Crisis en EE.UU. golpea a las grandes cadenas hoteleras
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 30 septiembre, 2008
Empresas con planes de inversión en Costa Rica posponen sus proyectos debido a la falta de financiamiento y alza de materiales
Crisis en EE.UU. golpea a las grandes cadenas hoteleras
• Quiebra de las principales financieras como Lehman Brothers esfuma acceso a crédito para los proyectos de inversión extranjera
• Grandes obras como Punta Cacique de Steve Case o Mandarin Oriental se encuentran varadas
Karen Retana
kretana@larepublica.net
La tormenta que azota a la economía estadounidense no solo arrasó con algunas de las principales firmas financieras norteamericanas sino también con los planes de inversión de grandes compañías hoteleras mundiales en Costa Rica.
Proyectos como Mandarin Oriental, Hyatt, Saint Regis, Regent y Punta Cacique del magnate de AOL Steve Case, son solo algunos de los complejos que destacan en una lista de obras que no se salvaron del temporal que golpea al país norteamericano.
La mayoría de los inversionistas decidieron posponer la construcción de sus hoteles a la espera de una mejora de la economía estadounidense. No obstante, el futuro se muestra desalentador tomando en consideración la reciente decisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos al rechazar el plan de rescate del sector financiero por $700 mil millones por el momento.
Ayer el presidente Oscar Arias dio a conocer en radio Monumental la posible cancelación de un proyecto hotelero de $800 millones que iba a ser financiado por Lehman Brothers.
Ante este panorama, la respuesta del Gobierno norteamericano a la crisis es una pieza clave para materializar la inversión del hotel de la cadena St. Regis en el país, así lo aseguraron sus representantes locales.
“La decisión de poner el proyecto St. Regis “on-hold” se debe a dos razones principales, el aumento en los precios de la construcción y la incertidumbre en el mercado inmobiliario internacional (financiamiento, quiebra de financieras)”, sostuvo Gabriela Tijerino, gerente de Mercadeo de Grupo Genesis, firma costarricense a cargo del proyecto.
Este hotel se encuentra en movimiento de tierras y obras de infraestructura. Su reinicio lo determinará el mercado.
En algunas firmas constructoras como Decisa y EDICA sus representantes admiten que las condiciones del mercado están haciendo estragos en algunos proyectos debido a la falta de financiamiento.
De hecho, la reciente quiebra de Lehman Brothers podría comprometer la construcción del hotel de la cadena Mandarin Oriental Hotel Group, en Manzanillo. Parte de la inversión que se destinaría para este complejo provenía de fondos de dicha financiera.
La suspensión de obras se concentra principalmente en aquellas de gran tamaño, y provenientes de inversión extranjera cuyo capital se ha visto afectado con el endurecimiento de las condiciones crediticias en el exterior.
Entre las grandes en espera también se encuentra el proyecto Miraval Resort Punta Cacique, propiedad del magnate de America Online (AOL) Steve Case y de los tenistas Andre Agassi y Steffi Graf, el cual tampoco estuvo exento de la crisis.
El complejo se postergó por 18 meses a la espera de una mejora en la economía estadounidense y de una reducción en los precios de los insumos para la construcción, comentó Jorge Cornick, vocero de Revolution Places LLC, firma propietaria del proyecto
Punta Cacique fue anunciado con “bombos y platillos” tanto por inversionistas del proyecto como por el presidente Arias en junio pasado, ya que este se convertiría en la principal inversión turística del país con $800 millones.
El proyecto continuará después del tiempo de espera, esto pese a que las condiciones del mercado en la actualidad están difíciles, aseguró Cornick.
La misma suerte de Punta Cacique la corrió el hotel de la cadena Regent el cual también se encuentra en “stand by” debido al clima económico mundial.
“Por el momento estamos haciendo una pausa para investigar de forma profunda cómo va a funcionar la situación de los mercados de capitales”, comentó Blaine Kirchert, uno de los desarrolladores del hotel Regent.
Este proyecto se anunció este año. Su diseño está a cargo de Ronald Zurcher, arquitecto costarricense.
Mientras que estos inversionistas esperan impacientes un cambio en las condiciones del mercado para iniciar la construcción de sus megahoteles, otros decidieron replantear su inversión.
Por ejemplo, en el proyecto Papagayo solo se levantó una parte del plan maestro.
“Este complejo está dividido en edificios y el propietario decidió construir de acuerdo con la respuesta del mercado”, sostuvo Federico Matamoros, socio de Decisa.
Esta situación también se vive en el proyecto Pacífico, ya que solo su primera fase se construyó.
“La continuación de las obras depende de las ventas y del financiamiento. Por ahora se construyeron diez edificios, un centro comercial pequeño, sin embargo esto es solo una primera etapa”, comentó Sebastián Klus, uno de los arquitectos a cargo.
Este panorama refleja cómo Guanacaste pasó de ser la provincia más dinámica en la construcción de grandes obras a una donde los grandes proyectos se encuentran a la deriva.
“Si la situación no mejora, habrá en unos cuatro meses un gran desempleo”, agrego Matamoros.
Crisis en EE.UU. golpea a las grandes cadenas hoteleras
• Quiebra de las principales financieras como Lehman Brothers esfuma acceso a crédito para los proyectos de inversión extranjera
• Grandes obras como Punta Cacique de Steve Case o Mandarin Oriental se encuentran varadas
Karen Retana
kretana@larepublica.net
La tormenta que azota a la economía estadounidense no solo arrasó con algunas de las principales firmas financieras norteamericanas sino también con los planes de inversión de grandes compañías hoteleras mundiales en Costa Rica.
Proyectos como Mandarin Oriental, Hyatt, Saint Regis, Regent y Punta Cacique del magnate de AOL Steve Case, son solo algunos de los complejos que destacan en una lista de obras que no se salvaron del temporal que golpea al país norteamericano.
La mayoría de los inversionistas decidieron posponer la construcción de sus hoteles a la espera de una mejora de la economía estadounidense. No obstante, el futuro se muestra desalentador tomando en consideración la reciente decisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos al rechazar el plan de rescate del sector financiero por $700 mil millones por el momento.
Ayer el presidente Oscar Arias dio a conocer en radio Monumental la posible cancelación de un proyecto hotelero de $800 millones que iba a ser financiado por Lehman Brothers.
Ante este panorama, la respuesta del Gobierno norteamericano a la crisis es una pieza clave para materializar la inversión del hotel de la cadena St. Regis en el país, así lo aseguraron sus representantes locales.
“La decisión de poner el proyecto St. Regis “on-hold” se debe a dos razones principales, el aumento en los precios de la construcción y la incertidumbre en el mercado inmobiliario internacional (financiamiento, quiebra de financieras)”, sostuvo Gabriela Tijerino, gerente de Mercadeo de Grupo Genesis, firma costarricense a cargo del proyecto.
Este hotel se encuentra en movimiento de tierras y obras de infraestructura. Su reinicio lo determinará el mercado.
En algunas firmas constructoras como Decisa y EDICA sus representantes admiten que las condiciones del mercado están haciendo estragos en algunos proyectos debido a la falta de financiamiento.
De hecho, la reciente quiebra de Lehman Brothers podría comprometer la construcción del hotel de la cadena Mandarin Oriental Hotel Group, en Manzanillo. Parte de la inversión que se destinaría para este complejo provenía de fondos de dicha financiera.
La suspensión de obras se concentra principalmente en aquellas de gran tamaño, y provenientes de inversión extranjera cuyo capital se ha visto afectado con el endurecimiento de las condiciones crediticias en el exterior.
Entre las grandes en espera también se encuentra el proyecto Miraval Resort Punta Cacique, propiedad del magnate de America Online (AOL) Steve Case y de los tenistas Andre Agassi y Steffi Graf, el cual tampoco estuvo exento de la crisis.
El complejo se postergó por 18 meses a la espera de una mejora en la economía estadounidense y de una reducción en los precios de los insumos para la construcción, comentó Jorge Cornick, vocero de Revolution Places LLC, firma propietaria del proyecto
Punta Cacique fue anunciado con “bombos y platillos” tanto por inversionistas del proyecto como por el presidente Arias en junio pasado, ya que este se convertiría en la principal inversión turística del país con $800 millones.
El proyecto continuará después del tiempo de espera, esto pese a que las condiciones del mercado en la actualidad están difíciles, aseguró Cornick.
La misma suerte de Punta Cacique la corrió el hotel de la cadena Regent el cual también se encuentra en “stand by” debido al clima económico mundial.
“Por el momento estamos haciendo una pausa para investigar de forma profunda cómo va a funcionar la situación de los mercados de capitales”, comentó Blaine Kirchert, uno de los desarrolladores del hotel Regent.
Este proyecto se anunció este año. Su diseño está a cargo de Ronald Zurcher, arquitecto costarricense.
Mientras que estos inversionistas esperan impacientes un cambio en las condiciones del mercado para iniciar la construcción de sus megahoteles, otros decidieron replantear su inversión.
Por ejemplo, en el proyecto Papagayo solo se levantó una parte del plan maestro.
“Este complejo está dividido en edificios y el propietario decidió construir de acuerdo con la respuesta del mercado”, sostuvo Federico Matamoros, socio de Decisa.
Esta situación también se vive en el proyecto Pacífico, ya que solo su primera fase se construyó.
“La continuación de las obras depende de las ventas y del financiamiento. Por ahora se construyeron diez edificios, un centro comercial pequeño, sin embargo esto es solo una primera etapa”, comentó Sebastián Klus, uno de los arquitectos a cargo.
Este panorama refleja cómo Guanacaste pasó de ser la provincia más dinámica en la construcción de grandes obras a una donde los grandes proyectos se encuentran a la deriva.
“Si la situación no mejora, habrá en unos cuatro meses un gran desempleo”, agrego Matamoros.