David Guzmán, comandante morado
| Jueves 18 diciembre, 2014
David Guzmán, comandante morado
Con el volante en cancha, Saprissa consiguió 31 puntos mientras que su ausencia le dejó solo 14 unidades
David Guzmán está en el mejor momento de su carrera, al tiempo que se consolida como una pieza fundamental para el Saprissa.
El volante sin mucho aspaviento le da el equilibrio a su equipo tanto para ser el primero en comandar el vendaval ofensivo como para colocarse como la primera línea de protección en defensa.
Sin remplazante que llene el espacio que hoy toma, el jugador es figura, sobrio en la recuperación de balones. Atrás dejó la imagen de jugador artero para convertirse en el sustituto de Yeltsin Tejeda en la zona media.
Tan decisivo es David en el engranaje del técnico Jeaustin Campos que en los partidos en los que estuvo ausente, su equipo mostró una cara diferente, negativa en todos los ámbitos.
Por lesión o sanción, el contención se perdió 11 juegos a lo largo del campeonato actual. Increíblemente la “S” solo ganó cuatro partidos durante su ausencia, empató dos veces y cayó derrotado en cinco ocasiones.
Muy diferente es el panorama cuando Guzmán ingresó como titular, ya que estuvo en 13 encuentros y su equipo ganó en diez oportunidades. Con su presencia únicamente perdieron dos veces y empataron en una ocasión.
Ahora está a las puertas del bicampeonato, y el contención morado no lo quiere dejar escapar, por eso asegura —al igual que su técnico— que irán por el resultado.
“Vamos a ir al Rosabal con una mentalidad ganadora. Tenemos el marcador a favor, pero no vamos a jugar con eso; queremos ir por el bicampeonato. El equipo corrigió los errores que cometió en la fase regular”, comentó el mediocampista.
Sus inicios como jugador fueron muy prometedores, primero como figura en el Mundial Sub-20 de 2009 en Egipto, donde la Selección costarricense finalizó en cuarto lugar.
Ese mismo año había debutado con el Monstruo en un partido que los morados ganaron de visita en San Carlos, para ser elegido por la Unafut como novato del torneo.
Luego destacó en el equipo que conquistó el título 29. Incluso marcó en aquella final morada, la del aplastante 7-2 ante San Carlos.
A partir de ese momento a Guzmán se le vino el mundo encima. Durante muchos años fue blanco de miles de críticas de sus aficionados que por momentos pedían su cabeza.
Además, estuvo en una época de frustración y malos resultados de su equipo en donde no hicieron presencia en siete finales de torneos cortos. Periodo de vacas flacas en las arcas moradas.
Pocas veces constante y silbado en muchas oportunidad fue perdiendo el campo ante la estrella emergente del talentoso Tejeda.
Volvió a ver luz en el Verano, cuando todo empezaba a funcionar camino al campeonato 30 y Guzmán se ganaba un nombre como el hombre que le tiraba centros mortales a Kendall Waston.
Pero es hasta ahora, nuevamente bajo el mando del técnico que lo hizo debutar, que Guzmán se está ganando ese patrimonio de insustituible en un plantel que no cuenta con otro hombre que sea capaz de comerse el medio campo de la manera que él lo hace.
De su juego y concentración, depende mucho que su equipo se llene de gloria este sábado.
Walter Herrera
wherrera@larepublica.net