Control estatal sobre Pemex afecta a inversores
| Jueves 11 septiembre, 2008
Control estatal sobre Pemex afecta a inversores
Ciudad de México- Felipe Calderón, presidente de México, ha llevado sus planes de aflojar el control gubernamental sobre Petróleos Mexicanos más o menos tan lejos como le fue posible. No es muy lejos.
El Congreso de México no quiso ni siquiera considerar su idea de permitir inversiones privadas en el sector petrolero protegido por la Constitución. En cambio, los legisladores probablemente aprueben este año solo una medida que facilita a la estatal Pemex usar contratistas externos para los servicios.
Tal medida no cumpliría con el objetivo presidencial de usar capital de inversores para expandir la exploración en momentos en que la producción cae un 12% al año. Tampoco ayudará a México, que depende del petróleo para el 38% de sus ingresos federales, a ganar un ascenso de categoría crediticia que bajaría los costos de sus préstamos ahora que sus mercados de acciones, bonos y moneda están rezagados respecto de sus pares latinoamericanos.
“México no será el nuevo Brasil en el breve plazo”, dijo Edwin Gutiérrez, gestor de fondos en Aberdeen Asset Management en Londres, que supervisa $5.500 millones en deuda de mercados emergentes. “Para tener éxito se necesita una reforma constitucional” que relaje el monopolio petrolero gubernamental, agregó. “El potencial podría ser significativo en México”.
México, el segundo productor americano de petróleo en 2007 por volumen y el tercer proveedor de crudo de Estados Unidos, vio cómo la producción de su crucial yacimiento de Cantarell se hundía un 29% en el primer semestre de 2008 frente al año anterior, como resultado de una caída de la presión en sus pozos que ya están muy explotados. Cantarell representó el 35% de la producción total de la compañía, que ascendió a 2,78 millones de barriles por día en julio.
El ingreso de Pemex, $104 mil millones el año pasado, habría sido $20 mil millones más alto en 2008 si la compañía hubiera logrado mantener la producción, según datos del Ministerio de Energía. La caída de la producción podría obligar a Pemex a importar crudo liviano para sus refinerías para 2011.
“Es difícil entender por qué hay tanta resistencia” al capital privado “ante el colapso de las reservas petroleras”, dijo Jaime Valdivia, que gestiona $1.000 millones en activos de mercados emergentes para Emerging Sovereign Group en Nueva York.
Si el país abriera su sector petrolero al capital y la tecnología privados, Pemex y los bonos soberanos del país se dispararían, dice George Estes, analista de riesgo soberano para una deuda de mercados emergentes de $5 mil millones en Grantham Mayo Van Otterloo Co., de Boston.
En los pasados cinco años, el peso mexicano ha avanzado un 3,7% contra el dólar mientras el real brasileño se fortalecía un 64%. El índice IGBC de la Bolsa de Valores de Colombia se disparó un 513% en términos de dólares en ese periodo, superando ampliamente el avance del 243% registrado por la Bolsa Mexicana de Valores.
Los bonos brasileños en dólares, que antes estaban entre los de mayor riesgo de Latinoamérica, ahora son considerados casi tan seguros como los de México, medidos por la exigencia de rendimiento de los inversores. Ayer, los bonos brasileños rinden 69 puntos básicos más que los bonos mexicanos, frente a un margen de 451 puntos básicos cinco años antes, según datos de JPMorgan Chase & Co.
“No están aprovechando el hecho de que en este momento a los inversores les gustaría participar”, dijo Estes. “La reforma del sector de energía está demorada, y la propuesta no va lo bastante lejos”.
Calderón, de 46 años, demostró ser un más hábil negociador ante el Congreso que su predecesor, Vicente Fox, cuyos esfuerzos legislativos fueron ahogados por la oposición. Calderón ha aprobado medidas para recortar los gastos en pensiones, modernizar los tribunales y extraer más ingresos del código impositivo.
Su proyecto de ley para Pemex ha resultado difícil de vender. El proyecto enviado al Congreso en abril —después de ser descartada su idea inicial y más ambiciosa de aflojar las protecciones constitucionales— permitiría a Pemex tomar contratistas para que colaboren en la producción, refinación y transporte de crudo, así como en la búsqueda de nuevos depósitos de aguas profundas en el golfo de México, que según estimaciones gubernamentales contiene 30 mil millones de barriles de petróleo y gas.
Los legisladores dicen que el proyecto de ley probablemente sea diluido más aún. Un borrador final podría estar listo para fin de mes.
Ciudad de México- Felipe Calderón, presidente de México, ha llevado sus planes de aflojar el control gubernamental sobre Petróleos Mexicanos más o menos tan lejos como le fue posible. No es muy lejos.
El Congreso de México no quiso ni siquiera considerar su idea de permitir inversiones privadas en el sector petrolero protegido por la Constitución. En cambio, los legisladores probablemente aprueben este año solo una medida que facilita a la estatal Pemex usar contratistas externos para los servicios.
Tal medida no cumpliría con el objetivo presidencial de usar capital de inversores para expandir la exploración en momentos en que la producción cae un 12% al año. Tampoco ayudará a México, que depende del petróleo para el 38% de sus ingresos federales, a ganar un ascenso de categoría crediticia que bajaría los costos de sus préstamos ahora que sus mercados de acciones, bonos y moneda están rezagados respecto de sus pares latinoamericanos.
“México no será el nuevo Brasil en el breve plazo”, dijo Edwin Gutiérrez, gestor de fondos en Aberdeen Asset Management en Londres, que supervisa $5.500 millones en deuda de mercados emergentes. “Para tener éxito se necesita una reforma constitucional” que relaje el monopolio petrolero gubernamental, agregó. “El potencial podría ser significativo en México”.
México, el segundo productor americano de petróleo en 2007 por volumen y el tercer proveedor de crudo de Estados Unidos, vio cómo la producción de su crucial yacimiento de Cantarell se hundía un 29% en el primer semestre de 2008 frente al año anterior, como resultado de una caída de la presión en sus pozos que ya están muy explotados. Cantarell representó el 35% de la producción total de la compañía, que ascendió a 2,78 millones de barriles por día en julio.
El ingreso de Pemex, $104 mil millones el año pasado, habría sido $20 mil millones más alto en 2008 si la compañía hubiera logrado mantener la producción, según datos del Ministerio de Energía. La caída de la producción podría obligar a Pemex a importar crudo liviano para sus refinerías para 2011.
“Es difícil entender por qué hay tanta resistencia” al capital privado “ante el colapso de las reservas petroleras”, dijo Jaime Valdivia, que gestiona $1.000 millones en activos de mercados emergentes para Emerging Sovereign Group en Nueva York.
Si el país abriera su sector petrolero al capital y la tecnología privados, Pemex y los bonos soberanos del país se dispararían, dice George Estes, analista de riesgo soberano para una deuda de mercados emergentes de $5 mil millones en Grantham Mayo Van Otterloo Co., de Boston.
En los pasados cinco años, el peso mexicano ha avanzado un 3,7% contra el dólar mientras el real brasileño se fortalecía un 64%. El índice IGBC de la Bolsa de Valores de Colombia se disparó un 513% en términos de dólares en ese periodo, superando ampliamente el avance del 243% registrado por la Bolsa Mexicana de Valores.
Los bonos brasileños en dólares, que antes estaban entre los de mayor riesgo de Latinoamérica, ahora son considerados casi tan seguros como los de México, medidos por la exigencia de rendimiento de los inversores. Ayer, los bonos brasileños rinden 69 puntos básicos más que los bonos mexicanos, frente a un margen de 451 puntos básicos cinco años antes, según datos de JPMorgan Chase & Co.
“No están aprovechando el hecho de que en este momento a los inversores les gustaría participar”, dijo Estes. “La reforma del sector de energía está demorada, y la propuesta no va lo bastante lejos”.
Calderón, de 46 años, demostró ser un más hábil negociador ante el Congreso que su predecesor, Vicente Fox, cuyos esfuerzos legislativos fueron ahogados por la oposición. Calderón ha aprobado medidas para recortar los gastos en pensiones, modernizar los tribunales y extraer más ingresos del código impositivo.
Su proyecto de ley para Pemex ha resultado difícil de vender. El proyecto enviado al Congreso en abril —después de ser descartada su idea inicial y más ambiciosa de aflojar las protecciones constitucionales— permitiría a Pemex tomar contratistas para que colaboren en la producción, refinación y transporte de crudo, así como en la búsqueda de nuevos depósitos de aguas profundas en el golfo de México, que según estimaciones gubernamentales contiene 30 mil millones de barriles de petróleo y gas.
Los legisladores dicen que el proyecto de ley probablemente sea diluido más aún. Un borrador final podría estar listo para fin de mes.