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Con aroma a Rose

Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Lunes 17 junio, 2013


Justin Rose es el undécimo campeón distinto tras otras tantas ediciones de este segundo torneo de Grand Slam del año.ROSS KINNAIRD-AFP/La República


Con aroma a Rose

43 años después un golfista inglés gana el Abierto de los Estados Unidos

 

Justin Rose por fin tocó la gloria, esa que tantas veces se le negó, pero que hoy el golf le permite vivir, también se lo permite a Inglaterra que 43 años después ve cómo uno de sus golfistas obtiene el Abierto de Estados Unidos.

Le tocó transitar por un campo que estuvo intratable, metió miedo en todo momento y no perdonó los errores, Merion, en Filadelfia, se convirtió en una lucha de sobrevivencia, donde al final Rose fue el vencedor.
Ahí se perdió Tiger Woods con +13, cinco años ya sin poner su marca en un 'Grande'. Al igual que Rory McIlroy con un +14, perdido en el campo y con unos palos que no logra amaestrar.
La historia cuenta que fue por el año de 1970 cuando el británico Tony Jacklin conquistó en Hazeltine el último Abierto estadounidense. Aunque el último 'grande' para un inglés fue en 1996 cuando Nick Faldo ganara el Masters de Augusta.
Como dato curioso, el mismo día que Jacklin se dejaba el triunfo en suelo estadounidense, ese mismo día en un hospital en San Diego nacía Phil Mickelson —correcto, ayer celebraba su cumpleaños 43—, el otro protagonista del cuento que se vivió en Merion.
Phil también estuvo muy cerca de quedarse con el título, comenzó la última ronda como líder en solitario (-1) junto a Hunter Mahan (par), pero sus malos tiros le terminaron costando un doloroso segundo lugar.
Vuelve a negársele la posibilidad a Phil de ganar el Abierto de su país, ya suma seis segundos puestos en este evento.
La jornada comenzó con un tablero que no encontraba dueño, subían y bajaban los nombres, ya se sabía que sería así a lo largo de los cuatro días. El sudafricano Charl Schwartzel y Steve Stricker penúltimos también con el par del campo. Un grupo antes ya estaban jugando un dúo inglés Rose y Luke Donald ambos a dos golpes de Phil.
Rose arranca tambaleante, bogey en el 3 y 5, pero respondía con birdies 4, 6 y 7. Más difícil era el tránsito de Phil con dos doble bogeys casi al hilo, hoyos 3 y 5. Entre ellos nada más un birdie.
Después como Rose camina adelante se complicó en 11 apuntando también un bogey, y el zurdo de San Diego sacaba uno de esos golpes espectaculares que tanto le gustan para desde el rough terminar con una águila, ahora él era el único líder.
Sin embargo, el inglés el +1 en ese momento, sumó luego igual cantidad de errores y aciertos para acabar con ese score. A punto estuvo de lograr el birdie en el 18, quedó tocando el borde mas no entró, igual celebró y mandó un beso al cielo, era líder y ahora tenía que esperar.
Phil, que ya se había complicado en el 13 y 15, no le quedaba de otra que hacer un birdie en ese mortal hoyo 18 par cuatro pero de infinitas 521 yardas, que no había permitido a nadie salir airoso. Su tiro de salida fue pésimo y en el siguiente se quedó corto, su tiró de aproximación pasó rápidamente por la bandera a la misma velocidad a la que se esfumó la posibilidad de empatar. Deberá esperar Mickelson otra oportunidad.
Lo ha logrado por fin Rose, después de debutar a los 16 años en un torneo de Grand Slam, el Open Británico, su cortejo ha durado casi otros largos 16 años. Media vida se ha pasado buscando levantar un trofeo de los denominados 'Grandes'. En Merion, Rose puso final feliz a una larga búsqueda y, también, a 43 años de espera para ver a un inglés, los reyes del golf europeo, levantar la gran copa.

Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net







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