Compromiso contra el hostigamiento sexual
| Lunes 21 junio, 2010
Compromiso contra el hostigamiento sexual
A propósito de las recientes modificaciones realizadas a la Ley contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia, es importante reflexionar sobre el compromiso de la empresa privada en esta materia.
Al referirnos a acoso sexual, hablamos de situaciones en las cuales una mujer mayor de 15 años es víctima de conductas sexuales indeseadas, reiteradas y que provocan efectos perjudiciales en su estado general de bienestar.
El asedio es una forma más de violencia contra las mujeres, delito que va en contra de su dignidad y se constituye en una forma de discriminación de género en el ámbito laboral.
Actualmente, muchas mujeres sufren de acoso sexual en el trabajo, pero callan por temor a perder su fuente de ingresos. Esta situación, unida a la cultura machista que predomina en nuestro país, complica aún más la situación.
En Costa Rica, varias empresas trabajan para erradicar el hostigamiento por medio de políticas, reglamentaciones y sanciones, generando así un ambiente armonioso y respetuoso de los derechos laborales. Sin embargo, existen otras compañías que no dimensionan la necesidad de contar con políticas en este sentido y no se dan cuenta de que con este tipo de conducta todos pierden, y también la compañía.
La víctima queda ofendida y con daños a su moral, el acosador corre el riesgo de perder su trabajo o familia, y la empresa no solo pierde productividad y personal calificado, sino que su reputación se ve afectada.
El hostigamiento sexual es un problema que debe erradicarse desde la raíz y la mejor manera para lograrlo es por medio de la prevención. Esto no solamente permitirá a una empresa cumplir con la legislación, sino también distinguirse en el mercado por ser socialmente responsable al producir bienes y servicios en un ambiente de trabajo decente.
Según la Organización Internacional del Trabajo, un trabajo decente es una “ocupación productiva justamente remunerada que se ejerce en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana”.
Desde el Instituto Nacional de las Mujeres está abierta la posibilidad de otorgar una certificación a las empresas que implementen la Norma del Sistema de Gestión en Igualdad y Equidad de Género, herramienta que contribuye a frenar el hostigamiento sexual en las compañías. Las empresas deben facilitar la formulación de quejas y capacitar a los empleados en esta materia; así como implementar políticas y reglamentos que garanticen el respeto y apoyo a la víctima durante todo el proceso.
El reglamento contra el hostigamiento sexual en cada empresa o institución, deberá hacerlo efectivo la Administración y especialmente, una comisión representada por mujeres y hombres con capacidad de tomar decisiones y cuyos miembros tengan una incuestionable conducta ética.
Todo esto es importante tenerlo presente para cumplir con disposiciones de ley que hacen a las empresas respetuosas del ordenamiento jurídico, a la vez que crean condiciones para un buen ambiente laboral, respetuoso de los derechos de sus colaboradoras y colaboradores.
Maureen Clarke Clarke
Presidenta ejecutiva
INAMU
A propósito de las recientes modificaciones realizadas a la Ley contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia, es importante reflexionar sobre el compromiso de la empresa privada en esta materia.
Al referirnos a acoso sexual, hablamos de situaciones en las cuales una mujer mayor de 15 años es víctima de conductas sexuales indeseadas, reiteradas y que provocan efectos perjudiciales en su estado general de bienestar.
El asedio es una forma más de violencia contra las mujeres, delito que va en contra de su dignidad y se constituye en una forma de discriminación de género en el ámbito laboral.
Actualmente, muchas mujeres sufren de acoso sexual en el trabajo, pero callan por temor a perder su fuente de ingresos. Esta situación, unida a la cultura machista que predomina en nuestro país, complica aún más la situación.
En Costa Rica, varias empresas trabajan para erradicar el hostigamiento por medio de políticas, reglamentaciones y sanciones, generando así un ambiente armonioso y respetuoso de los derechos laborales. Sin embargo, existen otras compañías que no dimensionan la necesidad de contar con políticas en este sentido y no se dan cuenta de que con este tipo de conducta todos pierden, y también la compañía.
La víctima queda ofendida y con daños a su moral, el acosador corre el riesgo de perder su trabajo o familia, y la empresa no solo pierde productividad y personal calificado, sino que su reputación se ve afectada.
El hostigamiento sexual es un problema que debe erradicarse desde la raíz y la mejor manera para lograrlo es por medio de la prevención. Esto no solamente permitirá a una empresa cumplir con la legislación, sino también distinguirse en el mercado por ser socialmente responsable al producir bienes y servicios en un ambiente de trabajo decente.
Según la Organización Internacional del Trabajo, un trabajo decente es una “ocupación productiva justamente remunerada que se ejerce en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana”.
Desde el Instituto Nacional de las Mujeres está abierta la posibilidad de otorgar una certificación a las empresas que implementen la Norma del Sistema de Gestión en Igualdad y Equidad de Género, herramienta que contribuye a frenar el hostigamiento sexual en las compañías. Las empresas deben facilitar la formulación de quejas y capacitar a los empleados en esta materia; así como implementar políticas y reglamentos que garanticen el respeto y apoyo a la víctima durante todo el proceso.
El reglamento contra el hostigamiento sexual en cada empresa o institución, deberá hacerlo efectivo la Administración y especialmente, una comisión representada por mujeres y hombres con capacidad de tomar decisiones y cuyos miembros tengan una incuestionable conducta ética.
Todo esto es importante tenerlo presente para cumplir con disposiciones de ley que hacen a las empresas respetuosas del ordenamiento jurídico, a la vez que crean condiciones para un buen ambiente laboral, respetuoso de los derechos de sus colaboradoras y colaboradores.
Maureen Clarke Clarke
Presidenta ejecutiva
INAMU