Ciencia y tecnología en la picota
| Viernes 04 diciembre, 2009
Ciencia y tecnología en la picota
Invertir al menos el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en ciencia y tecnología fue la consigna con la que el Consejo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICIT) lanzó un llamado a los candidatos (as) a la presidencia de la República recientemente.
Tal como lo catalogan los medios de prensa; la respuesta fue muy ambigua. Si bien las exposiciones de los candidatos del PAC, del PIN y del Frente Amplio dieron luz sobre una clara prioridad en un futuro gobierno de estas agrupaciones, la gran duda está en la propuesta a realizar por los actores que rechazaron la invitación a participar.
Sería tan fácil de admitir que sin ciencia y tecnología no existe desarrollo, sería sumamente obvio pensar que todo país que ha superado los niveles de subdesarrollo ha sido a partir de una creciente y permanente inversión en ciencia y tecnología e innovación, o simplemente, decir que la solución a otros grandes temas de la realidad nacional como la pobreza, el hambre, la seguridad ciudadana y en general, la competitividad empresarial; están íntimamente relacionados con las políticas de Estado en ciencia, tecnología e innovación.
Pero claro, mientras se siga hablando y no actuando, mientras el tema no salga de los corrillos de los centros de investigación y de las charlas de connotados científicos y pensadores del país, pareciera que lo obvio seguirá siendo gris y poco apoyado por el Estado.
La ecuación del crecimiento económico fácil ha sido agotada en el país, no es posible extensivamente explotar mayores ventajas naturales, sin ahogar la naturaleza, no es posible continuar avasallando a los trabajadores sin recibir siquiera un salario mínimo por su trabajo, no es posible seguir vendiendo nuestras pymes para financiar gasto superfluo y nuestro déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos.
Ha llegado la hora de actuar y desarrollar una verdadera política de Estado que articule, alrededor de los principales problemas de nuestra gente, una creciente, sólida y estratégica inversión en el tema de ciencia, tecnología e innovación.
Felicitaciones al CONICIT y a los participantes del debate, al menos en ellos existe una oportunidad país para avanzar hacia un consenso mayor. A quienes no acudieron al debate, por temor, estrategia o simplemente, porque el tema les pareció poco atractivo para su contabilidad de votos, nos quedan debiendo a los académicos, científicos y sobre todo, a los ciudadanos de este país, su posición y compromiso con la ciencia, la tecnología y la innovación, nunca es tarde cuando la noticia es buena.
Leiner Vargas Alfaro
lvargas@una.ac.cr
Invertir al menos el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en ciencia y tecnología fue la consigna con la que el Consejo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICIT) lanzó un llamado a los candidatos (as) a la presidencia de la República recientemente.
Tal como lo catalogan los medios de prensa; la respuesta fue muy ambigua. Si bien las exposiciones de los candidatos del PAC, del PIN y del Frente Amplio dieron luz sobre una clara prioridad en un futuro gobierno de estas agrupaciones, la gran duda está en la propuesta a realizar por los actores que rechazaron la invitación a participar.
Sería tan fácil de admitir que sin ciencia y tecnología no existe desarrollo, sería sumamente obvio pensar que todo país que ha superado los niveles de subdesarrollo ha sido a partir de una creciente y permanente inversión en ciencia y tecnología e innovación, o simplemente, decir que la solución a otros grandes temas de la realidad nacional como la pobreza, el hambre, la seguridad ciudadana y en general, la competitividad empresarial; están íntimamente relacionados con las políticas de Estado en ciencia, tecnología e innovación.
Pero claro, mientras se siga hablando y no actuando, mientras el tema no salga de los corrillos de los centros de investigación y de las charlas de connotados científicos y pensadores del país, pareciera que lo obvio seguirá siendo gris y poco apoyado por el Estado.
La ecuación del crecimiento económico fácil ha sido agotada en el país, no es posible extensivamente explotar mayores ventajas naturales, sin ahogar la naturaleza, no es posible continuar avasallando a los trabajadores sin recibir siquiera un salario mínimo por su trabajo, no es posible seguir vendiendo nuestras pymes para financiar gasto superfluo y nuestro déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos.
Ha llegado la hora de actuar y desarrollar una verdadera política de Estado que articule, alrededor de los principales problemas de nuestra gente, una creciente, sólida y estratégica inversión en el tema de ciencia, tecnología e innovación.
Felicitaciones al CONICIT y a los participantes del debate, al menos en ellos existe una oportunidad país para avanzar hacia un consenso mayor. A quienes no acudieron al debate, por temor, estrategia o simplemente, porque el tema les pareció poco atractivo para su contabilidad de votos, nos quedan debiendo a los académicos, científicos y sobre todo, a los ciudadanos de este país, su posición y compromiso con la ciencia, la tecnología y la innovación, nunca es tarde cuando la noticia es buena.
Leiner Vargas Alfaro
lvargas@una.ac.cr