Consumo, población y medio ambiente
| Jueves 13 diciembre, 2007
Consumo, población y medio ambiente
En los últimos 80 años, la población mundial incurrió en cambios sustanciales en los sistemas productivos, teniéndose que introducir la biotecnología y la manipulación genética para ofrecer respuestas en términos de tiempo y cantidad de alimentos al creciente número de personas.
El consumo se ve presionado inicialmente por las necesidades de supervivencia de la población. Por lo tanto, el crecimiento poblacional es fuente contaminadora y depredadora, pues cuanto más habitantes haya, tanto más recursos se consumen y se eliminan más residuos.
Esta claro que la satisfacción de las necesidades humanas básicas de una población en aumento depende de que haya un medio ambiente saludable, con patrones de consumo y de producción sostenibles.
El desarrollo de la ciencia y la técnica aplicada a la industria ha llevado al ser humano a una sociedad donde el consumo es desenfrenado y contaminante, convirtiéndose en un peligro no solo para la naturaleza sino para el propio ser humano.
Esto supone que la interrelación entre población y medio ambiente ha sido motivo de preocupación a nivel mundial en los últimos años, porque el comportamiento del consumidor moderno ha sido de irrespeto hacia la cadena alimentaria natural y la ha sobreexplotado y sustituido por una sociedad altamente consumista.
El consumo desmedido y la actitud derrochadora de las sociedades modernas, implica tener que usar una gran cantidad de recursos naturales, que comprometen el consumo de todas las esferas de la vida humana, agudizando los problemas de degradación y el agotamiento de los recursos.
No obstante, el consumo es un factor de suma importancia dentro del modelo económico mundial, razón suficiente para que los gobiernos y las organizaciones productivas del sector privado y otras instituciones no lucrativas, fomenten la adopción de actitudes positivas hacia el consumo sostenible, mediante la educación, y la implementación de programas de sensibilización ambiental, etcétera.
Ante este escenario, los consumidores estamos obligados a modificar los hábitos de compra, para preservar el medio ambiente, como un objetivo indispensable para coadyuvar a la protección del medio, disminuyendo la contaminación, y la generación de desechos.
Finalmente, el reto del desarrollo consiste en acercar y suministrar información cualitativa, sobre los problemas ambientales relacionados a los hábitos de consumo, que les permitan a las actuales generaciones entender su entorno, para satisfacer sus propias necesidades sin comprometer la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
Luis Fernando Allen Forbes
Director Ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare
En los últimos 80 años, la población mundial incurrió en cambios sustanciales en los sistemas productivos, teniéndose que introducir la biotecnología y la manipulación genética para ofrecer respuestas en términos de tiempo y cantidad de alimentos al creciente número de personas.
El consumo se ve presionado inicialmente por las necesidades de supervivencia de la población. Por lo tanto, el crecimiento poblacional es fuente contaminadora y depredadora, pues cuanto más habitantes haya, tanto más recursos se consumen y se eliminan más residuos.
Esta claro que la satisfacción de las necesidades humanas básicas de una población en aumento depende de que haya un medio ambiente saludable, con patrones de consumo y de producción sostenibles.
El desarrollo de la ciencia y la técnica aplicada a la industria ha llevado al ser humano a una sociedad donde el consumo es desenfrenado y contaminante, convirtiéndose en un peligro no solo para la naturaleza sino para el propio ser humano.
Esto supone que la interrelación entre población y medio ambiente ha sido motivo de preocupación a nivel mundial en los últimos años, porque el comportamiento del consumidor moderno ha sido de irrespeto hacia la cadena alimentaria natural y la ha sobreexplotado y sustituido por una sociedad altamente consumista.
El consumo desmedido y la actitud derrochadora de las sociedades modernas, implica tener que usar una gran cantidad de recursos naturales, que comprometen el consumo de todas las esferas de la vida humana, agudizando los problemas de degradación y el agotamiento de los recursos.
No obstante, el consumo es un factor de suma importancia dentro del modelo económico mundial, razón suficiente para que los gobiernos y las organizaciones productivas del sector privado y otras instituciones no lucrativas, fomenten la adopción de actitudes positivas hacia el consumo sostenible, mediante la educación, y la implementación de programas de sensibilización ambiental, etcétera.
Ante este escenario, los consumidores estamos obligados a modificar los hábitos de compra, para preservar el medio ambiente, como un objetivo indispensable para coadyuvar a la protección del medio, disminuyendo la contaminación, y la generación de desechos.
Finalmente, el reto del desarrollo consiste en acercar y suministrar información cualitativa, sobre los problemas ambientales relacionados a los hábitos de consumo, que les permitan a las actuales generaciones entender su entorno, para satisfacer sus propias necesidades sin comprometer la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
Luis Fernando Allen Forbes
Director Ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare