La educación hace la diferencia
Costa Rica debería apostar a un profundo cambio en el sistema educativo que incluya selección, capacitación y remuneración adecuada a los educadores
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 03 agosto, 2009
Hoy este medio informa en una nota que Centroamérica invierte poco en el sistema educativo. Tomando en cuenta la relación entre educación y economía y la incidencia de la educación en todas las áreas de la sociedad, el tema es de gran importancia. Entendida la educación como el proceso de desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales por medio de preceptos, ejercicios y ejemplos, entre otras formas, es importante no confundirla con la instrucción, dedicada a comunicar sistemáticamente conocimientos o ideas. Ambas confluyen en los procesos de capacitación y formación humana. Países como Noruega o Finlandia destacan por sus sistemas educativos. El primero destina $2.714 por estudiante, frente a un promedio de $60 que se invierte en Centroamérica. En Finlandia la inversión directa no es tan alta pero se encauzan recursos hacia otras instituciones y programas que inciden en la educación. Hay pocos colegios privados en Noruega, un país que se desarrolla bajo el lema “educación para todos”. Ahí la mayoría de los estudiantes asisten a centros educativos públicos, gratuitos hasta el final de la secundaria y el recurso principal de esa nación es el conocimiento. Para garantizar la calidad del sistema dan mucha importancia a la actualización del personal docente. Finlandia invirtió más que ninguna otra nación en educación en las últimas décadas y en proporcionar un excelente nivel de capacitación y estatus a sus maestros. Se dice que en ese país en 1990 todos querían ser ejecutivos mientras que ahora lo que quieren es ser maestros. Es evidente que algo hicieron muy bien y ahora reciben los dividendos de eso puesto que es de las economías más competitivas con el más bajo índice de corrupción. Sin duda que Costa Rica debería aprender de lo mejor de esos ejemplos para adaptarlos a nuestras condiciones y apostarle a la educación para intentar un desarrollo basado en turismo sostenible, servicios y exportación de tecnologías, entre otros rubros. Unido a infraestructura, salud y seguridad, el proyecto educativo es el que puede dar el impulso a Costa Rica ya que en el concepto de educación del que estamos hablando se genera el cambio de valores necesario para el combate a la corrupción.