Denuncia de ataques con ácido gana primer Oscar paquistaní
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 28 febrero, 2012
OSCAR 2012
Denuncia de ataques con ácido gana primer Oscar paquistaní
La comprometida cineasta Sharmeen Obaid-Chinoy ha ganado el primer Oscar de la cinematografía paquistaní con un documental en el que denuncia los ataques con ácido, uno de los dramas nacionales del país.
Las autoridades y los medios de comunicación paquistaníes celebraban ayer con alborozo un triunfo insólito para el país islámico, acostumbrado a aparecer asociado en el imaginario colectivo con el integrismo o el terrorismo.
“Muchas gracias a todos por vuestro amor y apoyo. Abrumada y muy agradecida a Dios por darme esta oportunidad”, dijo la codirectora de “Saving Face” a sus seguidores de la red social Twitter.
El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, felicitó a través de un comunicado a la artista y anunció que su Gobierno le concederá un galardón civil.
La cinta, de 52 minutos y codirigida por el estadounidense Daniel Junge, se llevó el premio al mejor corto documental durante la gala de los Oscar.
Su nominación ya despertó durante semanas la atención de la prensa, sedienta de alguna noticia que alimente la esperanza de un país golpeado por el conflicto y el precario estado de la economía.
La industria cultural de Pakistán, siempre bajo la sombra de la potente maquinaria cinematográfica de la India, también agradecerá que el mundo se fije por una vez en ella gracias a este corto.
“Saving Face” se centra en un doctor británico-paquistaní que visita el país para tratar a las adolescentes y mujeres víctimas de estos ataques.
Cada año se registran en Pakistán unos 200 ataques con ácido el 75% contra mujeres, según ASF, que está impulsando iniciativas legales en el país para castigar a los hombres que destruyen estas vidas.
Las agresiones se suceden porque en Pakistán no existe ningún tipo de control sobre la venta de ácidos como el sulfúrico o el nítrico, que se pueden adquirir sin presentar identificación.
Las víctimas, en el mejor de los casos, deben someterse a numerosas operaciones de cirugía plástica.
Islamabad / EFE
Denuncia de ataques con ácido gana primer Oscar paquistaní
La comprometida cineasta Sharmeen Obaid-Chinoy ha ganado el primer Oscar de la cinematografía paquistaní con un documental en el que denuncia los ataques con ácido, uno de los dramas nacionales del país.
Las autoridades y los medios de comunicación paquistaníes celebraban ayer con alborozo un triunfo insólito para el país islámico, acostumbrado a aparecer asociado en el imaginario colectivo con el integrismo o el terrorismo.
“Muchas gracias a todos por vuestro amor y apoyo. Abrumada y muy agradecida a Dios por darme esta oportunidad”, dijo la codirectora de “Saving Face” a sus seguidores de la red social Twitter.
El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, felicitó a través de un comunicado a la artista y anunció que su Gobierno le concederá un galardón civil.
La cinta, de 52 minutos y codirigida por el estadounidense Daniel Junge, se llevó el premio al mejor corto documental durante la gala de los Oscar.
Su nominación ya despertó durante semanas la atención de la prensa, sedienta de alguna noticia que alimente la esperanza de un país golpeado por el conflicto y el precario estado de la economía.
La industria cultural de Pakistán, siempre bajo la sombra de la potente maquinaria cinematográfica de la India, también agradecerá que el mundo se fije por una vez en ella gracias a este corto.
“Saving Face” se centra en un doctor británico-paquistaní que visita el país para tratar a las adolescentes y mujeres víctimas de estos ataques.
Cada año se registran en Pakistán unos 200 ataques con ácido el 75% contra mujeres, según ASF, que está impulsando iniciativas legales en el país para castigar a los hombres que destruyen estas vidas.
Las agresiones se suceden porque en Pakistán no existe ningún tipo de control sobre la venta de ácidos como el sulfúrico o el nítrico, que se pueden adquirir sin presentar identificación.
Las víctimas, en el mejor de los casos, deben someterse a numerosas operaciones de cirugía plástica.
Islamabad / EFE