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EDITORIAL


Costa Rica puede

Costa Rica puede intentar competir con los países avanzados mediante el esfuerzo sostenido, la honestidad, la transparencia, la ecoproducción y la eficiencia

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 19 junio, 2009


Editorial


Analizando lo que podría ser el futuro de Costa Rica a partir de las palabras del presidente francés Nicolas Sarkozy, se podría decir que nuestro país reúne buenas condiciones para entrar a lo que ese mandatario llama el nuevo capitalismo, sanado del “capitalismo financiero amoral” que llevó al mundo a la actual crisis.

Sarkozy ha criticado fuertemente ese capitalismo “especulativo que no se basa en el esfuerzo y el trabajo”, pero opina que no hay que destruirlo sino refundarlo. Quizás lo menos importante de todo esto sea el nombre que se le dé al futuro.

Dejando de lado las palabras de Sarkozy, la importancia del tema radica en definir unas nuevas reglas del juego para contar con un sistema que permita continuar el desarrollo hacia una mejor sociedad. Este debe estar basado en el trabajo eficiente y en un modelo sostenible, cuyas características no permitan al menos dos cosas: un “rebrote” de las “células cancerosas invasivas” que hicieron su juego sucio afectando a las economías sanas y provocando la crisis económica, y la continuidad del modelo de producción coadyuvante al desequilibrio en el planeta.

Es necesario encontrar un equilibrio entre la regulación estatal y el liberalismo a ultranza y en Costa Rica no se necesita hacer cambios demasiado grandes para llegar a eso. Más bien, se trataría de poner a funcionar bien lo que ya se tiene en materia de instituciones del Estado, establecer adecuados controles para la libre acción privada y, gran tarea de todo el mundo, erradicar la corrupción de ambas.

Costa Rica difícilmente podrá tener demasiado éxito intentando competir con la producción que se realiza mediante mano de obra sobreexplotada en condiciones injustas logrando baja calidad a bajo costo. Sea donde sea que este sistema de producción se aplique. Pero podrá triunfar si se propone transitar el camino anteriormente señalado, contando con la calidad de su recurso humano, algo que deberá empeñarse en mejorar cada día.

Esa puede ser la puerta para el paso hacia una nación desarrollada que se enorgullezca de intentar competir con los países avanzados mediante el esfuerzo sostenido, la honestidad, la transparencia, la ecoproducción y la eficiencia.







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