Deficiente producción legislativa
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 12 noviembre, 2008
El periodo 2007-2008 se caracterizó por una baja productividad de la Asamblea Legislativa, según el último Informe Estado de la Nación, y las principales razones para ello, identificadas en ese estudio, evidencian un deficiente funcionamiento del Primer Poder de la República.
Lo anterior es una pesada ancla que inmoviliza a un país con una economía pobre, con una gran necesidad de salir adelante pero agobiado por múltiples problemas que crecen tornándose crónicos algunos y graves y alarmantes otros.
Tal es el caso de la inseguridad de las personas, quienes ven amenazados su vida y sus bienes continuamente mientras el Congreso, encargado de modificar la legislación para cambiar esa situación, hace oídos sordos a su clamor.
El excesivo uso de la palabra, la repetición innecesaria de actos como reiterar mociones de fondo ya desechadas en comisión y hasta votadas en Plenario, la falta de quórum para sesionar, insuficiencia de alianzas, entrabamiento de lo prioritario, superávit de lo secundario y baja producción legislativa, fueron siete lunares encontrados en el análisis hecho por el Estado de la Nación que generan un estancamiento de la adecuada productividad legislativa.
Mientras tanto, el país permanece como adormecido, sin poder avanzar, en momentos en que, además de un rezago importante en infraestructura, serios problemas de fondo y forma en educación, un sistema de salud con grandes deficiencias en atención a los asegurados y una población atemorizada y angustiada por la inseguridad, debe enfrentar los efectos de la crisis económica mundial.
¿Quién asume la responsabilidad por esta situación? ¿Quién resarcirá a los costarricenses por el retraso en la productividad del país ocasionada por la improductividad del Congreso? ¿Cómo medir el daño ocasionado a lo más valioso, el capital humano de Costa Rica, amenazado hoy por la inseguridad?
Se impone sin duda una toma de conciencia y un cambio de ritmo en nuestra Asamblea Legislativa, que debería acoplarse al sentimiento general de la población de tener que aunar fuerzas para producir una sinergia capaz de sacar adelante a la nación en la actual coyuntura.