Covid: cómo Puerto Rico se convirtió en el territorio de Estados Unidos con el mayor porcentaje de vacunados
Ronald Ávila-Claudio - BBC News Mundo | Jueves 09 diciembre, 2021
En un territorio golpeado por una profunda crisis económica, que provoca una enorme migración de personal sanitario y escasez de recursos hospitalarios, la pandemia pudo haber sido un desastre mayor.
Puerto Rico, sin embargo, llama la atención del mundo por su actual manejo de la pandemia. Con un 74,7% de población inmunizada, la isla caribeña rebasa las cifras de cualquier otroterritorio estadounidense.
El porcentaje está por encima del global reportado por Estados Unidos como país, que para este 8 de diciembre registraba un 60,1%, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Si se mide fuera de la nación norteamericana, Puerto Rico estaría compitiendo con los países de América Latina con mejores cifras de vacunación, como Chile (84,44%) y Uruguay (76,35%).
De no haber sido efectivos los esfuerzos de inoculación, un experto asegura que Puerto Rico estaría entre los estados con los promedios más altos de víctimas por el coronavirus en Estados Unidos.
Puerto Rico pudo haber sumado 10.000 fallecimientos en el peor de los escenarios, dijo a BBC Mundo Daniel Colón-Ramos, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale.
"Las consecuencias pudieron haber sido realmente trágicas", agregó.
Pero la isla acumula 3.274 personas fallecidas por la covid-19. La tasa de muertes por cada 100.000 habitantes supone 1,03%, mientras que en todo Estados Unidos es un 2,37%, indican los CDC.
Para evitar una crisis de salud pública, la isla confrontó múltiples retos, como lo fue vacunar a las comunidades rurales, con altos niveles de pobreza y un mínimo acceso a transporte.
Muchos de estos ciudadanos aún se recuperan de dos huracanes mayores y un terremoto ocurridos durante los pasados cuatro años. Además sufren la recesión económica provocada por una inmensa deuda pública.
El gobierno también tuvo que ganar la confianza de los puertorriqueños. El primer periodo de la pandemia estuvo marcado por varios escándalos, entre los que se destaca una millonaria compra de pruebas para detectar la covid-19 que no tenían aval del gobierno federal.
Además, cuando comenzó la vacunación, en diciembre de 2020, la carrera se hacía urgente, pues la isla enfrentaba su mes más mortífero, en el que acumuló 445 fallecimientos.
Pero Puerto Rico implemetó bien su plan de vacunación. A continuación, en BBC Mundo destacamos seis claves que explican las cifras.
1. El papel de los científicos
De las primeras acciones que tomó el gobernador Pedro Pierluisi tras ganar las elecciones fue nombrar en noviembre de 2020 una coalición científica independiente, no afiliada a los partidos políticos de la isla, para asesorarle sobre la pandemia.
Algunos de estos científicos, además, se convirtieron en voceros de campañas y paneles de discusión.
La principal tarea de los expertos fue mejorar el sistema de datos del Departamento de Salud local, con la intención de que el gobierno tomara las decisiones de política pública de manera informada.
Colón-Ramos es, precisamente, el presidente de este grupo. El profesor acepta que no siempre los intereses del gobierno se alinean a sus recomendaciones, pero logran consensos.
2. Hacer obligatoria la vacunación
Otra de las claves del éxito fue que Puerto Rico implementó medidas más estrictas a las planteadas por el gobierno federal y los demás estados para hacer obligatoria la vacunación.
En la isla, por ejemplo, para acudir a las aulas es requerido que los maestros se vacunen, así como los estudiantes que están en edad de recibir el fármaco.
Para entrar a actividades multitudinarias, restaurantes y hasta gimnasios se solicita una prueba de vacunación en la entrada.
Las órdenes ejecutivas también hacen obligatorio el uso de mascarillas en lugares cerrados, así como el distanciamiento social.
Rafael Irizarry, un bioestadístico de la Universidad de Harvard, explicó que las órdenes ejecutivas cambiaron de acuerdo con los datos.
Según el experto, quien también forma parte de la coalición científica, cuando se impusieron los mandatos en el territorio, el porcentaje de inoculación sobrepasó al de los estados de Nueva Inglaterra (noreste del país), que son los que tienen las cifras más altas en la parte continental de Estados Unidos.
De este grupo de estados el que más se acerca a Puerto Rico es Vermont, con un 74% de vacunación. Pero su población asciende a 623.989 personas, en comparación con los 3,2 millones que viven en Puerto Rico.
3. Priorizar la vacunación de personas en riesgo
Con la intención de salvar vidas y no sobrecargar el sistema sanitario, el gobierno de Puerto Rico dio prioridad a ciertos grupos de riesgo durante la vacunación.
"Lo que resultó en que se salvaran vidas es que se priorizaron a las comunidades más vulnerables, incluyendo a personas en prisiones, deambulantes, adultos mayores y el sector salubrista", explicó el profesor Colón-Ramos.
Otro grupo que también tuvo prioridad para ser inmunizado fue el de docentes y trabajadores del sector educativo.
Esta decisión ayudó al regreso a los salones de clase en agosto de este año, tras largos meses de educación a distancia.
4. Usar la logística de las ONGs
Durante la primera mitad del 2021, varias comunidades con altos niveles de pobreza reclamaron al gobierno por una desigual distribución de la vacuna.
En este contexto, el rol más importante lo ocuparon diversas organizaciones sin fines de lucro, que llevan años fomentando la vacunación en el territorio y colocaron a disposición del gobierno su personal y planes logísticos.
Realizaron eventos de vacunación masiva en los pueblos, visitaron a adultos mayores y enfermos casa por casa, y dirigieron esfuerzos educativos. La operación resultó en la inmunización de decenas de miles de personas.
"Si no hubiese sido por entidades como nosotros, son personas que realmente no hubieran obtenido la vacuna", dijo a BBC Mundo Carla González Levalle, una enfermera que trabaja en la ONG Puerto Rico Saludable.
Su equipo, compuesto tan solo por cuatro profesionales de la salud, colaboró en la vacunación de unos 10.000 puertorriqueños, afirma.
Así también lo hicieron ONGs como como el Colegio de Médicos Cirujanos, Colegio de Enfermería y universidades. En este esfuerzo también estuvo inmersa la Guardia Nacional (cuerpo militar estatal) y las autoridades municipales.
La vacuna también estuvo además disponible en farmacias comunitarias y grandes cadenas, lo que ayudó a que fuese más accesible.
5. No politizar la vacunación
Hay quien dice que la política en Puerto Rico es "el deporte nacional". En la más mínima discusión de sobremesa, durante una cerveza o en una sala de espera florecen temas como el estatus político de la isla o la corrupción.
En este territorio altamente politizado, los expertos coinciden que fue importante para el buen manejo de la pandemia que cuatro de los cinco partidos con representación en el gobierno local apoyaron las órdenes ejecutivas de vacunación.
Por el contrario, en el resto de Estados Unidos territorios gobernados por republicanos, como Florida, han demandado al gobierno demócrata del presidente Joe Biden por establecer requisitos de inoculación.
Además del apoyo de los partidos políticos, también fue importante que la mayor parte de los líderes religiosos de la isla estaban "alineados" con la vacunación, agregó el profesor Colón-Ramos.
6. Puerto Rico tiene una cultura pro vacunación
Para los expertos, algo que sin duda aportó a que el territorio estadounidense alcanzara un alto nivel de vacunación fue que la población accedió a vacunarse, pese a las excepciones incluidas en las órdenes ejecutivas.
Los trabajadores tanto privados como públicos tenían la opción de presentar una prueba del virus semanal de no acogerse al mandato de inmunización.
"Siempre hemos sido personas de vacunarnos, las personas se vacunan, vacunan a los niños, es una población bien mínima la que no lo hace", afirma a BBC Mundo la enfermera Carla González Levalle.
En el territorio continental, el movimiento antivacunas es mucho más amplio y está detrás de que no haya un porcentaje de inoculación más alto.
El estadístico Rafael Irrizary añadió que antes de los decretos, hubo una buena respuesta a la vacunación por parte de la ciudadanía.
"La jurisdicción [Puerto Rico] estaba como décimo o noveno antes de los mandatos y una vez ponen los mandatos, brinca a número uno", señaló.
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