Cuando los sueños se cumplen
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Lunes 22 junio, 2009
Cuando los sueños se cumplen
Tras una larga espera el Patinódromo es una realidad
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
Ellos se salieron del saco en su época y demostraron que los patines no solo servían para las tardes de recreación en el “Salón Music”, sino también para ganar medallas en eventos mundiales.
La gesta de aquella generación de patinadores que surgieron a mediados de los 80 fue aplaudida, pero en vez de premiárseles con un patinódromo donde pudiesen desarrollar su talento, muy pronto fueron olvidados y condenados a seguir entrenando y compitiendo en una pista para atletismo en la Sabana, que luego se hizo vieja, incómoda y hasta peligrosa, lo que mantuvo estancada a esta disciplina durante muchos años.
Ahora, más de dos décadas después, el patinaje nacional vuelve a asomar la cabeza y mira hacia el horizonte con optimismo, tras inaugurarse el pasado sábado el Patinódromo Nacional, en el Parque Metropolitano La Sabana, con la presencia del presidente de la República, Oscar Arias, y el viceministro del Deporte y uno de los principales gestores de esta infraestructura, Osvaldo Pandolfo, entre otros.
Cuatro de aquellos patinadores de los años 80, estuvieron ahí también: Marco Tulio Bonilla, Silvia González, Guillermo Mata y Marvin Santamaría y en sus rostros, principalmente en el de Bonilla, se reflejó el sentimiento de que ningún sueño es imposible, si uno nunca renuncia a este.
“Aquel éxito no salió de la nada”, recordó González, sobre la participación que tuvieron en los Juegos Panamericanos de Indianápolis-1987. Ella, esposa de Bonilla y que fue quinta en aquel Panamericano, acotó que “nadie creía en nosotros, pero Marco Tulio formó un grupo que incluso antes de irnos para allá estuvieron viviendo con nosotros durante cuatro meses; ahí se impuso disciplina, cuidamos la alimentación, apagábamos las luces a las 8 p.m. y al final los frutos se dieron”.
Por su parte, Santamaría recuerda que en aquel entonces entrenaban en la pista de la Sabana y en la radial de Ciudad Colón. “Me acuerdo que el ciclista Carlos Alvarado y su grupo intentaban dejarnos rezagados y no podían, porque desarrollábamos velocidades de hasta 80 kilómetros por hora”.
Los medallistas del Indianápolis fueron Bonilla, Román Soto y Francisco Brenes (+). Luego, se obtendría otra medalla en los Panamericanos en la Habana-1991, con Guillermo Mata y en los Centroamericanos y del Caribe en Ponce, Puerto Rico (1993), Costa Rica recogió también medallas en esta disciplina.
A pesar de que hubo planos y hasta se puso una primera piedra (1992), para construir un Patinódromo, no es hasta ahora, en el nuevo siglo, cuando se logra este propósito que deberá impulsar el desarrollo del patinaje nacional.
“Ahora nos toca masificar y aumentar más la participación nacional e internacional, para sacarle el máximo provecho a esta pista”, expresó Oscar Jiménez, presidente de la Federación.
Bonilla, por su parte, asegura que hay un acercamiento con el Comité Olímpico Nacional (CON) y con colaboradores para traer patines de bajo costo en procura de generar escuelas de patinaje y de entrenadores.
“Lo principal ya está hecho”, dijo Mata, y ahora les tocará a los amantes de esta disciplina ponerle alas a su desarrollo.
Con voz estatal
Osvaldo Pandolfo: “El ideal es que con la respectiva coordinación con la federación de patinaje, esta pista esté abierta al público y sea aprovechada por niños, jóvenes y adultos mayores también para que tengan ejercicio y recreación, siempre y cuando la prioridad sea para el alto rendimiento y su preparación”.
Oscar Arias: “El deporte sigue siendo una prioridad; gobernar es escoger, apostar a la juventud es hacerlo en contra de la pereza, violencia y drogas. Tenemos que ofrecer más oportunidades de hacer deporte a nuestra juventud”.
El dato: El Patinódromo fue construido gracias a una inversión de ¢335 millones y servirá para la práctica y el desarrollo de disciplinas tales como el patinaje de velocidad y artístico, el hockey y las modalidades recreativas de patinetas.
Tras una larga espera el Patinódromo es una realidad
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
Ellos se salieron del saco en su época y demostraron que los patines no solo servían para las tardes de recreación en el “Salón Music”, sino también para ganar medallas en eventos mundiales.
La gesta de aquella generación de patinadores que surgieron a mediados de los 80 fue aplaudida, pero en vez de premiárseles con un patinódromo donde pudiesen desarrollar su talento, muy pronto fueron olvidados y condenados a seguir entrenando y compitiendo en una pista para atletismo en la Sabana, que luego se hizo vieja, incómoda y hasta peligrosa, lo que mantuvo estancada a esta disciplina durante muchos años.
Ahora, más de dos décadas después, el patinaje nacional vuelve a asomar la cabeza y mira hacia el horizonte con optimismo, tras inaugurarse el pasado sábado el Patinódromo Nacional, en el Parque Metropolitano La Sabana, con la presencia del presidente de la República, Oscar Arias, y el viceministro del Deporte y uno de los principales gestores de esta infraestructura, Osvaldo Pandolfo, entre otros.
Cuatro de aquellos patinadores de los años 80, estuvieron ahí también: Marco Tulio Bonilla, Silvia González, Guillermo Mata y Marvin Santamaría y en sus rostros, principalmente en el de Bonilla, se reflejó el sentimiento de que ningún sueño es imposible, si uno nunca renuncia a este.
“Aquel éxito no salió de la nada”, recordó González, sobre la participación que tuvieron en los Juegos Panamericanos de Indianápolis-1987. Ella, esposa de Bonilla y que fue quinta en aquel Panamericano, acotó que “nadie creía en nosotros, pero Marco Tulio formó un grupo que incluso antes de irnos para allá estuvieron viviendo con nosotros durante cuatro meses; ahí se impuso disciplina, cuidamos la alimentación, apagábamos las luces a las 8 p.m. y al final los frutos se dieron”.
Por su parte, Santamaría recuerda que en aquel entonces entrenaban en la pista de la Sabana y en la radial de Ciudad Colón. “Me acuerdo que el ciclista Carlos Alvarado y su grupo intentaban dejarnos rezagados y no podían, porque desarrollábamos velocidades de hasta 80 kilómetros por hora”.
Los medallistas del Indianápolis fueron Bonilla, Román Soto y Francisco Brenes (+). Luego, se obtendría otra medalla en los Panamericanos en la Habana-1991, con Guillermo Mata y en los Centroamericanos y del Caribe en Ponce, Puerto Rico (1993), Costa Rica recogió también medallas en esta disciplina.
A pesar de que hubo planos y hasta se puso una primera piedra (1992), para construir un Patinódromo, no es hasta ahora, en el nuevo siglo, cuando se logra este propósito que deberá impulsar el desarrollo del patinaje nacional.
“Ahora nos toca masificar y aumentar más la participación nacional e internacional, para sacarle el máximo provecho a esta pista”, expresó Oscar Jiménez, presidente de la Federación.
Bonilla, por su parte, asegura que hay un acercamiento con el Comité Olímpico Nacional (CON) y con colaboradores para traer patines de bajo costo en procura de generar escuelas de patinaje y de entrenadores.
“Lo principal ya está hecho”, dijo Mata, y ahora les tocará a los amantes de esta disciplina ponerle alas a su desarrollo.
Con voz estatal
Osvaldo Pandolfo: “El ideal es que con la respectiva coordinación con la federación de patinaje, esta pista esté abierta al público y sea aprovechada por niños, jóvenes y adultos mayores también para que tengan ejercicio y recreación, siempre y cuando la prioridad sea para el alto rendimiento y su preparación”.
Oscar Arias: “El deporte sigue siendo una prioridad; gobernar es escoger, apostar a la juventud es hacerlo en contra de la pereza, violencia y drogas. Tenemos que ofrecer más oportunidades de hacer deporte a nuestra juventud”.
El dato: El Patinódromo fue construido gracias a una inversión de ¢335 millones y servirá para la práctica y el desarrollo de disciplinas tales como el patinaje de velocidad y artístico, el hockey y las modalidades recreativas de patinetas.