Clinton en Costa Rica
| Viernes 03 agosto, 2012
Clinton en Costa Rica
A veces es bueno dejar pasar un tiempo para evaluar un acontecimiento como la visita de Bill Clinton a nuestro país. Sabemos que Clinton toca el saxofón, que su libro favorito es Cien años de soledad de García Márquez, e incluso que desde 2010 se declaró vegetariano. Menos familiar nos suena que al final de su primera presidencia, Clinton dejó la Casa Blanca con un superávit de $559 mil millones y una aprobación de su gestión del 66%, la más alta para un presidente de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.
Clinton trabajó para mejorar el sistema educativo y de salud, buscó la protección del medio ambiente a través de su apoyo al Protocolo de Kioto. Intentó favorecer al mercado libre y trabajó para la paz en el Oriente Medio, sirviendo de mediador en varias reuniones entre líderes de Israel y de Palestina. Además su Administración bajó notablemente el desempleo, disminuyó la deuda nacional y equilibró el presupuesto.
Todo esto lo traigo a colación porque Bill Clinton estuvo en mayo de ese año en nuestro país, participando en el II Foro sobre Sostenibilidad y Felicidad; y contó que cuando se le cuestiona que el desarrollo amigable con el ambiente permita mejorar las condiciones de vida de un pueblo, da una recomendación sencilla: “Vaya a Costa Rica”. Y nos pone como ejemplo: “Si ser sostenible es una idea tan mala, ¿por qué el país más rico de Centroamérica, y por mucho, es Costa Rica?, aun protegiendo sus bosques. Si no existe manera de hacer esto de manera exitosa, ¿cómo es que Costa Rica lo está logrando?”.
Clinton calificó a Costa Rica como “la economía más verde del mundo”, y que no era “un accidente”, si bien es muy probable que hace 40 o 50 años nadie en el país se hubiera imaginado que llegaríamos hasta donde hemos llegado. Clinton insistió en que nuestro país debe explotar su reconocido posicionamiento a nivel mundial en el campo ambiental para la atracción de inversión que produzca energía renovable; y sugirió que debíamos atraer una fábrica de automóviles eléctricos. Esta noticia positiva dio la vuelta al mundo y se encuentra hasta en periódicos regionales de España y América, y por supuesto en los medios más importantes del mundo. Y es que hay datos sólidos que avalan a Clinton: nuestra cobertura forestal alcanza el 52,38%, con un aumento del 0,94% en relación con el anterior de 2005; este mapa de cobertura forestal es elaborado por el FONAFIFO con cooperación financiera de Alemania y validado por la Universidad de Alberta, en Canadá y el Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Es Costa Rica puesta como ejemplo de buena gestión sostenible. A veces tiene que venir alguien de afuera para que notemos que estamos haciendo bien las tareas. No todo es negativo, no todo se está cayendo, ni todo está a un paso del abismo. Es de gente honrada reconocer los logros del país, pero sobre todo es justo. Que tenemos mucho que mejorar y a eso estamos avocados, sí, claro. Pero que hay un gobierno con las pilas puestas, que está empeñado en sacar el país adelante, no se puede negar. Clinton no es alguien que habla por hablar, ni que opina sin conocer profundamente la realidad a la que se refiere, y debemos reconocer que si se expresa tan elogiosamente de nuestro país es porque nos lo hemos ganado. Así que sigamos adelante.
Fabio Molina
Jefe de fracción del PLN
A veces es bueno dejar pasar un tiempo para evaluar un acontecimiento como la visita de Bill Clinton a nuestro país. Sabemos que Clinton toca el saxofón, que su libro favorito es Cien años de soledad de García Márquez, e incluso que desde 2010 se declaró vegetariano. Menos familiar nos suena que al final de su primera presidencia, Clinton dejó la Casa Blanca con un superávit de $559 mil millones y una aprobación de su gestión del 66%, la más alta para un presidente de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.
Clinton trabajó para mejorar el sistema educativo y de salud, buscó la protección del medio ambiente a través de su apoyo al Protocolo de Kioto. Intentó favorecer al mercado libre y trabajó para la paz en el Oriente Medio, sirviendo de mediador en varias reuniones entre líderes de Israel y de Palestina. Además su Administración bajó notablemente el desempleo, disminuyó la deuda nacional y equilibró el presupuesto.
Todo esto lo traigo a colación porque Bill Clinton estuvo en mayo de ese año en nuestro país, participando en el II Foro sobre Sostenibilidad y Felicidad; y contó que cuando se le cuestiona que el desarrollo amigable con el ambiente permita mejorar las condiciones de vida de un pueblo, da una recomendación sencilla: “Vaya a Costa Rica”. Y nos pone como ejemplo: “Si ser sostenible es una idea tan mala, ¿por qué el país más rico de Centroamérica, y por mucho, es Costa Rica?, aun protegiendo sus bosques. Si no existe manera de hacer esto de manera exitosa, ¿cómo es que Costa Rica lo está logrando?”.
Clinton calificó a Costa Rica como “la economía más verde del mundo”, y que no era “un accidente”, si bien es muy probable que hace 40 o 50 años nadie en el país se hubiera imaginado que llegaríamos hasta donde hemos llegado. Clinton insistió en que nuestro país debe explotar su reconocido posicionamiento a nivel mundial en el campo ambiental para la atracción de inversión que produzca energía renovable; y sugirió que debíamos atraer una fábrica de automóviles eléctricos. Esta noticia positiva dio la vuelta al mundo y se encuentra hasta en periódicos regionales de España y América, y por supuesto en los medios más importantes del mundo. Y es que hay datos sólidos que avalan a Clinton: nuestra cobertura forestal alcanza el 52,38%, con un aumento del 0,94% en relación con el anterior de 2005; este mapa de cobertura forestal es elaborado por el FONAFIFO con cooperación financiera de Alemania y validado por la Universidad de Alberta, en Canadá y el Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Es Costa Rica puesta como ejemplo de buena gestión sostenible. A veces tiene que venir alguien de afuera para que notemos que estamos haciendo bien las tareas. No todo es negativo, no todo se está cayendo, ni todo está a un paso del abismo. Es de gente honrada reconocer los logros del país, pero sobre todo es justo. Que tenemos mucho que mejorar y a eso estamos avocados, sí, claro. Pero que hay un gobierno con las pilas puestas, que está empeñado en sacar el país adelante, no se puede negar. Clinton no es alguien que habla por hablar, ni que opina sin conocer profundamente la realidad a la que se refiere, y debemos reconocer que si se expresa tan elogiosamente de nuestro país es porque nos lo hemos ganado. Así que sigamos adelante.
Fabio Molina
Jefe de fracción del PLN