Cómplices de una excusa, los niños abandonados
| Jueves 27 enero, 2011
El abandono de la niñez debería ser prioridad y un compromiso de la sociedad
Cómplices de una excusa, los niños abandonados
En Costa Rica se vive una triste realidad: hay un gran índice de niños (as) abandonados y expuestos al maltrato de su integridad física y emocional.
El fenómeno de la niñez abandonada en Costa Rica se vincula con las características sociales y económicas del país. Los estudiosos del tema atribuyen la mayor parte de los cambios sociales al proceso de industrialización excesivamente rápida del país, un proceso en el que la idea del papel del niño y la familia ha sufrido cambios negativos traducidos en el abuso infantil.
Pero no es justo ser cómplices de esta excusa, cuando realmente podemos ser parte de una sana solución apoyando a instituciones que velan por salvaguardar la integridad física y emocional de los (as) niños (as) que están expuestos a una situación de alto riesgo y cuyos progenitores decidieron no ejercer adecuadamente la autoridad parental.
El abandono de la niñez debería ser prioridad y un compromiso de la sociedad para que estos (as) niños (as) que son la base del futuro dejen de padecer de este mal y encuentren un hogar donde se les den techo, comida, cuidados y, por qué no, padrinos que les brinden la parte afectiva, sicológica y emocional y así dejen de pasar tanto sufrimiento y no caigan en manos de la calle convirtiéndose en otra problemática más de la sociedad como lo es ser parte de las garras de la drogadicción, prostitución y delincuencia.
La separación de un menor de su familia es el último recurso al cual se debe llegar, pero lamentablemente no se puede controlar a quienes tomen esta desgarradora decisión de abandonar niños en la calle, en basureros y en manos de la suerte que ellos aún no tiene conciencia de elegir.
Por suerte hay quienes se han dado la honorable y admirable labor de luchar por este segmento de la población como lo son las ONG quienes que se ha organizado en asociaciones o fundaciones, siendo parte operante la Fundación Mundial Déjame Vivir en Paz que apoya activamente la atención de menores de edad que han sido separados de sus núcleos familiares y formando parte de la responsabilidad de protección que implica brindar condiciones adecuadas que le permitan a la niñez abandonada un desarrollo integral y una calidad de vida a la cual tienen los mismos derechos que los niños que se encuentran dentro de un núcleo familiar sano. Es importante apoyar a estas fundaciones que con mucho esfuerzo y contra muchos pronósticos y limitaciones económicas luchan por una sociedad más equitativa y justa, pero también es importante tomar en cuenta que el esfuerzo debe ser conjunto porque ellos son el producto de todos los integrantes de la sociedad en la que vivimos y vivirán nuestras futuras generaciones.
Hellen Villalobos Mena