Conceptos estimulantes
| Jueves 27 diciembre, 2007
Conceptos estimulantes
• Nueva trilogía fantástica llega a la pantalla, en una versión colosal aunque privada de sentido épico
La brújula dorada
(The Golden Compass)
Dirección: Chris Weitz. Reparto: Dakota Blue Richards, Nicole Kidman, Daniel Craig, Ben Walker. Duración: 1:53. Origen: Inglaterra-EE.UU. 2007. Calificación: 7.
Los estudios New Line intentan repetir el triunfo de “El señor de los anillos” produciendo una flamante adaptación de “La materia oscura”, exitoso ciclo de fantasía integrado por tres novelas del escritor inglés Philip Pullman.
“La brújula dorada” es el primer capítulo del mentado ciclo. Llega a la pantalla en una versión colosal, con un presupuesto valorado en $150 millones y un elenco que incluye a una villana de lujo: Nicole Kidman. Es este un proyecto sumamente atractivo, aunque no deja de sorprender la decisión de encargar su realización a un cineasta poco afín con el género, como Chris Weitz. Conocido por su colaboración en la franquicia cómica de “American Pie”, Weitz dirige de manera neutral, privada de sentido épico. Ello constituye uno de los puntos más débiles de una producción repleta de elementos de interés.
La acción tiene lugar en un universo paralelo, donde cada ser humano tiene un espíritu guía personificado por un animal. Aquí, la huérfana Lyra Belacqua emprende un viaje peligroso para rescatar a unos niños, secuestrados por una tenebrosa organización. En su recorrido, la niña encuentra muchos personajes extravagantes, algunos de los cuales se convierten en sus aliados. Lyra es la única persona en el mundo en grado de descifrar el aletiómetro, un antiguo aparato con forma de brújula, que revela la verdad acerca de cualquier tema.
Precedida por absurdas polémicas y acusaciones de ateísmo, la película resulta ser totalmente inocua en ese aspecto. Para bien o para mal, las implicaciones religiosas presentes en los libros de Pullman fueron eliminadas del tratamiento cinematográfico. Lo que queda es una exuberante saga de aventuras, con muchos conceptos estimulantes acerca de filosofía, política, desarrollo científico y lucha por la preservación del libre albedrío.
La trama es original y se disfruta con placer, gracias a la presencia de personajes entrañables como un sabio “aeronauta”, encarnado por Sam Elliott, y un valiente oso blanco con el don del habla. Nicole Kidman convence también, otorgando un toque de perversa elegancia a su papel de mujer malvada y fría.
En algunos encuadres se hace demasiado evidente el empleo de gráficas digitales. Aun así, la puesta en escena es refinada y espectacular, destacando por su creatividad en cuanto a diseño escenográfico, vestuario y maquillaje.
Para evitar decepciones, es mejor saber de antemano que la historia no termina: el desenlace es tan solo un preámbulo para las emociones que vendrán. Como punto de partida, “La brújula dorada” forja un entretenimiento sólido, creando buena expectativa con respecto a las próximas entregas.
• Nueva trilogía fantástica llega a la pantalla, en una versión colosal aunque privada de sentido épico
La brújula dorada
(The Golden Compass)
Dirección: Chris Weitz. Reparto: Dakota Blue Richards, Nicole Kidman, Daniel Craig, Ben Walker. Duración: 1:53. Origen: Inglaterra-EE.UU. 2007. Calificación: 7.
Los estudios New Line intentan repetir el triunfo de “El señor de los anillos” produciendo una flamante adaptación de “La materia oscura”, exitoso ciclo de fantasía integrado por tres novelas del escritor inglés Philip Pullman.
“La brújula dorada” es el primer capítulo del mentado ciclo. Llega a la pantalla en una versión colosal, con un presupuesto valorado en $150 millones y un elenco que incluye a una villana de lujo: Nicole Kidman. Es este un proyecto sumamente atractivo, aunque no deja de sorprender la decisión de encargar su realización a un cineasta poco afín con el género, como Chris Weitz. Conocido por su colaboración en la franquicia cómica de “American Pie”, Weitz dirige de manera neutral, privada de sentido épico. Ello constituye uno de los puntos más débiles de una producción repleta de elementos de interés.
La acción tiene lugar en un universo paralelo, donde cada ser humano tiene un espíritu guía personificado por un animal. Aquí, la huérfana Lyra Belacqua emprende un viaje peligroso para rescatar a unos niños, secuestrados por una tenebrosa organización. En su recorrido, la niña encuentra muchos personajes extravagantes, algunos de los cuales se convierten en sus aliados. Lyra es la única persona en el mundo en grado de descifrar el aletiómetro, un antiguo aparato con forma de brújula, que revela la verdad acerca de cualquier tema.
Precedida por absurdas polémicas y acusaciones de ateísmo, la película resulta ser totalmente inocua en ese aspecto. Para bien o para mal, las implicaciones religiosas presentes en los libros de Pullman fueron eliminadas del tratamiento cinematográfico. Lo que queda es una exuberante saga de aventuras, con muchos conceptos estimulantes acerca de filosofía, política, desarrollo científico y lucha por la preservación del libre albedrío.
La trama es original y se disfruta con placer, gracias a la presencia de personajes entrañables como un sabio “aeronauta”, encarnado por Sam Elliott, y un valiente oso blanco con el don del habla. Nicole Kidman convence también, otorgando un toque de perversa elegancia a su papel de mujer malvada y fría.
En algunos encuadres se hace demasiado evidente el empleo de gráficas digitales. Aun así, la puesta en escena es refinada y espectacular, destacando por su creatividad en cuanto a diseño escenográfico, vestuario y maquillaje.
Para evitar decepciones, es mejor saber de antemano que la historia no termina: el desenlace es tan solo un preámbulo para las emociones que vendrán. Como punto de partida, “La brújula dorada” forja un entretenimiento sólido, creando buena expectativa con respecto a las próximas entregas.