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NACIONALES


Condenas que abarrotan cárceles

| Lunes 29 julio, 2013


La fortaleza principal es el ágil y rápido acceso a la justicia con que cuentan las personas afectadas, explicó Adriana Orocú, presidenta de la Asociación Costarricense de la Judicatura.Archivo/La República


Solución contra la delincuencia se está convirtiendo en un problema

Condenas que abarrotan cárceles

Población carcelaria creció un 37% desde que se crearon Tribunales de Flagrancia

Sentencias que llegan en menos de 15 días, juicios rápidos y delincuentes que son atrapados mientras cometían el crimen, todo esto es posible desde hace cinco años en el país con los Tribunales de Flagrancia.
Sin embargo, este mecanismo que surgió como una solución al problema de la delincuencia, ha comenzado a convertirse en un problema para el Estado, debido a la sobrepoblación en las cárceles.
Imponer penas de cárcel en procesos tan rápidos y en ocasiones contra personas que cometieron hurtos a comercios para abastecer necesidades básicas como alimentación o vestido, son parte de los cuestionamientos más frecuentes contra los juicios de flagrancia que se aplican en el país.
Antes de 2008, imaginar juicios rápidos era casi un sueño.
La principal queja de las víctimas de diferentes delitos era que nunca se hacía justicia o que se tardaba años en tediosas audiencias, interrogatorios y papeleos para que se sentenciara un delincuente.
De esta forma muchos delitos como robos, asaltos, hurtos y agresiones quedaban impunes aunque las autoridades detuvieran al sospechoso en la acción, y esto ocasionaba un malestar entre los costarricenses.
Fue entonces cuando se creó el primer Tribunal de Flagrancia en San José, con el objeto de acelerar estos procesos.
No obstante, el resultado ha sido celdas llenas de personas que esperan condenas, y de sentenciados por Tribunales de Flagrancia.
La población penitenciaria creció un 37% desde 2008 cuando empezaron a trabajar este tipo de tribunales, y conforme se expandieron a otras zonas como Heredia, Limón, Cartago y Puntarenas se registraron más privados de libertad de los que pueden recibir las cárceles.
Actualmente el sistema de atención para presos consta de 14 cárceles que a su vez disponen de 9.700 espacios; sin embargo, albergan a más de 13 mil entre las celdas, los baños, las aulas y lugares que ya no son aptos para la supervivencia, ha señalado en varios informes la Defensoría de los Habitantes.
Otro problema que se debe mejorar es la respuesta de entidades como el Laboratorio de Ciencias Forenses.
Muchas veces es necesario el resultado de un análisis, por ejemplo de droga o de psiquiatría y no se logra obtener antes de los 15 días, lo que hace inevitable que el asunto se envíe al proceso ordinario, explicó Adriana Orocú, presidenta de la Asociación Costarricense de la Judicatura.
Poniéndolo en una balanza, los Tribunales de Flagrancia mejoraron sin duda el principio de justicia pronta y cumplida, pero aumentaron la cantidad de personas presas en las cárceles, un problema que nunca se previó cuando abrieron sus puertas estos tribunales.
Uno de los beneficios finales de los procesos de flagrancia es que se abrieron oportunidades para que algunos delitos como hurtos menores o robos en comercios fueran castigados más rápido y con penas de prisión de hasta tres años.

Manuel Avendaño
mavendano@larepublica.net

 







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