Costa Rica y su entorno mundial
| Lunes 22 marzo, 2010
Costa Rica y su entorno mundial
En el último siglo, el mundo ha cambiado aceleradamente. El desarrollo científico y tecnológico y la creación de riqueza fundamentaron la esperanza de un mundo mejor. Sin embargo, algo no se hizo con sabiduría.
El desarrollo acelerado está pasando facturas como el cambio climático derivado del calentamiento global. Por la acción del hombre, en gran parte, estamos viendo climas extremos así como la extinción de especies.
La crisis económica global, con resultados como el hambre, las enfermedades, la pobreza, el desamparo y la exclusión marcan la vida de millones de personas. Las guerras, la violación de derechos fundamentales y de libertades básicas son moneda común en zonas enteras del planeta. Fundamentalismos violentos alimentan la inseguridad y ahogan la simple expresión de la libertad, la igualdad y la autonomía personal.
Lo anterior produce migraciones enormes que comprometen la estabilidad de los países desarrollados.
En este entorno surge un país, gracias a la combinación de factores y visiones que tuvieron sus habitantes y líderes, a través de los últimos 100 años: Costa Rica. Esta pequeña nación, del centro de América, emerge como gigante para las inversiones saludables y para vivir. Aspectos negativos que están afectando a los países (desarrollados o no) parecen no tocar a Costa Rica.
Este país fue bendecido por Dios por su naturaleza pródiga, con el verdor de sus valles y montañas, la belleza de sus playas y ríos y su clima confortable todo el año, pero nada de eso hubiera servido si “los ticos” no hubieran protegido estos activos.
Costa Rica es líder en protección del medio ambiente, al ocupar el tercer puesto en la clasificación mundial detrás de Islandia y Suiza (Yale University y Columbia). Desde hace varias décadas se ha implementado un programa de áreas protegidas con bosques que cubre un 25% del territorio nacional. El país tiene un 6% de la biodiversidad mundial con solo 51 mil kilómetros cuadrados.
Costa Rica vive una de las democracias más puras del mundo y de las más viejas de Latinoamérica. Es un país de paz, libertad, estabilidad social y política y de gran desarrollo humano. Tiene un moderno sistema legal y una fuerza productiva calificada, gracias a que hace más de 60 años se abolió el ejército para dedicar los recursos a educación y salud. El analfabetismo es menor al 3% y la educación gratuita en escuelas, colegios, institutos técnicos y universidades públicas. Por eso, Costa Rica es, per cápita, el cuarto exportador de alta tecnología del mundo.
Tiene un sistema de seguridad social y asistencia médica universal desde hace más de 60 años. La medicina privada es excelente.
El tico “pura vida”, es pacifista y cordial y su amistosa y cálida hospitalidad va acompañada de un amplio sentido de igualdad. A los habitantes del país se les reconoce como “los más felices del mundo”. Cuatro estudios independientes realizados en Estados Unidos y Europa así lo determinan.
En comparación con países con altos niveles de vida, Costa Rica tiene un sistema de bajos impuestos y bajo costo de vida. En el sector inmobiliario, el costo es de una cuarta parte al de Europa. Agregando a esto el clima, sin los extremos que aquejan a la mayoría de los países desarrollados, pensamos que es un país ideal para invertir y vivir.
Celman Barrenechea
Ingeniero
En el último siglo, el mundo ha cambiado aceleradamente. El desarrollo científico y tecnológico y la creación de riqueza fundamentaron la esperanza de un mundo mejor. Sin embargo, algo no se hizo con sabiduría.
El desarrollo acelerado está pasando facturas como el cambio climático derivado del calentamiento global. Por la acción del hombre, en gran parte, estamos viendo climas extremos así como la extinción de especies.
La crisis económica global, con resultados como el hambre, las enfermedades, la pobreza, el desamparo y la exclusión marcan la vida de millones de personas. Las guerras, la violación de derechos fundamentales y de libertades básicas son moneda común en zonas enteras del planeta. Fundamentalismos violentos alimentan la inseguridad y ahogan la simple expresión de la libertad, la igualdad y la autonomía personal.
Lo anterior produce migraciones enormes que comprometen la estabilidad de los países desarrollados.
En este entorno surge un país, gracias a la combinación de factores y visiones que tuvieron sus habitantes y líderes, a través de los últimos 100 años: Costa Rica. Esta pequeña nación, del centro de América, emerge como gigante para las inversiones saludables y para vivir. Aspectos negativos que están afectando a los países (desarrollados o no) parecen no tocar a Costa Rica.
Este país fue bendecido por Dios por su naturaleza pródiga, con el verdor de sus valles y montañas, la belleza de sus playas y ríos y su clima confortable todo el año, pero nada de eso hubiera servido si “los ticos” no hubieran protegido estos activos.
Costa Rica es líder en protección del medio ambiente, al ocupar el tercer puesto en la clasificación mundial detrás de Islandia y Suiza (Yale University y Columbia). Desde hace varias décadas se ha implementado un programa de áreas protegidas con bosques que cubre un 25% del territorio nacional. El país tiene un 6% de la biodiversidad mundial con solo 51 mil kilómetros cuadrados.
Costa Rica vive una de las democracias más puras del mundo y de las más viejas de Latinoamérica. Es un país de paz, libertad, estabilidad social y política y de gran desarrollo humano. Tiene un moderno sistema legal y una fuerza productiva calificada, gracias a que hace más de 60 años se abolió el ejército para dedicar los recursos a educación y salud. El analfabetismo es menor al 3% y la educación gratuita en escuelas, colegios, institutos técnicos y universidades públicas. Por eso, Costa Rica es, per cápita, el cuarto exportador de alta tecnología del mundo.
Tiene un sistema de seguridad social y asistencia médica universal desde hace más de 60 años. La medicina privada es excelente.
El tico “pura vida”, es pacifista y cordial y su amistosa y cálida hospitalidad va acompañada de un amplio sentido de igualdad. A los habitantes del país se les reconoce como “los más felices del mundo”. Cuatro estudios independientes realizados en Estados Unidos y Europa así lo determinan.
En comparación con países con altos niveles de vida, Costa Rica tiene un sistema de bajos impuestos y bajo costo de vida. En el sector inmobiliario, el costo es de una cuarta parte al de Europa. Agregando a esto el clima, sin los extremos que aquejan a la mayoría de los países desarrollados, pensamos que es un país ideal para invertir y vivir.
Celman Barrenechea
Ingeniero