Delincuencia amenaza al sector turístico
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 25 agosto, 2007
Autoridades locales catalogaron situación como de urgente atención
Delincuencia amenaza al sector turístico
• Al menos un ataque diario se produce contra visitantes
• Efectivos deben recorrer grandes distancias, ante lo cual se busca aumentar cantidad de policías
Carlos Mora
cmora@larepubllica.net
La incidencia de delitos contra turistas mantiene alarmadas a las autoridades costarricenses.
En los últimos 18 meses han sido reportados al menos 500 delitos cometidos contra turistas, lo cual equivale a que aproximadamente un visitante por día ha sido víctima del hampa.
Esta situación genera que el tema haya sido catalogado como “urgente y prioritario” por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio de Seguridad Pública (MSP)
La preocupación radica en que solo el año pasado el sector representó 1,7 millones de visitantes, quienes aportaron a la economía local cerca de $1.600 millones. Ante ello, obtener una mala reputación de un país peligroso podría representar un freno al crecimiento del sector.
Las autoridades nacionales quieren unir esfuerzos para garantizar una mejor vigilancia en los sitios preferidos por los turistas, de tal manera que se evite al máximo la acción del hampa.
Se estima que una gran mayoría de los actos de los delincuentes contra quienes visitan el país no llegan a ser denunciados, pues los extranjeros los consideran como asuntos menores.
Algunos de los hechos más conocidos contra los turistas ocurren en la época de llegada de cruceros, la cual se iniciará próximamente.
Pero hay otro tipo de asaltos —incluso en la capital— en que los turistas son seguidos en los vehículos que rentan y detenidos para quitarles el automotor y sus pertenencias.
Este panorama llevó al Poder Ejecutivo a crear a finales del año pasado la Policía Turística, sin embargo la cantidad de personal aún es insuficiente.
Actualmente hay 126 autoridades especializadas en dar protección a los turistas, pero repartidas en varios lugares del país.
Al considerarse un número insuficiente, el actual gobierno quiere elevar ese cuerpo policial a por lo menos 400 efectivos para 2010, de modo que se logre cubrir otras zonas turísticas.
La capacitación está a cargo del Instituto Nacional de Aprendizaje, y se espera que para finales de este año se tengan otros 100 policías para reforzar la vigilancia.
Otro aspecto que cuenta con respaldo oficial es la tramitación de un proyecto de ley que venga a dar a la Policía Turística una normativa jurídica estable.
El proyecto es respaldado por la diputada Ofelia Taitelbaum, presidenta de la comisión de Asuntos Sociales.
“Ese marco legal le da garantías a una policía turística, porque el día de mañana alguien podría decidir derogar el decreto ejecutivo”, expuso Taitelbaum.
El interés por crear una policía nacional para el sector turismo no es visto como la solución a todos los problemas por parte de Jorge Rojas, director del OIJ. “El problema de la delincuencia no terminará con esa policía”, comentó.
En ese sentido consideró como una necesidad los programas para cambiar las condiciones socioeconómicas del país. “Podríamos mejorar en la protección pero no alcanza la solución, ya que no creo que haya tantos recursos como para tener policías en todo lado”, indicó Rojas.
“Debemos pensar en general en la problemática delincuencial de Costa Rica y mientras no cambien la espiritualidad o la ética no vamos a resolver el problema”, afirmó Rojas.
Pese a ello, en el Ejecutivo el esfuerzo por tratar de fortalecer la Policía Turística la tiene Martín Arias, como recargo de funciones en Seguridad Pública.
Aparte de las 126 plazas que tiene disponibles hoy en día, está a la espera de otras 100 que han sido incluidas en el presupuesto nacional.
“Los efectivos que están en Guanacaste deben cubrir el aeropuerto de Liberia pero también recorrer las playas Panamá, Tamarindo y el Coco”, señaló Arias.
El personal es especializado en asaltos a turistas, como los que vigilan el aeropuerto Juan Santamaría. “Ellos tienen la misión de evitar el llamado ‘pinchonazo’, que consiste en desinflar las llantas de los vehículos rentados por los visitantes para robarles”, dijo Arias.
Aun así, el funcionario resaltó, en un foro sobre Seguridad Turística en Costa Rica celebrado en la Asamblea Legislativa, que aún resta mucho por hacer.
Delincuencia amenaza al sector turístico
• Al menos un ataque diario se produce contra visitantes
• Efectivos deben recorrer grandes distancias, ante lo cual se busca aumentar cantidad de policías
Carlos Mora
cmora@larepubllica.net
La incidencia de delitos contra turistas mantiene alarmadas a las autoridades costarricenses.
En los últimos 18 meses han sido reportados al menos 500 delitos cometidos contra turistas, lo cual equivale a que aproximadamente un visitante por día ha sido víctima del hampa.
Esta situación genera que el tema haya sido catalogado como “urgente y prioritario” por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio de Seguridad Pública (MSP)
La preocupación radica en que solo el año pasado el sector representó 1,7 millones de visitantes, quienes aportaron a la economía local cerca de $1.600 millones. Ante ello, obtener una mala reputación de un país peligroso podría representar un freno al crecimiento del sector.
Las autoridades nacionales quieren unir esfuerzos para garantizar una mejor vigilancia en los sitios preferidos por los turistas, de tal manera que se evite al máximo la acción del hampa.
Se estima que una gran mayoría de los actos de los delincuentes contra quienes visitan el país no llegan a ser denunciados, pues los extranjeros los consideran como asuntos menores.
Algunos de los hechos más conocidos contra los turistas ocurren en la época de llegada de cruceros, la cual se iniciará próximamente.
Pero hay otro tipo de asaltos —incluso en la capital— en que los turistas son seguidos en los vehículos que rentan y detenidos para quitarles el automotor y sus pertenencias.
Este panorama llevó al Poder Ejecutivo a crear a finales del año pasado la Policía Turística, sin embargo la cantidad de personal aún es insuficiente.
Actualmente hay 126 autoridades especializadas en dar protección a los turistas, pero repartidas en varios lugares del país.
Al considerarse un número insuficiente, el actual gobierno quiere elevar ese cuerpo policial a por lo menos 400 efectivos para 2010, de modo que se logre cubrir otras zonas turísticas.
La capacitación está a cargo del Instituto Nacional de Aprendizaje, y se espera que para finales de este año se tengan otros 100 policías para reforzar la vigilancia.
Otro aspecto que cuenta con respaldo oficial es la tramitación de un proyecto de ley que venga a dar a la Policía Turística una normativa jurídica estable.
El proyecto es respaldado por la diputada Ofelia Taitelbaum, presidenta de la comisión de Asuntos Sociales.
“Ese marco legal le da garantías a una policía turística, porque el día de mañana alguien podría decidir derogar el decreto ejecutivo”, expuso Taitelbaum.
El interés por crear una policía nacional para el sector turismo no es visto como la solución a todos los problemas por parte de Jorge Rojas, director del OIJ. “El problema de la delincuencia no terminará con esa policía”, comentó.
En ese sentido consideró como una necesidad los programas para cambiar las condiciones socioeconómicas del país. “Podríamos mejorar en la protección pero no alcanza la solución, ya que no creo que haya tantos recursos como para tener policías en todo lado”, indicó Rojas.
“Debemos pensar en general en la problemática delincuencial de Costa Rica y mientras no cambien la espiritualidad o la ética no vamos a resolver el problema”, afirmó Rojas.
Pese a ello, en el Ejecutivo el esfuerzo por tratar de fortalecer la Policía Turística la tiene Martín Arias, como recargo de funciones en Seguridad Pública.
Aparte de las 126 plazas que tiene disponibles hoy en día, está a la espera de otras 100 que han sido incluidas en el presupuesto nacional.
“Los efectivos que están en Guanacaste deben cubrir el aeropuerto de Liberia pero también recorrer las playas Panamá, Tamarindo y el Coco”, señaló Arias.
El personal es especializado en asaltos a turistas, como los que vigilan el aeropuerto Juan Santamaría. “Ellos tienen la misión de evitar el llamado ‘pinchonazo’, que consiste en desinflar las llantas de los vehículos rentados por los visitantes para robarles”, dijo Arias.
Aun así, el funcionario resaltó, en un foro sobre Seguridad Turística en Costa Rica celebrado en la Asamblea Legislativa, que aún resta mucho por hacer.