Código Oficina: Las excusas de los empleados
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Jueves 18 agosto, 2011
Las excusas de los empleados
Con tal de no cumplir con sus labores, algunos colaboradores pasan más tiempo inventando excusas que haciendo sus tareas
En las organizaciones, especialmente en las grandes, conviven todo tipo de empleados, desde aquellos que destacan por cumplir al pie de la letra con sus tareas, hasta quienes buscan excusas para no hacerlo o evadir responsabilidades.
Según un artículo publicado por el sitio expansion.com estos se distinguen porque dicen estar ocupados, siempre tienen cita en el médico en horas laborales, por lo general tienen reuniones familiares los viernes y suelen responder “tengo una reunión a esa hora” o “a mí no me llegó ese correo”, entre otras características.
La publicación dice que hay dos formas de reconocerlos, “una, cuando la productividad con relación al número de horas que pasan en la oficina es menor que la de sus compañeros, o porque nunca están cuando se pregunta por ellos”.
Además se puede notar porque por lo general esa persona inventa excusas con frecuencia, según Marco Montoya, gerente general del Hotel Grano de Oro.
“Aunque aparentemente ese empleado tenga una excusa válida, se puede ir detectando por su cantidad de ausencias por ejemplo, que coinciden con fines de semana o feriados, además de una baja en su rendimiento”, comentó.
Y aunque considera que puede ser difícil determinar si son solo excusas o verdades, lo mejor es terminar la relación laboral, pues esos factores pueden desmotivar al resto de los colaboradores.
Para Gabriela Campos, gerente de Recursos Humanos de Oberg, estas personas son usualmente quienes no asumen nuevos retos o simplemente no hacen el trabajo que les corresponde porque no tienen metas ni aspiraciones.
“Su nivel de mediocridad es tal que inventan cualquier excusa para no hacer ni siquiera lo que les corresponde. Este tipo de empleado se nota a simple vista, quiere recibir mucho pero sin hacer más, siempre pendiente de lo que hacen o dejan de hacer los otros”, comentó.
Una de sus recomendaciones es que el jefe debe dar continuo seguimiento para garantizarse que el empleado cumpla con sus responsabilidades, documentar todo lo relacionado con desempeño y dar continuo “feedback” sobre las situaciones.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net
Con tal de no cumplir con sus labores, algunos colaboradores pasan más tiempo inventando excusas que haciendo sus tareas
Según un artículo publicado por el sitio expansion.com estos se distinguen porque dicen estar ocupados, siempre tienen cita en el médico en horas laborales, por lo general tienen reuniones familiares los viernes y suelen responder “tengo una reunión a esa hora” o “a mí no me llegó ese correo”, entre otras características.
La publicación dice que hay dos formas de reconocerlos, “una, cuando la productividad con relación al número de horas que pasan en la oficina es menor que la de sus compañeros, o porque nunca están cuando se pregunta por ellos”.Además se puede notar porque por lo general esa persona inventa excusas con frecuencia, según Marco Montoya, gerente general del Hotel Grano de Oro.
“Aunque aparentemente ese empleado tenga una excusa válida, se puede ir detectando por su cantidad de ausencias por ejemplo, que coinciden con fines de semana o feriados, además de una baja en su rendimiento”, comentó.
Y aunque considera que puede ser difícil determinar si son solo excusas o verdades, lo mejor es terminar la relación laboral, pues esos factores pueden desmotivar al resto de los colaboradores.
Para Gabriela Campos, gerente de Recursos Humanos de Oberg, estas personas son usualmente quienes no asumen nuevos retos o simplemente no hacen el trabajo que les corresponde porque no tienen metas ni aspiraciones.
“Su nivel de mediocridad es tal que inventan cualquier excusa para no hacer ni siquiera lo que les corresponde. Este tipo de empleado se nota a simple vista, quiere recibir mucho pero sin hacer más, siempre pendiente de lo que hacen o dejan de hacer los otros”, comentó.
Una de sus recomendaciones es que el jefe debe dar continuo seguimiento para garantizarse que el empleado cumpla con sus responsabilidades, documentar todo lo relacionado con desempeño y dar continuo “feedback” sobre las situaciones.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net