Covid-19 y la Seguridad Alimentaria
Cindy Caridad Alfaro cindy.caridad@gmail.com | Viernes 29 mayo, 2020
La pandemia de la enfermedad COVID-19 y la crisis sanitaria en la que estamos inmersos, no sólo impacta a los sectores más evidentemente afectados, como el turismo y el comercio, sino, que hace repensar cómo cubrir las necesidades básicas.
La Seguridad Alimentaria es una de ellas. El término que desarrolla la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indica “que se consigue cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo”.
El término no es ajeno a la realidad costarricense. Costa Rica es un país agroexportador y el desarrollo económico y social durante años ha estado ligado a la producción agrícola; lo cierto es que hay actividades que han venido perdiendo terreno durante años.
Una de ellas, y de vital importancia para la dieta del costarricense, es la de granos básicos. En la década de los años noventa, las hectáreas sembradas de arroz y frijoles superaban de manera individual las 60 000 hectáreas, mientras que en el 2019 las de arroz apenas alcanzan las 32 000 ha y las de frijoles eran de un poco más de 16 000 ha.
Al revisar las cifras de la Promotora de Comercio Exterior, para cubrir los desbalances que existen entre la producción nacional y el consumo, se requiere importar más del 80% de lo que se consume, lo que evidencia el grado de dependencia de Costa Rica de proveedores extranjeros para el abastecimiento de alimentos básicos.
Con la COVID-19, las cadenas de suministro en el mundo se han visto interrumpidas por las medidas sanitarias impuestas por los gobiernos, lo anterior coloca a Costa Rica un una posición de absoluta vulnerabilidad que, de continuar proliferando la crisis actual, entrañaría la posibilidad de no garantizar la Seguridad Alimentaria nacional.
La COVID-19 no será la única pandemia que el mundo enfrente. El escenario global requiere que el Estado impulse políticas públicas que puedan dotar al sector y al productor agrícola de los incentivos y las herramientas necesarias para producir y garantizar al costarricense la Seguridad Alimentaria.
Recientemente el director de la FAO, QU Dongyu, recomendó a los Ministros de Agricultura del Grupo de los 20 fortalecer la producción local y acortar las cadenas de suministros.
Bajo esta realidad, es necesario que el Estado costarricense reafirme su compromiso con la Seguridad Alimentaria como derecho humano.