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De sorpresa en sorpresa

| Miércoles 07 mayo, 2014


Esta ha sido la campaña electoral más atípica, desde 1954. Confiamos en que se presente una quinta atipicidad (de cuatro mencionadas), que el Gobierno de Luis G. Solís retribuya la confianza de sus electores, realizando una gestión presidencial de lujo


De sorpresa en sorpresa

Cuando se abrieron los fuegos electorales para la elección de febrero de 2014, comenzaron una serie de hechos, que sin la menor duda, la convirtieron en la campaña electoral más atípica, desde 1954 y estoy muy claro de que muy difícilmente tantas atipicidades, volverán a concurrir en otro proceso eleccionario; seguidamente diré en qué me baso para afirmar esto.
Primero, recordemos que allá por setiembre de 2013, el ingeniero Johnny Araya se perfilaba, según las encuestas de ese momento, como el seguro triunfador del primer domingo de febrero de 2014 y por una importante mayoría, como todos sabemos, hoy la historia es otra, donde de forma atípica, él perdió un apoyo electoral tan significativo en tan poco tiempo.
Segundo hecho atípico, el Partido Liberación Nacional nunca había perdido una elección presidencial cuando estaba unido y tenía una oposición atomizada, tal como sucedió en este proceso eleccionario, que recién pasó.
El hoy Presidente electo, don Luis Guillermo Solís Rivera, era un aspirante más y hasta con un muy bajo apoyo popular, durante todo el proceso eleccionario.
Por esto, con don Luis Guillermo se da el tercer hecho atípico pero además en dos momentos diferentes. Primero en la lucha de tendencias, donde de acuerdo con diferentes encuestas ocupaba la tercera posición en las preferencias de los simpatizantes del Partido Acción Ciudadana y para sorpresa de muchos, logra la candidatura presidencial de esta agrupación política.
Pero el cuento no terminó ahí pues ya en la contienda nacional, nuevamente las encuestas lo ubicaban en una cuarta posición en las intenciones de voto.
Nuevamente don Luis Guillermo vuelve a sorprender a todos, quizás hasta a él mismo, cuando se coloca en la primera posición en el conteo final pero teniendo que ir a una segunda vuelta. Este hecho no nos parece tan atípico pues es la segunda ocasión que esto pasa en periodo relativamente corto.
El cuarto hecho atípico se presentó el pasado 6 de abril y otra vez se dan dos hechos inéditos y simultáneos; el abstencionismo alcanzó su porcentaje más alto, desde 1954 pero a pesar de esto, don Luis Guillermo Solís resulta ser electo con la mayor cantidad de votos válidos emitidos en una elección presidencial.
Confiamos en que se presente una quinta atipicidad y esta sería que el Gobierno de don Luis Guillermo retribuya la confianza de sus electores, realizando una gestión presidencial de lujo.
 

Orlando Castro Quesada






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