Chrysler y Fiat formalizan alianza
| Jueves 11 junio, 2009
Acuerdo le permite a firma italiana desembarcar en mercado estadounidense
Chrysler y Fiat formalizan alianza
Automotriz estadounidense saldría de forma inminente de la bancarrota en la que se declaró el 30 de abril
Washington
EFE
Los fabricantes Chrysler y Fiat formalizaron ayer su anunciada alianza, que dará lugar a una nueva Chrysler, más pequeña y con menos deuda, y permitirá a la firma italiana desembarcar a lo grande en el complicado mercado de Estados Unidos.
La suma de las dos empresas automovilísticas, unidas ahora mediante esta alianza, dará lugar al sexto fabricante mundial, con unas ventas combinadas de 4,5 millones de vehículos, según las cifras de cierre del 2008.
El acuerdo ha sido posible después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos, al que acudieron algunos de los acreedores que se oponían a la unión, diera el martes por la noche su visto bueno final al nacimiento de la nueva compañía.
Gracias a este acuerdo, se espera que Chrysler salga de forma inminente de la bancarrota en la que se declaró el 30 de abril, lo que supone un triunfo para el Gobierno del presidente Barack Obama, que respaldó desde el principio esta operación y prometió una salida rápida de la quiebra.
Según los términos del acuerdo, se creará una nueva compañía, denominada Grupo Chrysler, en la que Fiat tendrá una participación del 20%, aunque se podría elevar al 35% si se logran determinados objetivos.
El nuevo grupo comprará los activos rentables de la vieja Chrysler que, sin embargo, se quedará con la deuda y algunas obligaciones con acreedores, de manera que el nuevo grupo nacerá más saneado y con nueva financiación.
La operación supone un enorme espaldarazo a las ambiciones de Fiat, el primer fabricante de Italia, que logra no solo entrar a lo grande en el mercado estadounidense, sino escalar posiciones en el escalafón mundial.
Además, acerca a la empresa italiana a sus objetivos de alcanzar unas ventas mundiales de seis millones de vehículos.
La combinación de las dos firmas suma unas ventas de 4,5 millones de vehículos a nivel mundial, con lo que se convierte en el sexto fabricante, por detrás de Ford.
En un comunicado conjunto, las dos compañías aseguraron ayer que la nueva Chrysler comenzará a operar de forma “inmediata”, y tendrá los recursos, la tecnología y la red de distribución necesaria para competir a nivel mundial.
“Este es un día muy importante, no solo para Chrysler y sus dedicados empleados, que han pasado duros periodos de incertidumbre durante el último año, sino para la industria de la automoción en general”, dijo Sergio Marchionne, el máximo dirigente de Fiat y que ayer también fue nombrado consejero delegado de la nueva empresa.
El grupo ya había designado como nuevo presidente del consejo de administración a Robert Kidder, antiguo presidente y consejero delegado de Borden Chemical y de Duracell International.
El accionariado de la nueva firma estará compuesto, además de Fiat, por el sindicato mayoritario del sector, United Auto Workers (UAW), que contará con un 55%, en tanto que el Gobierno de Estados Unidos tendrá un 8% y el de Canadá un 2%, en virtud del dinero que han prestado a la compañía.
El nuevo consejo de administración de Chrysler estará formado por tres consejeros en representación de Fiat, cuatro del Gobierno de Estados Unidos, uno del sindicato UAW y uno en representación de Canadá.
El acuerdo permitirá a Chrysler contar con la tecnología y las plataformas de vehículos de Fiat, con la que espera revivir las marcas Chrysler, Jeep y Dodge.
Fiat cuenta con una de las líneas de modelos con consumo más eficiente de Europa, mientras que Chrysler ha adquirido más experiencia en grandes berlinas con motores en V8, los todoterrenos y los “pickup”.
Chrysler y Fiat formalizan alianza
Automotriz estadounidense saldría de forma inminente de la bancarrota en la que se declaró el 30 de abril
Washington
EFE
Los fabricantes Chrysler y Fiat formalizaron ayer su anunciada alianza, que dará lugar a una nueva Chrysler, más pequeña y con menos deuda, y permitirá a la firma italiana desembarcar a lo grande en el complicado mercado de Estados Unidos.
La suma de las dos empresas automovilísticas, unidas ahora mediante esta alianza, dará lugar al sexto fabricante mundial, con unas ventas combinadas de 4,5 millones de vehículos, según las cifras de cierre del 2008.
El acuerdo ha sido posible después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos, al que acudieron algunos de los acreedores que se oponían a la unión, diera el martes por la noche su visto bueno final al nacimiento de la nueva compañía.
Gracias a este acuerdo, se espera que Chrysler salga de forma inminente de la bancarrota en la que se declaró el 30 de abril, lo que supone un triunfo para el Gobierno del presidente Barack Obama, que respaldó desde el principio esta operación y prometió una salida rápida de la quiebra.
Según los términos del acuerdo, se creará una nueva compañía, denominada Grupo Chrysler, en la que Fiat tendrá una participación del 20%, aunque se podría elevar al 35% si se logran determinados objetivos.
El nuevo grupo comprará los activos rentables de la vieja Chrysler que, sin embargo, se quedará con la deuda y algunas obligaciones con acreedores, de manera que el nuevo grupo nacerá más saneado y con nueva financiación.
La operación supone un enorme espaldarazo a las ambiciones de Fiat, el primer fabricante de Italia, que logra no solo entrar a lo grande en el mercado estadounidense, sino escalar posiciones en el escalafón mundial.
Además, acerca a la empresa italiana a sus objetivos de alcanzar unas ventas mundiales de seis millones de vehículos.
La combinación de las dos firmas suma unas ventas de 4,5 millones de vehículos a nivel mundial, con lo que se convierte en el sexto fabricante, por detrás de Ford.
En un comunicado conjunto, las dos compañías aseguraron ayer que la nueva Chrysler comenzará a operar de forma “inmediata”, y tendrá los recursos, la tecnología y la red de distribución necesaria para competir a nivel mundial.
“Este es un día muy importante, no solo para Chrysler y sus dedicados empleados, que han pasado duros periodos de incertidumbre durante el último año, sino para la industria de la automoción en general”, dijo Sergio Marchionne, el máximo dirigente de Fiat y que ayer también fue nombrado consejero delegado de la nueva empresa.
El grupo ya había designado como nuevo presidente del consejo de administración a Robert Kidder, antiguo presidente y consejero delegado de Borden Chemical y de Duracell International.
El accionariado de la nueva firma estará compuesto, además de Fiat, por el sindicato mayoritario del sector, United Auto Workers (UAW), que contará con un 55%, en tanto que el Gobierno de Estados Unidos tendrá un 8% y el de Canadá un 2%, en virtud del dinero que han prestado a la compañía.
El nuevo consejo de administración de Chrysler estará formado por tres consejeros en representación de Fiat, cuatro del Gobierno de Estados Unidos, uno del sindicato UAW y uno en representación de Canadá.
El acuerdo permitirá a Chrysler contar con la tecnología y las plataformas de vehículos de Fiat, con la que espera revivir las marcas Chrysler, Jeep y Dodge.
Fiat cuenta con una de las líneas de modelos con consumo más eficiente de Europa, mientras que Chrysler ha adquirido más experiencia en grandes berlinas con motores en V8, los todoterrenos y los “pickup”.