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Contrastes que sorprenden

Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Lunes 19 marzo, 2012




Contrastes que sorprenden
Nueva Delhi posee bulliciosas y empolvadas calles que desentonan con una gastronomía deliciosa, complejos históricos y bellas artesanías

Nueva Delhi, India- Después de realizar un extenso viaje, la ciudad de Nueva Delhi, India, recibe a sus visitantes en el aeropuerto con las impresionantes manos de Buda o Mudras, el posicionamiento místico de los dedos, que tienen diversos significados como la protección.
Esas manos doradas son tan solo una pincelada de lo que les espera a los visitantes: una rica cultura, llena de matices.
La aventura no tarda: salir a la calle es toda una experiencia, donde se confirma que en esta capital con más 21 millones de habitantes el tránsito es un caos a toda hora, donde el sonido de los motores se suma al de los pitos de los carros que no dejan de sonar ni un instante; los tuc-tucs, las bicicletas, automóviles, autobuses y los camiones, entre otros medios, se las tienen que ingeniar para poder transitar junto a las personas, quienes también caminan por las calles y donde también con mucha suerte se puede ver un elefante.
La comida es uno de los grandes placeres de esta caótica ciudad. India es un país donde los vegetales y granos abundan y por ello se pueden encontrar platos variados y sabrosos, y por supuesto picantes y con muchas especias.
La carne de pollo, cerdo y cordero también está muy presente, pero al igual que ocurre con los vegetales, su preparación es muy elaborada, con salsas espesas y condimentos que le brindan al paladar todo una nueva experiencia.
Nueva Delhi tiene su encanto sin duda, pero quienes la visitan podrán ver el contraste de calles sucias, polvorientas, con construcciones sin acabar, pero que a su vez tienen cerca impresionantes espacios, entre ellos India Gate, monumento nacional situado en la llamada “Nueva Delhi”, ya que la ciudad se divide en esta y “Old Delhi” o “Vieja Delhi”.
El arco se comenzó a construir en 1921 y en este están escritos los nombres de los 90 mil soldados que murieron durante la primera Guerra Mundial y las guerras afganas.
También en esa zona se pueden ver impresionantes estructuras como la Casa Presidencial y el Parlamento, ubicadas en esa zona limpia y amplia, que contrasta con la muchedumbre y el ruido de Vieja Delhi.
Sin recorrer mucho, se encuentra otro lugar digno de visitar, el complejo Qutub Minar, donde está la majestuosa torre de ladrillos del mismo nombre, de 72 metros de altura y cinco niveles, considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La torre de color rojizo tiene inscripciones del Corán.
Para las compras, Connaught Place y Dilli Haat son algunos de los lugares recomendados, donde se encuentra una amplia variedad de locales de todo tipo, un paraíso para los amantes de las famosas artesanías, que se pueden adquirir a muy buen precio.
Pero sin duda quienes piensan en India piensan en el Taj Mahal, ubicado en la ciudad de Agra a cinco horas de Delhi.
En ese largo recorrido se puede apreciar un poco más de la vida de los habitantes, la gente se baña fuera de sus casas, carros reparten agua entre la gente de los poblados, el aire denso y las casas a punto de caer.
Pero en India ese panorama puede cambiar en cualquier momento; por ejemplo en el camino se erige una gran estatua del dios Shiva, según sus creencias el creador y destructor del universo.
Pero es el Taj Mahal el que le quita el aliento a cualquiera, considerado una de las nuevas siete maravillas del mundo, este mausoleo fue construido por el emperador musulmán Sha Jahan en honor a su esposa preferida, Mumtaz Mahal, quien murió al dar a luz a su hijo número 14.

Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net






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