ante el nuevo incremento en el monto de las compras de divisas en el mercado cambiario, puesto que hay agentes económicos, tanto domésticos como foráneos, que vislumbran una nueva apreciación nominal de la moneda local, ya sea porque la autoridad monetaria ajuste a la baja el piso de la banda cambiaria o termine permitiendo la flotación del colón.
Desde diciembre de 2005 y hasta enero de 2008, el colón se ha apreciado en términos reales un 14,3% frente a una canasta de las monedas de los principales socios comerciales y un 18,3% frente al dólar.
Ante ello las alternativas a la mano del Central son limitadas.
“Si no desea validar una nueva apreciación nominal del colón o permitir que este termine flotando, debería tolerar menores tipos de interés en moneda local”, explicó en su informe la firma Aldesa.
Esta decisión, conllevaría por una parte a tasas de interés real aún más negativas, a un mayor crecimiento del gasto interno (consumo e inversión) y a crecientes presiones inflacionarias.
Estamos oyendo to
da clase de posiciones, cómo ir de inmediato a la dolarización o a la flotación del colón. Pero seguiremos en este periodo de transición hacia el esquema de metas de inflación, tal como lo estamos haciendo, reafirmó, por su parte, Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Central.
Para acabar con la especulación cambiaria el funcionario insiste por ahora en los productos conocidos como derivados, y que no plantea cambios hasta que no desaparezca esa naturaleza especulativa que mantiene el tipo de cambio pegado al piso de la banda.
La gente se pregunta si el banco pondrá el tipo de cambio en una pendiente más negativa, si lo dejará aplanado al piso o si habrá flotación administrada más pronto de lo previsto, o cuánto tardará el proceso de transición hacia el esquema de metas de inflación. “El momento que se vive es de una “esquizofrenia”, dijo Rodrigo Bolaños, ex presidente del Banco Central.
Ante ello, el experto no ve aconsejable tratar de exigirle al Banco Central nuevas cosas, solo porque que no le gusta lo que está ocurriendo.
Pero hay banco
s que figuran entre los que no les gusta lo que se está planteando en la normativa que autoriza los llamados derivados cambiarios, que el Central considera óptimos para las personas y las empresas que necesitan protegerse de variaciones del tipo de cambio.
La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) y la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras enviaron un listado de críticas a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Los banqueros cuestionan su complejidad, el controlismo que intentan imponer y los costos que implicarán para el banco y las personas. Recordaron además, que el esquema les impone aportar un monto de capital específico para compensar los riesgos que eventualmente se trasladarán a los clientes y consumidores.






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